Archivo para el agosto, 2018

La nube y la tempestad, de Derzu Campos

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Galería Breve presenta La nube y la tempestad, de Derzu Campos (México, 1980). Exposición que integra una serie fotográfica y una proyección como visiones de un futuro post apocalíptico que exploran el tenue puente entre el decurso de la historia y la especulación del porvenir, empleando realidades históricas y de ficción.

Para la producción, Campos generó un archivo de fotos de edificios brutalistas que editó para borrar cualquier rastro humano y natural, mismas que posteriormente imprimió y escaneó para lograr una distorsión. Estos escenarios explora la relación entre la historia sin nostalgia y el porvenir sin expectativas.

La nube y la tempestad pone en entredicho la concepción del “destino” y confronta al espectador con las promesas no cumplidas del elusivo reino utópico.

Abierta hasta el 15 de septiembre de 2018.

Imagen: Cortesía Galería Breve.

Naturally, en Lulu

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Lulu presenta Naturally, colectiva pictórica que integra el trabajo de Lorena Ancona, Christian Camacho y Lucía Vidales.

La exposición se desenvuelve bajo los conceptos de naturaleza, cuestionando qué es natural o qué es lo natural para la pintura. Bajo este contexto, cada artista aborda estos conceptos desde su práctica personal.

Lorena Ancona lo hace a través de la cerámica, Christian Camacho reta la bidimensionalidad de su medio y presenta una selección de trabajos tridimensionales, mientras que Lucía Vidales presenta una serie de trabajos en donde su denso proceso de hacer marcas parece casi adquirir una vida orgánica propia.

Naturally permanece abierta hasta el 15 de septiembre de 2018.

Foto: Lulu.

Studio visit | Christian Camacho

Posted by

Por Fernando Pichardo | Agosto, 2018

Llegué a la colonia Irrigación tras más de cuarenta minutos en el tráfico de las 6 en Polanco. Con sus casas de dos plantas y camellones amplios, se trata de una zona de la ciudad donde los efectos de la gentrificación y el desarrollo inmobiliario no han sido tan severos como en otras áreas vecinas.

Estaba por llover. Me encontré con Christian Camacho (Estado de México, 1985) afuera de una casa sesentera y posteriormente subimos las escaleras del edificio para dirigirnos al antiguo cuarto de azotea, desde donde se veían los árboles de la Glorieta de Presa Salinillas. 

El cuarto tiene una ventana hacia el oriente que prácticamente corre de piso a techo, misma que permitie el acceso de luz natural durante buena parte del día. Al interior los lienzos, caballetes y novelas ocupan todo mueble y espacio disponibles. Christian comenta que en un principio la elección del lugar respondió a su proximidad con el Museo Jumex, donde trabajó hasta el año pasado cuando decidió dedicarse de lleno a su carrera como artista. Pero conforme la conversación avanzaba, descubrí que el espacio tiene otras cualidades que lo convierten en un terreno fértil para la proyección de su obra.

Me di cuenta que el espacio es idóneo para su producción porque es posible observar distintos tipos de luz en el transcurso de las horas. Incluso, al anochecer el ambiente genera efectos de color que se reflejan sobre los objetos presentes. Más allá de servir únicamente como una herramienta que posibilita la producción de obra, en el caso de Christian la luz es desde donde emana su propia percepción de la pintura.

Para él la luz es una materia con espíritu propio que al ser conjuntada con referencias históricas, literarias e iconográficas, libera expresiones que le ayudan a consolidar su propio imaginario. Entiende su obra como la interacción de energías con implicaciones múltiples que ha condensado bajo dos conceptos inspirados en el pensamiento del autor estadounidense Nathaniel Hawthorne: luz solar, que se manifiesta a través de lo pictórico; y luz lunar, manifestada a través de lo escultórico.

Lo anterior ha resultado en obras donde se conjugan ambas fuerzas. Por un lado responden cuestionamientos e inquietudes que Camacho tiene sobre el arte, y por otro abren el diálogo y la interpretación a quienes las observan. Son intentos por mostrar las contradicciones de los órdenes que rigen nuestra realidad y obtener sistemas coherentes a partir de ello.

El posicionamiento de la atmósfera como un elemento protagónico no es un concepto nuevo. Durante la plática Christian reconoce que gran parte del imaginario que ha creado deriva de la tradición artística del siglo XIX, particularmente del Romanticismo, período caracterizado por el acercamiento a la naturaleza como una fuerza inconmensurable. Este interés surgió a partir de su acercamiento a la obra de John Constable cuando aún era estudiante en La Esmeralda, trasladándose hacia otros campos del período como la literatura y la poesía.

Inicialmente me resultó difícil entender este referente, pues pareciera que su lenguaje pictórico se enfoca, sobre todo, a la abstracción. Sin embargo, Christian me explicó que su propia economía cultural le ha servido para reinterpretar y trasladar conceptos verbales o escritos hacia la plástica. Internet y su hiperconectividad han yuxtapuesto imágenes y textos a tal grado que en su caso le permiten crear una pintura donde todos sus componentes operan de manera horizontal.

Nunca ha sido su intención que estas transcripciones de pensamientos e imágenes se concreten de manera explícita en la pintura que realiza, pero sí que recuerden sensaciones que se pueden percibir en la visualidad de otras épocas. «Tiene un buen rato que estas referencias se mezclan ante la necesidad de recurrir a ciertas ideas. No hay necesariamente una más actual que otra. Podríamos decir que son simultáneas a este montón de ideas que producimos», me comenta.

