Entrevista

Entrevista | Emilio Chapela


Por Pamela Ballesteros / @apoteosis_ | Marzo, 2015 

Juan Villoro escribió en Hay vida en la tierra: “Internet no pertenece al inconsciente, pero se le acerca bastante. Es un vertedero de mensajes impulsivos, que se adelantan a la razón, donde la realidad y el deseo se confunden. Ahí las palabras no siempre tienen que ver con los hechos”. Mensajes digitales que el trabajo de Emilio Chapela (México, 1978) busca abstraer a través de instalaciones y videos, que evidencian la influencia que los medios tecnológicos han ejercido sobre distintos contextos.

En una época en la que tenemos el mayor acceso a la información, la intención de Chapela es presentar aproximaciones globales respecto al fenómeno de internet, sin emitir juicios de valor o conclusiones, para dar espacio a la reflexión para el espectador. Actualmente presenta la exhibición Nueva Comisión Internacional de Límites, en el Museo de Arte Carrillo Gil.

01—¿Cómo surgió tu inquietud de trabajar a partir de la tecnología, específicamente con el fenómeno que representa internet?

Creo que tiene que ver con dos aspectos principales, el primero es que estudié comunicación en donde sin duda había un interés evidente en el tema, y la otra razón es que me ubico en una generación en la que crecimos con computadora pero sin internet, me tocó leer libros, por ejemplo. Al mismo tiempo creo que también hoy en día estoy muy cómodo con la tecnología, y al ser una herramienta cotidiana de mi vida, al mismo tiempo me permito detenerla para ser crítico. Soy como juez y parte.

02—Al tratar con un sistema tan extenso, complejo y en constante transformación, ¿cómo eliges la pregunta específica a trabajar, ¿cuál es el proceso para simplificarla en una pieza o instalación?

Me parece que los retos más importantes y más difíciles como artista, y del conocimiento en general, es simplificar. Usualmente comienzo por pensar una idea, la intento resolver buscando distintas maneras de acercarme a ella, y una vez que encontré una solución posible, suelo descartar cosas hasta llegar a la final. Al menos esa metodología he seguido.

La síntesis es un proceso muy importante en mi trabajo, la síntesis conceptual, la síntesis de los materiales, por ejemplo el tabique, la madera, el libro… respecto a internet el reto crece, porque hacer síntesis de un mundo tan complejo, inaprensible y con tantas voces resulta muy complicado. Internet es una conciencia colectiva a la que todos aportamos y a la que es imposible acercársele en su totalidad. Realmente con mi trabajo no estoy transformando nada, lo que hago es escoger pequeñas partes y extraerlas, aislarlas, sacarlas de su contexto y exponerlas, en ese momento cobran un valor distinto, se amplifican, se vuelven críticas.

03—En otras ocasiones comienzas tu producción con la adopción y análisis de la información, posteriormente, el proceso se va detonando por sí mismo. En un espacio en donde los datos —y las posibilidades— parecen ser infinitos, ¿qué papel juega el azar en tu producción?

El azar es un tema que me interesó desde que empecé a ser artista, y viene desde mi formación como matemático, siempre me ha parecido fascinante. Posteriormente empecé a estudiar a artistas como John Cage, pionero en incorporar la indeterminación en el proceso creativo.

Pero hoy en día la reflexión en mi trabajo es más en torno a los sistemas, parece azaroso pero en realidad responde a un proceso caótico. Todos cuando usamos internet dejamos una huella, y esa huella tiene sus propias reglas, un colectivo consciente e inconsciente. Quizá se podría decir que el azar es una estrategia, un método de trabajo, aproximarse a las cosas a través de la sistematización, la determinación y la indeterminación.

04—Internet acorta distancias y límites, nos provee de inmediatez —más no de precisión— y genera en nosotros una rutina como usuarios dependientes. ¿En qué medida esta dependencia condiciona nuestra experiencia y relación con el entorno?, ¿nos limitamos ahora a un contacto superficial, automático?

No lo sé, para mí es importante señalar ciertas cosas, quizá mi esfuerzo se orienta a que esa experiencia no sea tan automática. Creo que todos los días, confiamos una cantidad de decisiones a internet y a los medios tecnológicos, les confiamos por ejemplo qué compramos en Amazon, adónde vamos a través de Google, son numerosas las cosas que decidimos a partir del consejo de un algoritmo.

Sí, estamos poniendo demasiado en automático el asunto, pero la consecuencia de ello es lo que desconozco. Quizá la exposición puede funcionar como una invitación a tratar de profundizar, de escapar de prejuicios, de alimentar el círculo vicioso para poner atención en algo más profundo.

06—Me llama la atención tu pieza Adoctrinador político en donde una megáfono nos marca instrucciones y consignas automatizadas. La era virtual nos gobierna pero, al mismo tiempo, es el espacio que difunde la información más certera, ahí suceden diálogos, discusiones, incluso activismo. ¿Qué opinas de los méritos que ofrece internet?

La pieza del megáfono es difícil, es controversial, porque por un lado critica al borreguismo, como esa protesta sinsentido, y por otro lado, tiene una dimensión del lenguaje que refleja la incapacidad de una computadora de entender la comunicación humana, o de ser un mediador deficiente. Quizá critica más a esa protesta automatizada, sin embargo no se opone a todo el activismo que sucede en internet. Creo profundamente en que, internet puede ser una herramienta de transformación social, así como la misma fuerza que alimenta al prejuicio y estereotipo tecnológico, puede alimentar una transformación social.

07—Actualmente parte de la identidad individual se construye en internet, con ello me refiero a las redes sociales que se han convertido en una extensión de nosotros. ¿Crees que nuestra trascendencia está determinada o incluso condicionada por el medio digital?

Creo que ésta es una época que va a ser recordada por la transformación tan grande en los medios, quizá me equivoco, pero sí me parece que estamos en un momento que va a transformar absolutamente todo. Entonces, trascender como colectivo yo creo que sí, quizá está sucediendo tan rápido ahora que no lo sabemos, y seguramente nuestra identidad también, pero no sé cómo ni adónde, es una pregunta muy compleja. La reflexión sobre el avatar, sobre la idea de qué proyectamos, lo que queremos ser en nuestra persona de Facebook o Twitter, la hacía Marguerite Yourcenar «Las máscaras si te las pones demasiado tiempo se convertirán en tu rostro». Yo estoy seguro de que se está transformando nuestra vida diaria.

Nueva Comisión Internacional de Límites reúne siete años de trabajo del artista mexicano, se presenta en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta el 10 de mayo de 2015.

Foto: Gonzalo Morales.