Arte

Opinión | Aspen Art Museum, de Shigeru Ban


Por Andrea García Cuevas / @androclesgc

En marzo de este año, cuando se anunció al ganador del Premio Pritzker 2014, Patrik Schumacher publicó en su perfil personal de Facebook: “Me preocupa que los criterios del Premio Pritzker, el más importante para la arquitectura, ahora estén siendo desviados en dirección de lo correctamente político […] Temo que [de ser así] grandes innovadores iconoclastas como Wolf Prix o Peter Eisenman nunca tengan la oportunidad de ser reconocidos”.

El recipiente del considerado el Premio Nobel de la arquitectura, y provocador del temor de Schumacher, fue el arquitecto japonés Shigeru Ban, cuyo trabajo es conocido por ser esencialmente humanitario y distanciarse de la lógica estética. Su práctica está lejos de ser políticamente correcta, basta con revisitar su método de trabajo y su propósito de devolver a la arquitectura su vocación primera: trabajar para la gente, para la sociedad. El cinismo de la imagen global y capitalista no coincide con la arquitectura de papel. Pero es probable que la sentencia de Schumacher revele una verdad respecto de la institución, no del arquitecto.

La mayoría de los proyectos de Ban son efímeros y realizados con materiales poco convencionales —como los tubos de papel y/o cartón. Además, generalmente están destinadas a zonas que han sido atacadas por desastres naturales. Sin embargo, también ha realizado una gran diversidad de estructuras permanentes, como el Centre Pompidou Metz, la Biblioteca Universitaria de Seikei y la casa Quinta Botánica, por mencionar algunas.

El pasado 9 de agosto se inauguró en Colorado el Aspen Art Museum, la primera edificación permanente de Shigeru Ban en Estados Unidos. Se trata de una estructura con 3,000 metros cuadrados de superficie y una fachada de madera tejida y papel comprimido con chapa de madera, que da la apariencia de un enjambre natural. El propósito detrás del diseño fue generar una relación con el paisaje de Aspen sin desatender las necesidades de un espacio dedicado al arte. Así, la fachada permite contemplar la ciudad desde diferentes perspectiva al tiempo que ofrece luz natural para los espacios interiores.

La arquitectura del edificio se define por 5 elementos de diseño, incluyendo la pantalla de madera (fachada): una escalera interior, inspirada en la pendiente de una montaña, que permite transitar todos las galerías del museo con una vista privilegiada; un elevador de cristal definido como “sala móvil”; la estructura del techo de madera triangular que cubre el espacio interior de la cubierta, y un tragaluces peatonal que unciona como fuente de luz para el interior. En suma, el diseño del Museo de Arte de Aspen es fiel a las propuestas arquitectónicas que Shigeru Ban ha perseguido durante su carrera, con un atractivo visual que surge como resultado y no como objetivo.

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