Por otro lado, noté que el blanco tiene una presencia destacada en el estudio. Es una especie de traslación de los principios creativos del artista hacia términos arquitectónicos, como en la exposición Habla casa dinos tu nombre que montó junto con Eric Valencia y Boris Gross en Galería Ladrón en 2016. Pero a diferencia de aquella ocasión, donde Christian usó soportes y objetos que filtraban la luz, aquí el artista configuró un área donde este color forma parte de su cotidianeidad en los muros, en las puertas, en la luz que ilumina el taller y en los trazos de óleos inconclusos.

De esta manera, el estudio también homenajea a Emily Dickinson, uno de los personajes que más ha influido a Christian al concebir la pintura. Basándose en la visión de la autora, el artista sostiene que el blanco le ha permitido proyectar aspectos de la realidad y la vida humana que para la mayoría de las personas resultan imperceptibles, irrelevantes o inexistentes. Es una plataforma que, a manera de anagramas «[…] permite poner atención a pequeños cachitos de algo para adquirir un sentido».

A propósito de lo casi ausente, Christian mencionó la serie de proyecciones que mostró en ESPAC hace un par de años para la muestra Como fantasmas que vienen de las sombras… Y en las sombras se van. En esa ocasión se proyectaron haces lumínicos que pasaban por un espejo del mismo tamaño que el elemento que emanaba. Aparecían y desaparecían en diferentes partes de la instalación en forma de cueva, generando formas anímicas capaces de viajar a través del entorno: «Toda esa idea de hacer sombras blancas, de que las piezas fueran una proyección sin pantalla ni lugar específicos, surgió de ahí. Me ayudó a crear una mitología en mi mente: mi pintura nace de esos poemas».

Uno de los puntos que Christian recalca es que su producción apela por abrir nuevos campos de interpretación. Considera que adjudicarle a sus obras una interpretación política sería sacarla de contexto, aún cuando admite que en el panorama contemporáneo es cada vez menos aplicable.

«Mucha de la literatura que me ha hecho pensar sobre el arte tiene operaciones políticas, pero es un lugar donde no he querido caer, al mismo tiempo, me ha hecho sospechar que parte de lo que hago tiene una apelación discursiva. ¿Por qué no autorizar a la imaginación que condujo esto y difundirla como una serie de postulados?».

Después de conversar durante un par de horas, me dispuse a recorrer el espacio para conocer las obras en proceso de ser concluidas. En este punto le pregunté cómo sabía cuando una obra estaba lista:

«Eso es lo difícil, tienes que hacer un diálogo contigo mismo; es como aprender a reconocer el primer momento donde tienes hambre o tienes sed. Mis obras son como juegos y cuando termina el juego termina la pieza. A veces la cago y no tiene solución, pero ese momento forma parte del proceso. Es un ejercicio loco de dejar tu pintura en paz y eso trae consigo una plástica muy extraña».

Fotos de estudio: Elic Jacob Herrera Coria para GASTV.

Imágenes de obra: christian-camacho.com 

Mutaciones, en Casa Equis

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Casa Equis presenta Mutaciones, exposición individual que da cierre a la residencia de Andrés Gamiochipi (México, 1988). A través del collage, el artista produjo un bestiario integrado por un centenar de piezas que proponen animales híbridos cuyo material de origen se halla en ilustraciones científicas, monografías y publicaciones especializadas.

Cada una de las piezas mezcla diversas partes de animales y plantas de distintas especies y ecosistemas. De esta manera, cada «bestia» con una nueva morfología representa un rol y posición diferentes en sus posibles entornos, así como en la jerarquía de habilidades y competencias.

Mutaciones será un ejercicio abierto al público únicamente los días 30 de agosto y 1 de septiembre de 2018.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Imágenes: Cortesía Casa Equis.

El triángulo invertido: complicidad afectiva, por Andrea Bravo

Posted by

Agosto, 2018

A principios de agosto en una madrugada fría del invierno porteño, los senadores argentinos votaron en contra de la propuesta de ley para despenalizar y legalizar el aborto después de meses de debate intenso dentro y fuera del Congreso. Una semana antes, en el verano de la Ciudad de México, Ad Minoliti (Buenos Aires, 1980) inauguró Modelo colectivo para una institución afectiva (ensayo no. 1) en la Sala de Arte Público Siqueiros en el marco de Proyecto Fachada. La propuesta es una intervención feminista que viste el muro principal de la SAPS con un triángulo verde invertido de la misma manera que miles[1] de pañuelos verdes pintaron la ciudad de Buenos Aires durante los últimos meses acompañando el debate en apoyo a la legalización.

***

En Argentina, la historia del triángulo de tela como símbolo de comunidad y movilización femenina se remonta a finales de los setenta cuando las Madres de Plaza de Mayo plantearon el uso de pañales/pañuelos blancos para visibilizar y compartir su tragedia. Durante los años de dictadura el pañuelo blanco se usó como símbolo de lucha política obstinada y complicidad afectiva. En los primeros años de los dosmiles las militantes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Argentina retomaron la figura del isósceles en el XVIII Encuentro Nacional de Mujeres[2] para representar la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres y cuerpos gestantes. Se dice que lo pintaron de verde porque ese color no estaba tomado por otros movimientos.

