Por Victor Méndez / @vichoamino
Pocas veces el diseño ataca problemáticas tan puntuales como viajar por horas dentro de un transporte en el que la mayoría del tiempo, por seguridad, se debe permanecer sentado, y en el que la comodidad del usuario es esencial. Las limitantes son muchas, pero es el tamaño de los asientos una de las más importantes. El siguiente producto trata de ofrecer una solución, una solución tal vez fallida.
Noyberg Idan y Gal Bulka, diseñadores recién graduados del departamento de diseño industrial de la Bezalel Academy of Art and Design en Jerusalén, Israel, crearon B-Tourist, una banda elástica ajustable para distintos asientos de avión (aunque igual se puede utilizar en trenes o en autobuses). El proyecto busca delimitar el espacio del viajero y ofrecerle cierta privacidad. Las pocas actividades que se pueden realizar dentro de un avión como comer o leer, se harían sin ser “molestado”. La comodidad es una de las apuestas, es por eso que esta tira se coloca de forma tal que es posible recargar la cabeza y funciona como almohada. Además la estructura cuenta con un bolso lateral para depositar objetos que son importantes, como dinero o unos lentes. B-Tourist es fácil de montar entre los asientos y su ajuste depende de una serie de anillos plásticos que rodean la banda y le dan el ancho deseado.
Como siempre lo he mencionado, no es posible evaluar un diseño sólo por los renders o las imágenes, es necesario usarlo para comprobar su eficiencia. Sin embargo, este proyecto ha causado distintos comentarios, la mayoría poco alentadores, pero que no se enfocan en la función del tejido elástico, sino en las repercusiones de la dinámica social dentro del avión. Entre los contras que se mencionan está la incomodidad que genera a la persona de junto, si quiere ir al baño resulta imposible, o a la persona de adelante, que no le gustará tener esta banda detenida sobre su asiento y tener que recargar su cabeza sobre ella. Tal vez suene exagerado pero son comportamientos posibles.
Otro de los comentarios hace mención a las normas de aviación, ya que este producto puede obstruir las salidas de emergencia o dificultar el libre tránsito en una situación de peligro. Pero de todo lo anterior hay uno que destaca: es muy probable que esto no sea una problemática como tal, más bien es la incapacidad de ser tolerantes al compartir un espacio y se busca poner barreras para resguardarnos y no tener que socializar. Esta opinión es totalmente cierta. En conclusión, a simple vista es interesante, incluso parece una buena idea, pero después de analizarlo un rato resulta inútil. ¿Ustedes qué opinan? Comenten abajo en el chat de Facebook y díganos qué impresiones tienen.
Suscríbete a nuestro
NEWSLETTER