Música

LIARS: ROCK CAMALEÓNICO


Por Pablo Cordero / @sugarskull12

Por el alto estándar de calidad de sus obras y el espíritu innovador que las subyace, no es injusto decir que Liars son una de las más grandes bandas de rock norteamericano en la actualidad. Sin embargo, el éxito y popularidad que han obtenido se queda tristemente corto de lo que debiera ser tomando en cuenta la relevancia artística de su obra. Esto quizás se deba a los drásticos cambios estilísticos que la banda acostumbra aplicar de disco en disco, lo cual es un dolor de cabeza para una industria acostumbrada a encasillar.

La discografía de Liars, de hecho, pareciera ser un microcosmos de diversos subgéneros surgidos durante la última década. Su primer trabajo (They Threw Us All in a Trench and Stuck a Monument on Top, 2001), surgido en medio de la explosión de post-punk bailable ocurrida en Nueva York durante el cambio de milenio, supera a los trabajos más reconocidos de bandas como Yeah Yeah Yeahs y The Rapture, pero tras ser abandonados por su sección rítmica, el núcleo creativo conformado por el cantante Angus Andrew y el multiinstrumentista Aaron Hemphill se decantó por un estilo vanguardista y atonal, dominado por las percusiones, en el vacilante They Were Wrong, So We Drowned (2004) y en el mejor logrado Drum’s Not Dead (2006, su primera y quizás máxima obra maestra). Antes de ser encasillados como banda experimental, publicaron un disco de rock potente, melódico y accesible (Liars, 2007), otro más de art-rock con clara influencia de los últimos trabajos de Radiohead (Sisterworld, 2010) y un trabajo oscuro derivado de la música electrónica de los 80, WIXIW (2012).

Mess, su séptimo disco de larga duración, también estructura su discurso a partir de la música electrónica, pero en contraste con las gélidas atmósferas de WIXIW, este disco suena lúdico y lúbrico, con gruesas líneas de bajo que invitan a la pista de baile, mientras que la voz de Andrew por momentos recuerda al tristemente desaparecido Fad Gadget, una de las grandes figuras de Mute Records, disquera que ha sido el hogar de Liars a partir de su segundo disco.

 

“Mask Maker”, tema inicial del disco

 

Por desgracia, pese a introducir de manera efectiva un color más en la amplia paleta sonora del grupo, Mess no está entre los discos mejor logrados de Liars. Hay temas desinhibidos y potentes como “Mask Maker” y “Vox Turned D.E.D.”, atmósferas amenazantes como la que exhibe “Boyzone” y también bellas baladas como “Can’t Hear Well” y “Left Speaker Blown”, cuyos cambios de acordes remiten a una de las grandes influencias de la banda, Brian Eno, pero sólo “Mess on a Mission”, con su febril coro cantado en falsete, captura el espíritu de locura de los mejores trabajos de Liars.

 

“Mess on a Mission”

 

Mess es una sólida aunque poco inspirada adición al impresionante catálogo de Liars. De ninguna manera es un mal disco, pero quienes aún no conozcan a la banda harían bien en buscar Drum’s Not Dead y descubrir el impredecible recorrido estético de la banda a partir de ahí.

 

 

LIARS | Banda de Rock | Disco