Desde entonces los «pañuelazos» han sido frecuentes en las manifestaciones feministas en Argentina con eco en otras partes del mundo, sobre todo, a partir del movimiento Ni Una Menos en junio de 2015. Sin embargo, desde febrero de este año cuando se habilitó el debate sobre la legalización del aborto en el Congreso, la figura del pañuelo verde dio un giro más en la historia de su adopción. Conforme las fechas de votación se acercaron,[3] la presencia de los pañuelos se reprodujo exponencialmente en las mochilas, muñecas y cuellos de las argentinas haciendo evidente que el feminismo de hoy es un movimiento joven, diverso y masivo. En ese pedacito de tela —que se consigue por 50 pesos en cualquier esquina de la ciudad— se concentran y comparten las quejas, demandas y fantasías de una sociedad que ya no da más con las condiciones desiguales y violentas que perpetua el modelo patriarcal. El pañuelo verde en las calles materializa el placer de estar juntas, el deseo loco de experimentar con libertad el cuerpo propio y la fantasía de gozar sin miedo.

***

Una tarde en su taller, Ad me cuenta que desde hace casi una década, tomando como referente el movimiento Madí y el Arte Concreto, se ha plantado desde el lenguaje geométrico y la abstracción para deconstruir un discurso que piensa el género en términos binarios, además de permitir abrir un espacio de representación a todos los cuerpos que quedan fuera de los márgenes del pensamiento moderno. En este marco, la argentina se ha valido de la densidad formal e histórica del triángulo para descolocar las ideas tradicionales del cuerpo, el placer y las sexualidades. La simpleza de tres líneas que se acarician apenas con la punta le permite proyectar sobre su área imaginarios de cualquier tipo.

Con el provecho de la feliz sincronía, en Modelo colectivo para una institución afectiva Minoliti traslada el espesor discursivo del pañuelo verde a la fachada de la SAPS con la intención de visibilizar y revertir las formas verticales y patriarcales que aún moldean también a la esfera del arte. El gesto no es menor si se considera que el espacio es una trinchera importante del muralismo —figurativo y masculino— que arrancó hace casi un siglo. Con el objeto de hacer la crítica más incisiva y llevarla de la fachada a las salas, la intervención cruza la puerta y propone también la ocupación sensible de la sala de lectura así como la tienda del museo.

El feminismo que se ha gestado en los últimos años está lejos del de las olas académicas de otras décadas que buscaban un lugar en el mundo de los hombres. El movimiento del pañuelo verde es popular y está representado en su mayoría por una marea de adolescentes que habita las calles y tiene ganas de transformarlo todo. Este movimiento se pinta la cara con diamantina y opera con el espíritu de sororidad,[4] asambleísmo y colaboración como principales estrategias de acción política y resistencia. Siguiendo esta línea, la propuesta de Minoliti para la tienda del museo apela a una ocupación feminista en la que el trabajo personal se hilvana para crear un tejido sólido y público que les permite a las productoras abrirse los espacios y generarse oportunidades que el contexto todavía no ofrece.

Bajo la idea de generar una microeconomía feminista, Ad Minoliti convocó de boca en boca a diseñadoras, editoras, fotógrafas y activistas para vender sus productos sin más criterio de selección que las ganas de participar. En esta dinámica, que toma como referente el proyecto Kiosco de Artistas (KDA) de Diana Aisenberg, cada una de las más de treinta productoras es retribuida con el 100% de las ganancias generadas por sus productos. La acción, que es simbólica por su temporalidad y alcance, tiene potencia en tanto que se presenta como una alternativa para remontar las discriminaciones y la representación desproporcionada de mujeres artistas en los circuitos comerciales, pero también, en los concursos, colecciones, ferias, premios y curadurías artísticas.

Por otro lado, para la sala de lectura Minoliti propone sustituir los materiales de consulta habituales (lecturas intelectuales de la izquierda latinoamericana) por fanzines color pastel, manuales do it yourself y otras publicaciones flamantes de editoriales independientes que también se venden en la tienda. El canje de textos subraya la obsolescencia de un paradigma que proyectaba ideales —revolucionarios en su momento, pero mezquinos para el nuestro— de un puñado de hombres retratados en blanco y negro con pinceles en la mano. En contrapunto, la literatura propuesta es de autorxs de cabellos decolorados y sexualidades fluidas que miran otras formas de identificarse, amar, producir y acumular. Su discurso se construye poniendo en tensión la protesta y la imaginación. Se recrimina toda herencia patriarcal y se imaginan paraísos geométricos.

***

En tiempos en que el reordenamiento de los roles de género sigue sin ser equitativo,[5] es necesario que la queja aparezca en todos lados: el museo, la calle, la casa, la cama… para hacer evidentes los actos de opresión naturalizados. Es importante desarrollar estrategias que evadan las acciones igualitarias como gestos de amabilidad. Es imprescindible, también, dar lugar y saber nombrar a los otros cuerpos que históricamente han estado fuera de los marcos de representación. Funciona estar juntas y estar juntes, apostar a la estética del compañerismo y colgarse un pañuelo verde. Para discrepar la violencia desde cualquier nivel —desde la violencia por omisión hasta la física—, es trascendental discutir desde nuestra cotidianeidad las heridas que ha perpetrado un modelo ideado y dominado por un sólo género, y que señalemos además lo que hace falta por lograr. Este es el momento de exigir.

Pero, no será posible transformar las corporalidades y subjetividades si no se toma en cuenta a todas, todes y todos los cuerpos. En las disputas siempre hay alguien que gana y alguien que pierde, por lo general el perdedor siempre pide la revancha. Para hacer una revolución comencemos a pensar cómo habilitar un diálogo político y estético que hoy se percibe imposible. Mientras llega el momento, ocupemos los espacios públicos y privados de México, Argentina y del mundo, juntas y con nuestros pañuelos verdes.

— —

[1] El cálculo no es exacto, pero se dice que se llegó al millón.

