Una casa llena de flores y muchos perritos es lo que desea Vítril, protagonista de un trabajo coreográfico creado por Delfos Danza Contemporánea para el público infantil.
Con una producción fundamentada en la iluminación, el video y la escenografía, Vítril. Viaje imaginario cuenta la historia de un niño que emprende una travesía por sus sueños y pesadillas.
En esta ocasión, el alto nivel técnico de la compañía dirigida por Víctor Manuel Ruiz y Claudia Lavista cedió la batuta escénica a elementos más allá de la danza para narrar el viaje de Vítril hacia varias aventuras que lo enfrentan con una bruja malvada y lo hacen bailar con dos simpáticos algodones de azúcar. Con sede en Mazatlán, Sinaloa, el grupo Delfos llevó su coreografía al Teatro de las Artes del CNA el 13 y 14 de julio.
Según el coreógrafo, “para Delfos el público infantil ha siso siempre una prioridad; los niños son sumamente sensibles y receptivos, capaces de ver y percibir más allá de lo que los adultos podemos imaginar, llegando a análisis más directos y concretos gracias a su gran capacidad de asombro”.
Con un argumento sencillo, por momentos la coreografía se siente repetitiva y las secuencias son muy largas para retener por completo la atención: ni avanza en el sentido narrativo ni en la experimentación del movimiento. Aunque también haría falta preguntarle sus observaciones al público infantil, para el que Vítril. Viaje imaginario está originalmente elaborada.
– Silverio Orduña
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