Observando que hay danza hasta en los videoclips
Por Silverio Orduña
En 2011, Thom Yorke escandalizó a varios seguidores de Radiohead, la banda que lidera, porque aparecía bailando unos extraños pasos en el video de “Lotus Flower”, sencillo del LP The King of Limbs, estrenado ese mismo año. ¿Por qué baila, para qué?, se preguntaban algunos puristas.
El director del videoclip, Garth Jennings, conocido por dirigir “Coffee and TV” de Blur, decidió explotar la corporalidad de Yorke en una faceta poco conocida y que sacaba de contexto la figura mítica del cantante frente a sus fanáticos. No era secreto que Yorke utilizaba su cuerpo para expresar sus estados de ánimo en los conciertos pero en “Lotus Flower” evidenciaba sus dotes de bailarín, de lo que muchas veces los bailarines profesionales carecen.
El británico Wayne McGregor fue el coreógrafo que montó el trabajo dancístico que Yorke ejecutó en el video. Este especialista en danza contemporánea tiene su propia compañía donde explora el lenguaje de las artes visuales y el cine, combinándolos con el movimiento del cuerpo y su relación con la tecnología. Además, ha colaborado para varias compañías como The Royal Ballet, el Ballet de la Ópera de París, Nederlands Dans Theatre, entre otros grupos de primer nivel internacional.
Se nota que McGregor supo dirigir a Yorke para que dominara algunos impulsos de su cuerpo y los convirtiera en danza. Hay técnicas en donde el bailarín debe interiorizar alguna idea, pensamiento o sensación y externarla con el movimiento de su cuerpo. Por ejemplo, en “Lotus Flower” hay algunas secuencias que parecen caóticas o sin sentido a primera vista; sin embargo, la expresividad del vocalista de Radiohead logra otorgarle significación emocional a cada movimiento de cada parte de su cuerpo.
En su totalidad, este videoclip utiliza un código muy parecido al videodanza, producto audiovisual que se construye a partir de una coreografía creada explícitamente para la pantalla. En “Lotus Flower”, Tom Yorke es el bailarín principal, en blanco y negro habita los primeros planos que detallan tanto su gesticulación como el movimiento de sus brazos, cadera y piernas. De pronto hay acercamientos a varias partes de su cuerpo que lo fragmentan pero unifican el discurso musical con el visual y el dancístico.
El conservadurismo corporal apareció cuando se cuestionó la pertinencia y el valor estético de este videoclip. Los trasnochados reprobaban que Yorke bailara, lo veían ridículo y se desilusionaron. Bailar es casi un pecado para los rockeros. Poco después de la publicación de “Lotus Flower” en YouTube aparecieron diversas parodias, en una de ellas sobrepusieron la canción El Sonidito, de Hechiceros Band, de la cual no se puede escapar la risa porque se descontextualiza todo el discurso de la banda, el director, el coreógrafo y el intérprete.
Los fanáticos de Radiohead tienen razón en escandalizarse, Yorke es tan buen bailarín que podría dejar la cantada por el baile.
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