[2] Los Encuentros de Mujeres en Argentina son experiencias únicas. Se llevan a cabo cada octubre desde hace 33 años en diferentes ciudades del país como asambleas de diálogo horizontal donde se comparte y debate la experiencia de ser mujer en el mundo.

[3] Los diputados votaron a favor de la ley otorgando la media sanción el 13 de junio 2018 con 129 votos a favor, 125 en contra, uno ausente y una abstención. El 8 de agosto del mismo año los senadores rechazaron la ley con 38 votos en contra y 31 a favor.

[4] Para Marta Dillon el término sororidad no es pertinente para nombrar el fenómeno, pues se deriva de una categoría femenina formateada por el imaginario patriarcal que no cuestiona lo que significa ser mujer. La palabra surge en los claustros de mujeres en contrapartida al concepto fraternidad (que se refiere a la asociación de frailes).

[5] Los movimientos feministas se han diversificado y transformado de manera significativa en los últimos años mientras que las masculinidades, a nivel general, se han quedado estáticas.

— —

Andrea Bravo es editora y gestora cultural. Su trabajo se centra en los espacios de cruce y diálogo entre arte, diseño, moda y artesanía en Latinoamérica. Actualmente cursa el posgrado en Sociología del diseño en la Universidad de Buenos Aires.

De lo líquido del agua; allí donde otros han fracasado yo no fracasé

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Museo Universitario del Chopo exhibe De lo líquido del agua; allí donde otros han fracasado yo no fracasé, instalación de Marek Wolfryd dentro del espacio 10,000, de Armando Rosales.

En 2006 Rosales creó 10, 000, un espacio para exposiciones con la caja de obra que perteneció al artista venezolano Carlos Cruz-Diez. Con el cajón básico de madera, el proyecto funciona como galería autocontenida y nomádica que se traslada de un punto a otro para repensar el ejercicio económico, las políticas de exhibición y los proyectos de sitio específico donde se ancla.

En De lo líquido del agua; allí donde otros han fracasado yo no fracasé, Marek Wolfryd interviene este dispositivo a través de una revisión propia del geometrismo líquido. El resultado es un prototipo de hábitat acuático, dulce y tropical, que cohabita por primera vez con un museo y detona preguntas sobre el flujo de valores en los que se desenvuelven condiciones creadas especialmente para albergar prácticas artísticas, sus potencias y sus contradicciones.

De lo líquido del agua; allí donde otros han fracasado yo no fracasé permanece en exhibición hasta el 28 de octubre de 2018.

Imagen: Cultura UNAM.

El cordón umbilical retiniano: III. Ontologías Pictóricas

Posted by

Por GASTV | Septiembre, 2018

ESPAC presenta Ontologías Pictóricas, tercer montaje del proyecto El cordón umbilical retiniano a cargo de Willy Kautz.

Para esta ocasión, las piezas seleccionadas abordan las problemáticas pictóricas relacionadas con el trampantojo, el realismo, la historia de la pintura y la autorepresentación. Así, la exhibición hace un ejercicio de autoexploración donde se cuestiona la relación entre los procedimientos de la representación en función del tema representado y la realidad.

Se reúne el trabajo de Cecilia Barreto, Luis Carlos Barrios, Leonora Carrington, Miguel Covarrubias, Alberto Ibáñez Cerda, Circe Irasema, Yishai Jusidman, Uriel Márquez, David Miranda, Luis CarreraMaul, Néstor Quiñones, Héctor Quiñones, Omar Rodríguez-Graham, Melanie Smith, Lucía Vidales y Boris Viskin.

Ontologías Pictóricas se exhibe hasta el 22 de septiembre de 2018.

Foto: Cortesía ESPAC.

Anodino, de Carlos Iván Hernández

Posted by

Por GASTV | Octubre, 2018

Casa Wabi Santa María la Ribera presenta Anodino, de Carlos Iván Hernández (México, 1984). El trabajo del artista surge de búsquedas y recorridos en su entorno personal y laboral, que se transforman en objetos de estudio para evidenciar problemáticas mayores como la violencia, las desapariciones forzadas y la migración, entre otras situaciones sociales de los estados del norte del país.

Bajo la curaduría de Alberto Ríos de la Rosa y museografía de Sofía Gómez de Parada, Anodino integra dos esculturas, siete fotografías y 20 transparencias, tomadas entre 2010 y 2015. Despojo, por ejemplo, es una serie que retrata construcciones y objetos encontrados por Hernández en su estado natal, Sonora. De esta manera, las fotografías se convierten en referencias y anti-monumentos que remiten a la construcción de la historia a partir de imágenes e hitos no siempre claros.

Por su parte, Estado de Naturaleza es una pieza de dos esculturas que retoma las premisas de economía de materiales y desplazamiento. Es así que el artista reconfigura las relaciones políticas e históricas con su entorno para exponer cómo los espacios naturales, modificados por transformaciones irreversibles, se convierten en espacios uniformes.

Hasta el 14 de octubre de 2018.

Foto: Cortesía Casa Wabi.

Concurso Arquine: Pabellón MEXTRÓPOLI 2019

Posted by

Por GASTV | Noviembre, 2018

Desde su primera edición, Concurso Arquine ha sido una plataforma de discusión reflexiva sobre temas urbanos. En su número 20 convoca a la construcción de un pabellón que materialice ideas y conceptos innovadores como espacio público, abierto e interactivo entre arquitectura y ciudadanía, además de producirse con materiales reciclables.

