Por Itzel Alonso / @aikossss | Enero, 2015
Dos años de reflexión y unos segundos en gravedad cero dan origen a La Gravedad de los Asuntos. Platicamos con los directores del proyecto.
01—¿Cómo surge la iniciativa de trabajar con el concepto de gravedad desde dos disciplinas aparentemente opuestas como el arte y la ciencia?
Nahum: Hace varios años The Arts Catalyst organizó los primeros vuelos parabólicos de gravedad cero para artistas. Se trataba de artistas con trabajos en solitario y no un proyecto en común, todos eran en su mayoría artistas de origen europeo. Faltaba insertar en esa discusión de arte, en gravedad cero, un capítulo latinoamericano-mexicano, que viniera desde otro contexto, desde otra perspectiva, y con experiencias previas: hacer un equipo y un proyecto en conjunto. Fueron dos años de preparación, desde que surgió la idea en papel al día de hoy, que estamos a punto de presentar la primera exposición. De este modo, se añade un punto de vista muy distinto a lo que se ha tratado en artes espaciales —un género muy especifico—, y lo estamos haciendo con artistas mexicanos, todos, con cierta experiencia en temas de tecnología, ciencia o medios.
Ale de la Puente: Trabajar con disciplinas aparentemente separadas, como el arte y la ciencia, comienza con un cuestionamiento sobre el entorno y la vida misma. Se trata de cuestionarse sobre el concepto específico de la gravedad y combinar ambos puntos de vista. Significa entendernos como seres vivientes con gravedad, con una explicación filosófica de la vida. Además, en el lenguaje está presente este sueño de decir: «quiero ser ligero, volar, echar a volar la imaginación». La ligereza la consideramos como un punto opuesto a la gravedad, como algo negativo y positivo; sin embargo, sin la gravedad no estaríamos aquí.
02—¿De qué manera la gravedad vincula el espacio cultural con el científico?
AdlP: La fuerza de gravedad, contestando metafóricamente, siempre jala hacia un mismo sitio. La gravedad cero es caída libre. Nosotros seguimos en caída libre pero no nos damos cuenta porque la Tierra nos detiene de caer. La ciencia y el arte caen hacia una misma dirección. Esa dirección es tratar de entender la pregunta original: ¿Por qué estamos aquí?, ¿quiénes somos? Darle sentido a la existencia.
La ciencia trata de contestar bajo el conocimiento teórico el porqué suceden las cosas, el origen del universo y cómo se comportan los cuerpos celestes. Y desde el arte, hay una explicación de sentido más filosófico, así, los cuestionamientos van desde otra perspectiva. La respuesta no necesita ser una respuesta, sino una pregunta pero todo se dirige hacia esa pregunta original: ¿Qué hacemos aquí?
03—El arte supone nuevas formas de producción y exhibición. ¿Qué implicaciones tiene este experimento interdisciplinario en la producción actual?
N: Yo creo que en este proyecto no estamos buscando ser la novedad, la pregunta es más amplia: ¿Qué hace un artista con tecnología de exploración espacial?, ¿porqué es importante insertar a artistas en una misión espacial? Nuestro trabajo es responder esas preguntas. Es importante tener diferentes miradas, y un artista es capaz de contribuir con la generación de nuevos significados e imaginarios, así como nuevas preguntas y nuevas perspectivas para entender un problema, un misterio. Al final se crean diferentes maneras de entendimiento. Y algo que aquí es fundamental es, precisamente, la apropiación de esa tecnología espacial para un fin completamente artístico. Después de dos años de investigación, y de trabajo en conjunto, se generan nuevas cosas; esas nuevas cosas se verán en la exposición de La Gravedad de los Asuntos.
AdlP: Pareciera que el proyecto en sí es nuevo porque es poco usual, pues se hace una exploración, se tiene una experiencia, y se hace una investigación teórica y práctica, nos entrenamos y demás. Sin embargo, en otro tiempo las expediciones se hicieron para ir a otros mundo y territorios, cuando todo el planeta aún no estaba mapeado y, los resultados de esas exhibiciones, no sólo generaron conocimiento científico, también estuvo presente la generación de arte.
