Arte

El beso… perforado


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Aquella imagen de El Beso de Gustav Klimt realizada en un edificio perforado por las balas no es sólo montaje que se viralizó en redes, es la obra de Tamman Azzam, un artista sirio que busca denunciar las condiciones bélicas que afronta Siria.

El exilio provoca el enojo del despojado, pero también una seria de vías de canalización, como el arte. Así le pasa Tamman Azzam, un artista de Damasco cuyo nombre no suena tanto como su obra, que  “violenta” las obras clásicas del arte para demostrar la cruenta guerra que se vive en Siria.

Así vemos su cuadro Freedom Graffito que utiliza la mítica imagen de El beso, de  Klimt sobre una fachada rota por los balazos; o bien, La Gioconda, montada al estilo collage en una escena consecuencia de la guerra.

Su arte es una especie de grito o de denuncia, para voltear a ver una afrenta que acribilla a la población civil en Siria, país que dejó luego de que el Ejército volvió a reclutar gente para unirse a sus filas.