La convocatoria está dirigida a arquitectos, diseñadores, urbanistas, sociólogos y estudiantes de arquitectura y/o afines nacionales e internacionales. La obra ganadora tendrá lugar en el Centro Histórico de la Ciudad de México en el marco del Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI, que en su edición 2019 llevará como título «¿Te imaginas diseñar un pabellón para más de un millón de personas?». 

Las inscripciones para Concurso Arquine están abiertas hasta enero de 2019.

Imagen: e-architect.

Studio visit | Lucía Vidales

Posted by

Por Alfonso Santiago | Agosto, 2018

La primera vez que visité el estudio de Lucía Vidales (México, 1986) fue en una parrillada en el espacio que comparte con Christian Camacho. A pesar de que era tarde, el estudio aún estaba iluminado por el ventanal que da a un patio en un tercer piso en la colonia Irrigación de la Ciudad de México. Meses después, tuve la oportunidad de volver para platicar con Lucía.

Lo primero que llama mi atención es la gran cantidad de obras dispuestas en el espacio. Un muro de casi tres metros de alto muestra lienzos en pequeño y mediano formato organizados a manera de retícula, en la que las piezas se ensamblan como si fueran parte de un gran políptico. Además de las obras en el muro, hay bastidores recargados en el suelo y lienzos sin tensar, uno frente al otro. La naturaleza cargada de las pinturas y las distintas capas de materiales se complementan con el entorno.

Sobre una de las mesas hay un par de piezas en pintura modelada directamente, sin un soporte. Éstas son creadas horizontalmente y tardan mucho tiempo en secar completamente, incluso podría pensarse que están formadas a partir de los residuos de pintura que terminaron acumulándose en la mesa, mostrando la materialidad de la pintura, formando una especie de piel pictórica blanda y flexible, conformadas a partir de fragmentos y acumulaciones.

Me vienen a la mente las exposiciones de Lucía que he visitado en Biquini wax y Edison 137, también las imágenes de otros proyectos en los que ha participado y que he visto en internet. Comenzamos a platicar sobre la diferencia de las obras en el estudio y lo que sucede en distintos espacios de exhibición. Pareciera que el estudio es el lugar idóneo para mirar sus piezas por la naturaleza sobrecargada de las pinturas y capas de materiales que dejan ver el proceso mediante el cual fueron realizadas.

El trabajo de Lucía Vidales es una exploración sobre las propiedades matéricas de la pintura, a través del complejo entramado de personajes, referencias, figuras antropomorfas y miembros amputados en los que los materiales que forman las pinturas son tan evidentes como las figuras representadas. Sus pinturas están repletas de detalles, degradaciones y juegos cromáticos que exigen una mirada lenta.

Al mencionar algunos proyectos me cuenta de Brlbrlbrlbrlbrlbrl, exposición en Biquini Wax en 2017 y que no era la que originalmente iba a presentar, pues hubo una confusión: “Me equivoqué y no fui a una junta en la que repartieron los espacios, cuando llegué a montar pasamos toda la noche decidiendo la ubicación de las piezas. Llevaba alrededor de treinta, de las que seleccionamos sólo siete; ni siquiera la imagen que usamos para la invitación quedó en la selección final. Dispusimos las pinturas de acuerdo al cuarto, a las capas de pintura vieja y a la iluminación; las lámparas de led cortaban el espacio en triángulos y quería jugar con toda esa información contenida en los muros. Al final me dijeron que me había equivocado y tuve que ir, desmontar y montar una nueva exhibición en el espacio que sí me correspondía, esa fue la que abrió al público”. Entre risas, Lucía afirma que la exposición que nadie vio le había gustado más.

Así como el proceso de los montajes en Biquini Wax, Lucía acostumbra llevar una selección para encontrarle lugar en el espacio a exhibir, a veces para darle toda la atención o para armar una retícula en la que las obras se afecten entre ellas, de manera similar a lo que sucede en el estudio.

En el estudio las obras están organizadas no de acuerdo a cómo lucen, el “acomodo” responde a las necesidades de la artista: las pinturas se encuentran mucho más accesibles para mirarlas de cerca mientras continúa trabajándolas y están más alejadas cuando hay que entender cómo se relacionan con las otras que las rodean. A veces le sirve llevarlas a casa para “dejarlas descansar”, ahí entran en una especie de incubadora, otras veces salen del estudio y cuando regresan vuelve a trabajar en ellas, y en ocasiones entran a un estado de tiempo suspendido, como si estuvieran potencialmente inacabadas.

“Al igual que la organización de las piezas, la disposición de las mesas y el caballete están adaptados a mi cuerpo, no sólo a la mirada”.

Al conversar sobre espacios de exhibición más neutros, Lucía considera que cuando un ojo externo pone atención a las piezas se detonan situaciones que ella no habría imaginado. Es decir, con sólo cambiar la ubicación de una pintura o poner una obra junto a otra, esa mirada ajena expande posibilidades que no suceden en el estudio.

Por ejemplo, para El tiempo que nos pudrirá, en Edison 137, Lucía hizo una selección de piezas a partir de largas conversaciones sobre el tiempo y sobre las maneras en las que la pintura se relaciona con él, incluso más que con el espacio. La conversación continuó durante el montaje y así fue que una de las “pieles” con forma de dentadura se montó flotando sobre los visitantes, saliendo de la horizontalidad que la vio solidificarse.

Otro ejemplo es Tiger-Poems & Songs for Hurricanes, una colectiva presentada este año en Travesía Cuatro en Guadalajara, para la que llevó cuatro piezas que estuvo observando durante varios meses. Estas pinturas habían estado enmarcadas en la cotidianeidad de Lucía y fueron las decisiones de Andrés González, curador de la muestra, las que le dieron un nuevo aire: Dos pinturas pequeñas se montaron solas en un gran muro gris, y otras cinco se colocaron a una altura mucho más baja de lo que se acostumbra en un espacio de exhibición.