N: Una misión espacial requiere diez años de planeación, en este sentido también es importante mencionar que son procesos de larga duración y esto representa ir en contra de la cultura popular, donde todo tiene que ser instantáneo, rápido, inmediatez y producto fuera. Aquí, al menos serán cuatro años hablando sobre la gravedad.
AdlP: Hay una paradoja. Nos preparamos dos años para unos segundos de gravedad cero, ¿cómo te preparas tanto tiempo para unos segundos?
04—¿Cómo fue desarrollar un proceso creativo en un ambiente espacial de gravedad cero?
N: En principio, fueron dos años de platicar con personas que tuvieron esta experiencia y que trabajan en ese ambiente, entender qué es la gravedad, conocer cuál es la trayectoria del avión, y tener una labor de relojería muy precisa. En ese instante de gravedad cero es tener todo listo. Y cuando crees que lo tienes todo solucionado, te das cuenta que es algo para lo que hubiese sido imposible estar preparado.
AdlP: Hay sorpresa, es desconcertante. La experiencia física y psicológica es demasiado fuerte y, aún así, tienes que seguir trabajando. Había un plan de vuelo y teníamos que seguirlo hasta que aguantara el cuerpo. Es difícil, te lleva a diferentes límites de existencia. Tampoco hay una noción de tiempo durante los momentos de gravedad cero. Fue complicado pero muy gozoso, disfrutable y extremo.
05—A partir de esta vivencia espacial, ¿hay alguna reflexión que vaya a detonar en su siguiente proyecto?
N: Sí, hay mucho aprendizaje. Es crecimiento y aprender para estar preparado para lo inesperado, lo desconocido. Otro aprendizaje es el involucrarse en el entorno científico; involucrarnos con los instructores en Rusia, los cosmonautas y médicos. Descubrir cómo abordan la gravedad desde diferentes disciplinas y formas de pensar.
AdlP: Hay un aprendizaje humano y aparece al estar dentro del vuelo, dentro de una situación extrema, ninguno hablaba ruso y no teníamos traductor durante la gravedad cero. Entonces te tienes que entender y puedes ver esa parte humana de cómo nos apoyamos y comunicamos. Dentro de la gravedad cero las diferencias se pierden y todos somos iguales, da lo mismo si eres cosmonauta, ingeniero, científico o artista.
06—Además de la exhibición de piezas, qué otras actividades se preparan para acercar al público La Gravedad de los Asuntos?
AdlP: Habrá talleres en el Centro de Cultura Digital y Sábados de gravedad, a partir de la inauguración. El primer taller titulado «La gravedad y la imagen» será impartido por Fabiola Torres-Alzaga. Todos los talleres tienen que ver con la gravedad y con sus proyectos de investigación, y serán impartidos por un artista con un invitado especial, que puede ser científico, ingeniero o especialista, con el fin de compartir el proceso de trabajo e investigación.
N: El programa de actividades es nacional e internacional. Tenemos tres exposiciones internacionales planeadas este año; una en Rusia, otra Eslovenia y una más en Estados Unidos. Posteriormente, vamos a publicar un libro que incluye textos de los artistas, de los asesores, curadores y científicos. Y por último hay planes de sacar un documental con todo lo que sucedió. La planeación de los próximos dos años serán actividades que acerquen al público al concepto de gravedad.
La Gravedad de los Asuntos integra el trabajo de Marcela Armas, Tania Candiani, Arcángel Constantini, Juan José Díaz Infante, Gilberto Esparza, Nahum, Ale de la Puente, Iván Puig y Fabiola Torres-Alzaga. Se inaugura el próximo 29 de enero y permanecerá hasa el 22 de marzo en Laboratorio Arte Alameda.
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