Arte

EL MoMA y su polémica ampliación


Por Gabriela Olivera / @gabichabicha

“...in order to save the building, we had to lose much of it!«

Diller Scofidio + Renfro

En abril de 2013 se anunció por parte del MoMA (Museum of Modern Art) que irían por su tercer ampliación a cargo de DS+R (Diller Scofidio + Renfro), la cual agregaría 3,300 m2 a los 59,000 m2 ya existentes. Fundado en 1929, este museo, uno de los museos más importante del mundo, amplió sus instalaciones por primera vez en 1983. Para 2006 se concluyó la segunda intervención a cargo de Yoshio Taniguchi y Kohn Pedersen Fox. Esta nueva intervención presentaba una propuesta radical, demoler el AFAM (American Folk Art Museum) ubicado en la calle 53 y colindante al MoMA para poder replantear su funcionamiento, aumentar espacios de exhibición, dar cabida a actividades para el público y sobre todo responder a sus nuevos objetivos curatoriales.

En un principio se le pidió al despacho radicado en la ciudad de Nueva York que analizara la manera de cazar las modificaciones y nuevas necesidades dejando intacto el AFAM, un espacio estrecho caracterizado por grandiosas escaleras esculturales, vacíos, plantas subdivididas y sobre todo esa discreta pero atractiva fachada para poder conectarse al predio que vendieron en 2007 al grupo inmobiliario The Hines. Este predio del lado oeste de la calle alojará el proyecto de Jean Nouvel, la Torre Verre conocida también como la Torre de la Expansión del MoMA, la cual además de sus 380 m. de altura albergará estos nuevos espacios como pequeñas galerías, áreas educativas y bodegas.

Tras ocho meses de evaluar las posibilidades de adaptarse al edificio respetuosamente DS+R cayó en cuenta que era imposible conjugar el programa de necesidades del MoMA con la arquitectura del AFAM. A principios de enero de 2014, comunican que en efecto se demolería el edificio que una vez alojó al Museo Americano de Arte Folkórico, rehusándose a practicar el llamado “fachadismo”, en el que se conservaría la fachada y el resto del cuerpo se derruiría. El nuevo proyecto pretende recuperar la intimidad del museo, planteará una nueva circulación más eficiente que solucione los problemas actuales de congestión de visitantes, abrirán al público el jardín de esculturas Abby Aldrich Rockefeller diseñado por el fallecido Phillip Johnson.

El edificio del AFAM es un inmueble con únicamente 12 años de edad, sin embargo su próxima desaparición ha causado una gran controversia alrededor de este crecimiento constante y abrumador, llamado la “locura del MoMA”. También se cuestiona aquella genialidad, visón y talento palpable en The High Line, proyecto de regeneración urbana exitoso y muy bien acogido por los habitantes de Nueva York a cargo de DS+R.