El próximo 25 de agosto abre Naturally en Lulu, con trabajos de Lucía, Lorena Ancona y Christian Camacho. “Durante las visitas de estudio de Chris Sharp había muy pocos espacios vacíos para mirar las piezas aisladas, por lo que tuvimos que poner un pedazo de tela sobre la mesa para generar un ambiente neutro y limpio. Chris colocaba las piezas, las giraba y miraba junto a otras mías y de Christian. Al final llevaré seis, no estoy segura cuántas terminarán en la exposición”. También, Willy Kautz integra obras en Ontologías pictóricas en ESPAC. “Me gustó que Willy seleccionó obras del año pasado con obras muy recientes”, me comenta.

Más que trabajar en “proyectos” la práctica de Lucía es una apuesta por motivos recurrentes y exploraciones matéricas como una constante.

En su estudio ocurren muchas cosas. Mientras trabaja simultáneamente en varias pinturas, otras tantas siguen secándose y alrededor de ellas suceden las distracciones, las conversaciones y todo eso que se queda cuando las piezas salen del estudio; no sólo el mobiliario o el espacio que las rodea, sino también las huellas de los materiales y del paso del tiempo.

Fotos de estudio: Alfonso Santiago.

Fotos de montaje: Cortesía de la artista.

Imágenes de obra: PortaVoz.

Telón de boca, de Pia Camil

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

En octubre de 1980 se llevó a cabo el primer tianguis de música en México, programado para durar un mes pero que permaneció hasta 1982 en las instalaciones del Museo Universitario del Chopo, lo que convirtió al espacio en punto de encuentro sabatino para intercambiar publicaciones, discos y escuchar bandas en vivo. Posteriormente, el tianguis cambió de locación hasta que en 1988 se estableció en la colonia Buenavista.

Telón de boca es una instalación sonora de Pia Camil (México, 1980), elaborada por 300 prendas y una serie de bocinas que reproducen las intervenciones escénicas que acompañan la pieza. Las prendas se obtuvieron en sesiones de trueque en las que los visitantes intercambiaron sus camisetas por otras intervenidas en colaboración con la diseñadora Lorena Vega.

A través de su obra, Camil indaga sobre la circulación de bienes y símbolos que muestra estrategias al margen de los sistemas económicos hegemónicos. Telón de boca plantea un tributo al Tianguis Cultural del Chopo, a la vez que evidencia las formas alternativas al uso de la moneda, matriz del sistema de la cultura de masas. De igual forma, el uso de materiales —aparentemente gastados por su uso— y su relocalización en un punto central e intermedio muestra las relaciones entre el fetiche, lo ritual y lo cotidiano.

Foto: UNAM Global.

Sillas de México, de Oscar Hagerman

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Kurimanzutto presenta Sillas de México, del arquitecto y diseñador Oscar Hagerman (España, 1936). Exposición que surge de su experiencia en talleres de artesanos de distintas regiones del país, así como de su aprendizaje de las técnicas de construcción locales que responden a necesidades climáticas y culturales.

La muestra integra una selección de cinco diseños con ocho variantes de sillas creadas a lo largo de su carrera. Las piezas han pasado de ser un mueble de diseñador para comercializarse en mercados, carreteras y puestos ambulantes, cada silla representa las reflexiones creativas de Hagerman, sus estudios sobre ergonomía y reflejan su trabajo artesanal.

Sillas de México resalta la importancia de las aportaciones teóricas, prácticas y estéticas de Oscar Hagerman en la creación de diseños apegados a la vida común, así como su labor en talleres de artesanos de distintas regiones rurales. Hasta el 08 de septiembre de 2018.

Imagen: AD México.

Latinográfica. Estampas latinoamericanas en la Colección Pecanins

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Desde 1964 hasta 1999, la Galería Pecanins impulsó el coleccionismo tanto de artistas mexicanos como de otros países del continente ligados a la abstracción geométrica. El espacio creado por las hermanas María Teresa, Ana María y Montserrat Pecanins promovió, en sus distintas sedes, obra gráfica de artistas latinoamericanos.

Con la muestra organizada en 1965 con creadores mexicanos, de Estados Unidos, Venezuela, Puerto Rico, Ecuador y Argentina sentaron las bases de lo que sería la línea expositiva de la galería, en la cual la abstracción geométrica latinoamericana se convertiría en eje rector. De esta forma, la Galería Pecanins se convirtió en uno de los espacios más cosmopolitas del arte en México durante los años en los que se mantuvo activa.

Latinográfica. Estampas latinoamericanas en la Colección Pecanins reconoce el valor y trascendencia del acervo de las hermanas Pecanins, además de su impulso para consolidar la original riqueza de la abstracción geométrica latinoamericana. Se integra obra de los venezolanos Alejandro Otero y Mercedes Pardo, el colombiano Omar Rayo, los argentinos Marcelo Bonevardi y Antonio Seguí y el guatemalteco Rodolfo Abularach, así como de Helen Escobedo, Myra Landau, Manuel Felguérez, Sebastián, Fernando García Ponce, Vicente Rojo y Gelsen Gas.

La exposición Latinográfica. Estampas latinoamericanas en la Colección Pecanins se presenta en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta el 07 de octubre de 2018.

Foto: MUAC.

Africamericanos en Centro de la Imagen

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Centro de la Imagen presenta Africamericanos, proyecto transmedia de investigación, exhibición, difusión y producción participativa con el que se pretende dimensionar e incidir en la construcción de imaginarios en torno a los pueblos de origen africano en América Latina y mostrar su influencia en el continente.

