Por Victor Méndez / @vichoamino
¿Cuántas veces nos preguntamos sobre la eficiencia en nuestras tareas diarias? Principalmente en el trabajo, donde se cumple con un horario establecido, pero que muchas veces no se contabiliza la actividad productiva en ese número de horas.
Lucas Neumann, un estudiante de diseño, se lo ha cuestionado y parte de la idea de obtener mejores respuestas en lo laboral. Se plantea un futuro donde los aparatos electrónicos puedan ayudar a organizar el trabajo, a traducir el esfuerzo y la productividad en algo tangible. Bossy es un asistente de escritorio que tiene como objetivo definir qué es lo que hay por hacer y terminar el trabajo en el menor tiempo posible.
Y es que el laborar largas horas se traduciría en resultados más óptimos, pero casualmente la realidad es opuesta, la productividad se reduce y la calidad del trabajo es pobre. Y en consecuencia se devienen problemas de salud que afectan a la persona.
Bossy está diseñado principalmente para trabajadores autónomos, gente con horarios flexibles que podrían ser más propensos a perderse en un sin fin de actividades. Sin embargo, debería ser útil para cualquier persona que pasa horas frente a una computadora y que frecuentemente no logra concentrarse en lo que debe hacer. Bossy es una herramienta física y no una aplicación para computadora, ya que al comenzar a organizar nuestro día en el teléfono o en la computadora, es probable encontrarnos con un foco de distracción mismo. Además, al tener todo en un mismo sitio dejamos de prestar atención a algo en particular.
Neumann menciona que la mayoría de la gente requiere de alguien que esté todo el tiempo cerca, por tanto Bossy es un recordatorio constante de esa lista de cosas por hacer, crea una relación cercana con el usuario. El dispositivo se conecta con su agenda del día y prioriza las tres tareas principales. Una vez concluida cierta actividad se presiona un botón y se registra el progreso en una aplicación independiente, donde se presentan las recompensas a medida que se mejora. Con el tiempo, el usuario aprende a cómo ser más útil y a cómo distribuir su tiempo.
Bossy fue creado para un concurso en donde se buscó dar solución a la forma en la que se trabajará en el futuro. El proyecto, entonces, es una prospectiva a 15 o 20 años, pero en teoría ya podría aplicarse y algunas empresas buscan hacerlo realidad pronto.
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