Por Bianca Gaytán / @universonauta
Dejar ir a una persona o terminar una relación amorosa es una de las cosas más difíciles que te pueden pasar en la vida. Como menciona el protagonista de Her, a veces sólo queda esperar a que termine el amor.
El reciente filme de Spike Jonze tiene como eje la siguiente interrogante: ¿qué pasaría si un hombre se enamora de un sistema operativo?. Her, es su propuesta de amor en esta era de posmodernidad dónde el sujeto cada vez se involucra más con sus smartphones y menos con las personas.
Theodore es un redactor de cartas que está pasando por un divorcio muy complicado, ya que debe dejar ir a la mujer con la que creció la mayor parte de su vida. Se convierte en un ser solitario que vive de recuerdos hasta que un día decide adquirir un sistema operativo inteligente con el que puede interactuar. Es así como inicia una relación con Samantha, un sistema que lleva su agenda, contesta sus correos electrónicos y sobre todo lo escucha; está disponible para él las 24 horas.
Después de varios días de compartir su intimidad, Theodore se enamora de Samantha; se envuelve en una relación complicada ya que ha decidido amar a este ser de inteligencia artificial que no tiene rostro, ni puede tocar. Y se conforma con escuchar su bella y cálida voz todos los días.
Si bien parecería complicado mantener cautivado al espectador con un filme en que la mayor parte del tiempo vemos a Joaquin Phoenix (Theodore) hablando solo y escuchamos de fondo la voz de Scarlett Johansson (Samantha). El director Spike Jonze logra mantener el interés del público gracias a la temática en que se basa la trama; un futuro no muy lejando donde los humanos han decidió interactuar más a través de la tecnología en vez de salir y crear vínculos con una persona de verdad.
Cabe resaltar la extraordinaria estructura del guión que basa la historia en los impactantes diálogos entre sus protagonistas quienes con su magnifica interpretación logran conmover a la audiencia. Sin duda, una de las mejores actuaciones de Joaquin Phoenix quien crea a un personaje lleno de melancolía, sin expresiones, casi paralizado hasta que poco a poco su rostro y cuerpo comienzan a soltarse y a denotar esa capacidad de amar de nueva cuenta.
Her, logra que las personas se cuestionen acerca de la manera en que se vinculan hoy en día. Aparentemente sería más fácil conectarse por medio de una pantalla o al menos, ésta serviría como un escudo protector para no sufrir, pero Jonze nos demuestra que no importa cómo o con quién te relaciones, aún así puedes terminar herido ya que al fin y al cabo lo que nos hace humanos es la capacidad de sentir ya sea amor o desamor.
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