Africamericanos muestra la obra de artistas de América Latina, poniendo especial énfasis en los países con mayor población afrodescendiente y en aquellos que han sufrido los procesos de invisibilización más sistemática como Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba y Caribe, Haití y México.

La exposición integra una selección de imágenes históricas de los principales archivos, bibliotecas y hemerotecas, así como proyectos artísticos y documentales realizados por miembros de la comunidad. De manera paralela, se llevará a cabo una serie de actividades que tendrán como eje la relevancia cultural de las raíces africanas en Latinoamérica, así como el proceso de construcción de las identidades en la región.

Africamericanos surge en el marco del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, declarado por la ONU, estará en exhibición hasta el 04 noviembre de 2018.

Foto: Tierra negra, de Maya Goded | Cortesía Centro de la Imagen.

Habitus: muestra de procesos de creación en Artes vivas

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

El Museo Universitario del Chopo presenta la segunda edición de Habitus, muestra de procesos de investigación y creación en Artes vivas, con Cuba como país invitado.

A través de la presentación de cuatro obras, tres conferencias, tres conversatorios, dos talleres y presentaciones editoriales —a cargo de compañías escénicas, teatrólogos e investigadores—, el público conocerá más del hacer y pensar de creadores cubanos cuya labor cuestiona la dimensión ética, estética y política de la producción escénica, además de sus objetivos en relación con el entorno social, económico y cultural inmediato de su país.

De manera paralela, en colaboración con el Centro Universitario de Teatro (CUT) UNAM y la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) INBA, se llevarán a cabo talleres especiales de creación escénica y performance.

Habitus intenta romper la dualidad aparente entre individuo y sociedad. Tendrá lugar del 22 al 26 de agosto de 2018, el programa completo de actividades se puede consultar en el sitio web del Museo del Chopo.

Imagen: BaqueStriBois, puesta en escena de Osikán. Plataforma Escénica Experimental.

Al Dictado. Arte y conflicto en Centroamérica

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

El Museo de Arte Moderno de Medellín presenta Al Dictado. Arte y conflicto en Centroamérica, exposición colectiva de 16 artistas centroamericanos y colombianos nacidos en la década de los setenta y ochenta. El eje central es la violencia cotidiana que cada uno de sus lugares de origen, sin embargo, también es entendida en su multiplicidad simbólica, estructural y cultural.

Desde esa perspectiva, los artistas se aproximan al término de formas distintas: por un lado, a través de acercamientos literales o directos, desde la denuncia o el señalamiento; y por otro, desde perspectivas metafóricas, con sentido del humor o a partir de la elaboración poética. Esta diversidad, unida a la especificidad de cada contexto, genera preguntas, cuestionamientos y resultados concretos únicos.

Las piezas exhibidas no caen en la estetización, frivolización o panfletización de hechos violentos, más bien son el resultado de procedimientos en los que el trauma se elabora formalmente, como un ejercicio de análisis, crítica y cuestionamiento de la violencia. El acto ineludible de comprensión, reafirmación y superación es compartido por todos, más allá de las fronteras espacio-temporales.

Participan Adán Vallecillo, Adrián Flores Sancho, Benvenuto Chavajay, Christian Salablanca, Crack Rodríguez, Edwin Sánchez, Jessica Lagunas, José Castrellón, Leonardo González, Marcos Ávila Forero, Melissa Guevara, Naufus Ramírez-Figueroa, Regina José Galindo y Tatyana Zambrano.

Al Dictado. Arte y conflicto en Centroamérica se presenta hasta el 09 de septiembre de 2018.

Imagen: Inserción en circuito ideológico #1, de Edwin Sánchez.

El Sexto Estado, de Naufus Ramírez-Figueroa

Posted by

Por GASTV | Agosto, 2018

Sala de Arte Público Siqueiros presenta El Sexto Estado, de Naufus Ramírez-Figueroa. Instalación que combina elementos estéticos de la ciencia ficción y el teatro de títeres.

El proyecto gira en torno a la formación política de Centroamérica, se concentra en la historia de El Sexto Estado de los Altos, un país independiente que existió entre 1938 y 1949 en la frontera occidental de México y Guatemala. A partir de ese suceso y de los sujetos que participaron del mismo, Ramírez-Figueroa reflexiona sobre las fronteras mundiales concibiendo instalaciones escultóricas y performances que parten de sus memorias de la guerra civil de Guatemala (1960-1996). Asimismo, historias de conspiración, mitos, información imperfecta y lo absurdo son temas presentes en este trabajo.

Sus puestas en escena suelen responder a la violencia y censura de maneras poéticas que aluden al imaginario de su niñez, incorporando técnicas utilizadas por su familia, quienes formaron parte de una compañía de teatro experimental durante la década de los setenta.

Imagen: Museo Pasarela Los Arcos, El Sexto Estado de los Altos.

Sobre el libro sobre el libro, por Cinthya García Leyva

Posted by

Agosto, 2018

Hace unos meses la poeta, investigadora y docente Amaranth Borsuk (EUA, 1980) publicó, bajo la serie Essential Knowledge de editorial MIT, The Book, un libro dedicado a pensar el libro. Cuatro ejes sirven a la autora para su revisión transversal e histórica sobre cómo se ha entendido y cuáles han sido las variaciones en su conceptualización, revisado de manera material y conceptual para entender al libro más allá de su dimensión como objeto, para pensarlo además como contenido, como interfaz y como idea.

