Por Emanuel Boldo / @EmanuelBoldo | Noviembre, 2014
La semana pasada, el Centro Histórico de la ciudad de México se vio invadido por las más de 220 actividades de la segunda edición del Abierto Mexicano de Diseño, un festival que permite celebrar, dialogar y analizar las propuestas más vanguardistas del diseño nacional. El tema principal del festival fue Procesos, una invitación a los diferentes integrantes de la industria del diseño a mostrar cómo desarrollan su trabajo, la concepción, realización y la comercialización de una idea.
Una de sus principales características es el carácter de autogestión de sus actividades, el empoderamiento del diseñador para cumplir objetivos y metas propias. Sin embargo, el festival no sólo se centra en el diseño autónomo, también es un escaparate para eventos consolidados que buscan acrecentar su número de seguidores, tal es el caso de la Lonja Mercantil, un mercado itinerante que reunió en el Colegio de San Ildefonso a 95 expositores de diferentes disciplinas del diseño con la intención de distribuir sus productos. Es difícil catalogar a la Lonja Mercantil, por una parte lucha por ser una muestra del diseño contemporáneo de calidad y por otra asistir a la misma, significa ir a un evento social para ver y ser vistos en el que lo menos importante es la oferta de diseño.
Al mismo tiempo que la Lonja, pero en la calle de Moneda, una de las más conflictivas del Centro de la ciudad, se llevó a cabo el Pabellón Universitario, una iniciativa de la marca de mobiliario Steelcase y los diseñadores Elissa Medina y Ariel Rojo en la que seleccionaron veinte proyectos universitarios que exploran la técnica y la innovación con la finalidad de desarrollar productos que definan el panorama del diseño actual, entre los que destacan Blobwares de Fernanda Leal y Jordi Veytia, que bajo la tutela del maestro Attanasio Mazzone de la universidad Centro crearon una fábrica low-tech que produce piezas únicas de forma sistemática; Taller de Obsidiana, un proyecto que desafía la forma tradicional de procesar la obsidiana para crear objetos de deseo y Kanpai un concepto que transforma desechos como llantas en piezas de decoración. Desde mi visión los procesos presentados en el Pabellón Universitario tienen como denominador la filosofía “do it yourself” la búsqueda de objetos que representen la originalidad a través de producciones limitadas.
Con esta edición el Abierto Mexicano de Diseño se consolida como una plataforma que reúne todas de las disciplinas de la industria del diseño en México con la finalidad de fortalecer la comunicación entre los diferentes actores que la conforman.
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