Marzo, 2015
El Round 15 de la Colección Versus de Tumbona Ediciones se titula Contra el arte contemporáneo, de Javier Toscano. Este ensayo se divide en tres caídas: la relación entre el arte y el contexto económico global, la suma de adeptos al circuito y las configuraciones de la subjetividad, consecuencia del propio sistema artístico.
Las condiciones de existencia de su análisis se basan en una tradición epistemológica, principalmente francesa y alemana, que sostiene que el sujeto contemporáneo se diluye en su propio narcisismo, al participar en una simulación donde la sociedad del espectáculo devoró al arte como instancia crítica y propositiva. La envoltura de dicho proceso es el mercado del arte, que modifica la propia práctica para servirse de ella: “la obra de arte deviene activo financiero, la orgía de la especulación alcanza niveles que rozan el trance místico.” En su análisis, Toscano no sólo refiere a compradores de arte que se sirven de él para especular en el mercado, obtener planes de ayuda fiscal y “lavar dinero”; también habla de la relación entre agentes privados e instituciones educativas, como cuando en 2008 la UNAM “abrigó la colección de arte contemporáneo del Grupo Coppel” para la exposición Las implicaciones de la imagen ,y la temporada en que el Centro Cultural Tlateloco mostró la Colección Blaisten.
Toscano sostiene que el arte contemporáneo, desde su producción hasta su venta, está atascado en la lógica del capitalismo contemporáneo, donde se ha vuelto imposible hablar de la singularidad de una obra de arte, viendo el fenómeno como un círculo sin salida. La singularidad, que produce el momento crítico, particular y de autonomía del arte, se anuló cuando el signo dio paso al simulacro; en dicho movimiento “el lenguaje no puede describir lo completamente singular, no es su función y, en última instancia, tampoco su cometido […] Por eso la teoría del arte no puede sino generar asociaciones de ideas, agrupaciones, conjuntos y directrices […] El discurso de lo artístico nace pues de la nostalgia de una unicidad perdida, o más bien: imposible”.
Ante la imposibilidad de la singularidad y en la estética de la simulación, Toscano sostiene que las obras de arte actúan como imágenes, en donde la equivalencia entre el signo y lo real anulan cualquier tipo de referencialidad, “las imágenes no aparecen solas, sino que son siempre ya una puesta en escena: el objeto que se elige, la carrera que se estudia, la vida que se lleva (lifestyle), la mercancía que se vende, etc., aparecen dentro de un contexto de consumo en el que toda elección mitiga una necesidad prefigurada, dentro de un mundo a la medida, prêt-à-porter.” Bajo esta perspectiva el artista ya no busca el parricidio de la forma y la situación social, esa búsqueda edípico-vanguardista es sustituida por el culto narcisista a la “personalidad-artista”, retomando un concepto de Boris Groys.
La opción que Toscano sostiene ante este paisaje de la debacle es un cambio de gramática, donde se exploren otro tipo de prácticas estéticas que no se encierren en “el palacio de cristal” del arte contemporáneo: “continuar con las exploraciones y los puntos de fuga, en proyectos complejos e híbridos que aludan a campos afectivos desde una diversidad de perspectivas. El abandono del campo de “lo artístico” debería ser para estas iniciativas una misión, incluso cuando ese haya sido su punto de partida”. Es decir, en caso de que haya quien siga apostando en el terreno del arte, debería sólo hacerlo como medio para dirigirse a la puerta de salida y empezar a bordear otras zonas de producción creativa.
Contra el arte contemporáneo sostiene como hipótesis la ineficacia del arte para generar otros tipos de imaginarios. Para el autor, el hecho de que no pueda producirse singularidad en las piezas y proyectos de investigación artística, anula cualquier posibilidad de accionar otro tipo de subjetividad. Sus hipótesis tocan susceptibilidades, que más que generar oposiciones, se vislumbra una posibilidad de intercambio y diálogo sobre los entronques y problemas que esta publicación saca a relucir. Por ello GASTV propone el abordaje de esta discusión a través de “Subjetividades en circulación en el arte contemporáneo”, una mesa que estará integrada por Javier Toscano, Tamara Ibarra, Christian Gómez e Irving Domínguez. Se discutirán tres puntos: 1) Sobre lo local. ¿Cuál ha sido el tránsito de las prácticas artísticas de los años noventa a la época actual? 2) Sobre convergencias y discrepancias. ¿Qué tipo de diálogo se puede establecer entre prácticas artísticas destinadas para un mercado y aquellas que se abren a otros campos políticos y comunales. 3) Sobre subjetividades. ¿Hasta qué punto el arte es capaz de generar quiebres en la naturalización de la subjetividad actual?
Todos invitados. Reciban saludos.
Sandra Sánchez
Moderadora
Con el fin de enriquecer la discusión del Conversatorio I: Subjetividades en circulación, se sugiere leer:
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*El conversatorio se llevará a cabo el martes 7 de abril a las 19:30 hrs en Zona de Desgaste. La entrada es libre y con previa confirmación al email pamela@gastv.mx. Por motivos de espacio, una vez confirmada la asistencia, se responderá con la dirección del lugar.
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