Las aproximaciones de Borsuk a este tema no han sido pocas. Lectora audaz, pareciera que allí donde se ha encontrado una certeza o al menos cierta estabilidad de una idea, coloca una nueva pregunta que detona, a su vez, una nueva serie de derivas a su alrededor. En Between Page and Screen (2012), por ejemplo, realizado en colaboración con el programador y diseñador Brad Bouse, las relaciones materiales, formales y etimológicas entre la estructura de página y pantalla se distancian de una mirada que las observa aisladas del involucramiento activo de las agencias lectoras, y la fluidez del texto en movimiento deja de ser una coyuntura tecnológica contemporánea para formar parte importante de la naturaleza de la lectura en diversos soportes.

En Abra: A Living Text (2016), realizado en colaboración con Kate Durbin e Ian Hatcher, la intervención textual, la hendidura, el borrado, la desaparición y aparición de relaciones sintácticas hacen puente entre la lectura táctil del libro de artista y la interfaz digital que lo continúa, y que la vez le hace eco y, como en cada propuesta de Borsuk, nociones que parecieran normalizadas en nuestra idea de lo que significa la interacción del cuerpo con un dispositivo de lectura se complejizan: pasar la página, regresar, ampliar el texto, intercambiar lecturas, disponer formas visuales, entender la transparencia de la página y esa sensación casi déja vu —de la que habló también Bonnie Mak— cuando accedemos al texto de una nueva página que no puede terminar de formularse sin el que hemos leído apenas antes, que al mismo tiempo implica una resignificación de lo leído, siempre nueva.

The Book hace tanto un planteamiento del estado de la cuestión sobre las múltiples maneras de entender el libro (forma, pliegue, vía) como una historia en contrapunto en la que la forma de este objeto cambia junto con su producción de contenidos y, en consecuencia, junto con el modo de entender las relaciones implícitas entre su estudio y realización. Entre páginas, los subrayados de citas elegidas por Borsuk, constelación de lecturas propias y ajenas, formulan una estrategia de lectura propuesta por la autora; una trayectoria histórica pero también un cruce de cronologías, diagramas explicativos e imágenes de archivo. Así, la revisión que hace en The Book muestra que hablar del libro es siempre hablar de un amplio espectro en el que confluyen sus diversas tecnologías; pensar el libro es pensar en modos de legibilidad, historia de la lectura, historia de la imprenta, así como coyunturas culturales, económicas y políticas en la naturaleza de los soportes y su circulación.

¿De qué manera el desarrollo de las nociones sobre la visualidad y la sonoridad en el terreno de la escritura influyen en la conformación de un inventario abierto sobre las ideas del libro? ¿Cómo es que en el libro las jerarquías entre lo material y lo abstracto se desdibujan y las relaciones entre materia y concepto se potencian entre sí? ¿Cómo es que un objeto multiplica sus caracterizaciones y es a la vez dispositivo y fuelle, cuerpo y puente, reunión de voces y máquina de pensamiento?

En esta constelación de nociones que conforma The Book están incluidos también los otros imaginarios que lo delinean: los márgenes, los paratextos, los espacios en blanco. En diálogo con aquellas obras que se han acercado al libro —y su legibilidad— desde sus estructuras previas o en funcionamiento paralelo al texto escrito (por ejemplo el metalibro de Johanna Drucker, el arte nuevo de Ulises Carrión, la antología de los libros en blanco de Michael Gibbs o el catálogo de la iniciativa para∙text), y que no buscan encontrar el qué del libro, sino el cómo de su despliegue y su manera de generar sistemas de lectura tanto internos como externos (del tamaño y doblez en su manufactura a su circulación en distintos mercados y su adición como expresión de diversas formas de pensamiento), la reciente entrega de Borsuk se ve aumentada y dispuesta en continuación junto con otras voces. La lectura del libro, aquí, enfatiza la necesaria colectividad tanto para su entendimiento como para su producción, nos recuerda que cuando leemos lo hacemos siempre a varios ojos, a varias manos y tintas, entre pretextos y postextos.

Como extensión del libro impreso, el sitio web t-h-e-b-o-o-k.com recupera definiciones contemporáneas de investigadores, escritoras, diseñadores, teóricas y poetas que la autora ha convocado para continuar esta exploración de lo que significa el libro hoy, cuando en la era digital su fisicalidad se fortalece y se ve continuamente renovada, y cuando ese fin anticipado del libro no ha llegado pues, como tejido de tejidos, en su naturaleza está la continuidad. Ensayo y experimentación constante, el libro aparece en este proyecto de ampliación crítica como proceso, como colección tentativa de códigos e inscripciones, como caleidoscopio de ideas, lectores, materiales. Es origen, mutación y potencia. ¿En dónde está el libro sin su capacidad para ser siempre, alimentándose de su(s) historia(s), uno por aparecer?

Imagen: amaranthborsuk.com

— —

Cinthya García Leyva (Ciudad de México, 1985) es investigadora y gestora. Su trabajo se enfoca en prácticas interdisciplinarias e intermediales. Es maestra en Literatura comparada por la UNAM y candidata a doctora por la misma institución. Ha realizado intervenciones en museos y centros culturales de México y EUA. Ha escrito ensayos sobre sonido y poéticas experimentales y ofrecido ponencias en foros nacionales e internacionales. Desde 2013 es integrante del laboratorio de literaturas extendidas y otras materialidades (lleom). Actualmente imparte clases de políticas de lo digital y de creación literaria en medios digitales para CENTRO y colabora como responsable de planeación para el Programa Arte, Ciencia y Tecnologías (ACT).