Música
LOS DELIRIOS BANALES DE MOGWAI
Por Pablo Cordero / @sugarskull12
Surgidos en Glasgow, Escocia a mediados de los años 90, Mogwai es, junto con Godspeed You! Black Emperor, el nombre más importante de la explosión post-rock de esa década. Menos melodiosos y complejos que el colectivo canadiense Godspeed, Mogwai hizo de la cuidadosa repetición y el ensordecedor volumen de sus guitarras sus armas más efectivas en la creación de epopeyas instrumentales que han inspirado a legiones de seguidores, y discos como Young Team (1997) y Rock Action (2001) son clásicos indiscutibles del género.
En Rave Tapes, su octavo disco de larga duración, Mogwai raciona la energía que antes desbordaba. Donde antes había canciones de 15 minutos, la media es ahora de cinco. El ataque guitarrístico que solía hacer necesario el usar tapones para los oídos durante sus conciertos queda reducido a rasgueos de mediana intensidad. Es un Mogwai distinto, conciso y aerodinámico, pero por desgracia, mucho menos interesante.
“Remurdered”, en vivo en Glasgow
Hay en el disco elementos atractivos. Los resonantes sintetizadores análogos entretejidos en “Simon Ferocious” y “Remurdered” brotan de la fuente del krautrock setentero de Neu!, generando caminos sonoros novedosos que Rave Tapes tristemente no recorre plenamente. Hay una acusada escasez de melodías memorables en el disco, y aunque la producción y el trabajo instrumental son impecables, la estructura de los temas resulta convencional y monótona. Mientras que la música instrumental de Mogwai solía llevar al escucha por un fascinante viaje sonoro, en este disco se tiene la impresión de estar escuchando demos incompletos de un buen grupo de rock alternativo que está esperando la llegada de su cantante.
Quizás es por esto que los únicos temas cantados del disco, “Blues Hour” (donde la espectral y efectiva voz del guitarrista Stuart Braithwaite hace desear que pasara más tiempo al micrófono) y “The Lord is Out of Control” (cuyas voces procesadas remiten al sonido electrónico que Mogwai exploró en la época Rock Action) figuran entre los momentos más disfrutables del disco.
Video oficial de “The Lord is Out of Control”
Rave Tapes no es un mal disco, pero la escasez de sorpresas que ofrece, y la atmósfera de mediocridad que lo recubre resultan particularmente descorazonadoras viniendo de una de las bandas más influyentes e importantes de la década antepasada.
