Arte

SIN, Laboratorio Arte Alameda

Una muestra con buenas vibras

Recién inaugurada en el Laboratorio Arte Alameda, SIN es una exposición que realmente te hace sentir su vibra antes de verla. Al entrar al patio del ex-convento de San Diego, las vibraciones y los efectos acústicos del interior son increíblemente perceptibles, poderosos e interesantes de sentir.

Cuando cruzas al cuarto principal, no hay algo: la sala está completamente vacía, dejando las vibraciones volar sin que nada, más que los grandes arcos y pilares del museo, las interrumpan. Así, el sonido se transporta hasta la sala más lejana, que alberga un bloque de piedra con palabras de la biblia del Rey Jaime, grabadas en él (en este cuarto, intenta hacer tus propios sonidos).

Otra sala con brillantes luces, casi cegadoras se enfrentan a los ojos que la vean, casi como una preparación para el cuarto más ruidoso: cegarte para que escuches todavía más el tremendo sonido -4000 watts- de la pieza.

El preludio de SIN comenzó hace medio año. Justo en el año, mes, día y hora 12, cuando el artista mexicano Mario de Vega instaló en la sala principal de la galería Meinblau en Berlín una pared de sonido que bloqueaba el espacio y no le permitía al público ver lo que supuestamente había detrás de las bocinas. El espectador entonces, se llenaba de inseguridad al no saber en qué momento iba a venir un ruido ensordecedor del muro. Tras esta muestra, el artista creó seis intervenciones para SIN, exposición curada por Carsten Seiffarth, en la cual se usa increíblemente el espacio negativo de la construcción del siglo XVI: no hay nada en los cuartos pero al mismo tiempo se muestra su inquietante obra que finalmente, cambia la percepción del lugar que la encierra.