Música

Opinión | John Cale: El circo de la vida


Por Pablo Cordero / @sugarskull12 | Octubre, 2014

Para que una banda de rock llegue a ser trascendente, se requiere una química muy especial entre las personalidades dispares que la conforman. No fue la excepción The Velvet Underground, a quien más de uno considera la banda más grande de las últimas cinco décadas. Aunque la violenta poética urbana y la electrizante guitarra de Lou Reed siempre fueron sus facetas más conocidas, no se puede desestimar la suprema serenidad de la guitarra rítmica de Sterling Morrison o el inspirado primitivismo de la baterista Maureen Tucker.

Con todo, los ingredientes más bellos y raros de esa mezcla los solía aportar el bajista y violista John Cale, quien a los siete años ya tocaba con la orquesta sinfónica de su natal Gales, para después estudiar bajo la tutela de los compositores de vanguardia John Cage y Terry Riley. Era un hombre de perfil bastante distinto al de la mayoría de los músicos de rock de su tiempo, que supo insertar con gran naturalidad su extensa formación musical y vocación experimentadora dentro de las inclinaciones más rockeras de sus compañeros, logrando una mezcla memorable.

“Venus in Furs”, tema extraído del primer disco de Velvet Underground.

Sus propios discos solistas han igualmente conservado este equilibrio entre el arte musical popular y el elevado balance que se preserva en obras más recientes como HoboSapiens (2003) o Shifty Adventures in Nookie Wood (2012), las cuales miran de soslayo a las últimas tendencias en música electrónica.

Con su cover de “All My Friends”, de LCD Soundsystem, Cale demuestra estar al tanto de las corrientes musicales más nuevas.

El disco Circus Live ofrece un sonido más duro y crudo que el de estos discos recientes. Acompañado por una banda de jóvenes, que aún no nacían para cuando los Velvets ya se habían desintegrado, Cale suena revitalizado. “Venus In Furs”, del primer disco de la banda, suena tan perverso y oscuro como en 1967. La agresión post-punk de temas como “Helen of Troy” y “Save Us” está intacta, mientras que otros clásicos como “Femme Fatale” y “Hanky Panky Nohow” son puestos al día con arreglos electrónicos realizados con buen gusto. El final del disco, con versiones ambient de “Heartbreak Hotel” y “Mercenaries”, es particularmente evocativo.

El dvd que acompaña a este disco doble resulta un tanto decepcionante, pues no ofrece más que grabaciones realizadas durante un ensayo, carentes de la energía que genera la banda al interactuar con su público. Pese a esto, Circus Live es una excelente oportunidad para recordar o conocer la obra de uno de los compositores más idiosincrásicos y necesarios en el mundo del rock.