Archivo para el noviembre, 2016

Relatoría | VII Conversatorio: La condición de la curaduría en el arte contemporáneo en México

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Por Pamela Ballesteros | Noviembre, 2016

A partir de pláticas con varios colegas sobre el rol que ejerce actualmente la figura del curador, surgió la inquietud por discutir esta práctica desde distintas aproximaciones, observando, por ejemplo, la transición de la curaduria de la institución a la iniciativa privada, la ambigua figura del curador dentro de exposiciones y proyectos, así como la inclinación por la labor independiente. El encuentro sucedió el pasado 25 de octubre en Casa del Lago, con la participación de Amanda de la Garza, Fabiola Iza y Karla Jasso, bajo la moderación de Daniel Garza-Usabiaga.

Para dar inicio, Daniel Garza-Usabiaga mencionó la exposición De su álbum…inciertas confesiones en el Museo de Arte Moderno (MAM), llevada a cabo en 1985 bajo la curaduría de Olivier Debroise. Ésta, que incluyó obras de Julio Galán, Oliverio Hinojosa, Carla Rippey, Nicolás Amoroso y Enrique Guzmán, fue referencia para introducir los inicios del término y la labor del curador al aterrizar y articular una narrativa: “Debroise reunió pintores que tenían una práctica figurativa en un momento en el que, aparentemente, el arte contemporáneo estaba dominado por una crítica lírica sobre la abstracción”. Comentó Daniel y pasó el micrófono a las participantes.

Amanda de la Garza tomó la palabra: “Cada lugar construye su mito fundacional. Entonces, ¿cuál sería el mito fundacional desde el ámbito curatorial? ¿Qué entendemos por curaduría?” Y mencionó que la curaduría no es una profesión totalmente definida, ni cuenta con una profesionalización ni institucionalización. En seguida, habló de Fernando Gamboa: “Si uno sigue los escritos de Gamboa a lo largo del s. XX se puede trazar esta idea del emplazamiento de un discurso. Claro que no era un curador de arte contemporáneo, pero de alguna manera tenía una función determinante en la constitución del entendimiento de las relaciones arte-institución, artistas-institución y el papel que él ejercía de la mediación”.

Y a partir del texto de antesala escrito por la PAE, en el que se plantea la historia de la curaduría en construcción, Amanda enunció las preguntas: ¿Cómo construimos esa historia?, ¿desde qué referentes podemos pensar la práctica curatorial de manera local?, ¿qué implicaría reflexionar esta historia a pesar de ser una práctica relativamente reciente? Concluyó.

“Si nos ponemos a pensar esta cuestión, del grupo de curadores de los noventa, actualmente sobrevive una minúscula parte, y también podríamos decir lo mismo de algunos que trabajaron entre el año 2000 y 2005. Durante ese período, hubo un auge en la curaduría que creó un espejismo alrededor de la figura del curador que sigue vigente”, comentó Daniel.

Por su parte, Fabiola Iza habló sobre el paralelismo que encuentra entre la historia de la curaduría y la historia de las vanguardias, ambas igual de fracturadas. “Mi cuestionamiento va sobre esta desdefinición que tenemos en México sobre el papel del curador, y si iremos trabajando esta historia que hasta el momento ha sido básicamente importada”. También, se refirió a Fernando Gamboa como un personaje paradigmático, en el que resultan curiosas las referencias hacia él principalmente como museógrafo o gestor antes que como curador. Mencionó además los textos previos y la manera en la que cada autor da su definición de curaduría: “Por ejemplo, Alejandra Labastida es muy clara al presentar la curaduría como una práctica burocratizada, que se reduce a elaborar contratos con artistas y de préstamo de obra. No digamos que al entrar a una institución nuestra práctica colapsa, pero sí se tiene que adaptar porque todas las instituciones en México tienen una idea muy distinta de lo que es ser un curador” y platicó su experiencia en Casa del Lago.

Continuó: “Cuando hay un cambio administrativo todas las posiciones se tienen que renegociar constantemente porque como tal no existe la figura del curador en la mayoría de las instituciones, lo que me parece una situación increíblemente paradójica. Por otro lado, yéndonos hacia la profesionalización, muchos curadores se forman en el extranjero y cuando vuelven a México tienen que lidiar, primero, con los puestos curatoriales que resultan más de gestión o administración; y segundo, para los que viramos a ser curadores independientes existe este paradigma —principalmente europeo— sobre ser una práctica no exitosa. Estamos en un país donde existe una estructura institucional bastante sólida y robusta pero, por ejemplo, son pocas las galerías que contratan curadores porque la mayoría son muestras individuales que ellos mismos organizan y por otro lado, los museos tienen su pequeña plantilla de curadores en activo que rotan y roban”, finalizó Fabiola.

“Al respecto, Karla Jasso y yo platicábamos previamente sobre ¿Cuál es el lugar del curador en México donde la política cultural no reconoce esta labor? Por ejemplo, en el INBA no existe el puesto de curador en el organigrama y anualmente se tiene que negociar esta plaza», afirmó Daniel.

“Creo que en los textos introductorios la curaduría se aborda desde distintos niveles” Inició su participación Karla Jasso. Mencionó, por ejemplo, el texto de Adriana Melchor en el que esta práctica se piensa como un tipo de malestar, con una franja histórica a partir del 2002, lapso en el que surge ese “empoderamiento” hacia la figura del curador. “Es curioso ver los referentes porque hay personajes que salen a colación como Artemio, Paola Santoscoy, Osvaldo Sánchez y Francisco Reyes Palma. También, me llamó la atención la alusión que este texto hace a la generación de curadores jóvenes, quienes tienen una especie de «precaución» ante asumirse o tomar posición como curadores, es decir, se sienten más cómodos hablando desde títulos de acompañamiento como coordinadores, mediadores o gestores”.

De acuerdo con Karla, hacen faltan referentes que desmitifiquen el “fantasma” de la curaduría, es decir, hay que hablar claramente, con nombre y apellido, sobre las curadurías e instituciones. Como lo hace Víctor Palacios en su texto de antesala al referir los desatinos de Fundación Jumex.

“Sí es una renegociación constante del rol en la institución, pero también se trata de una suma de factores que contribuyen a esta crisis. Creo que esto se debe de discutir pero no desde genealogías, no es un problema de décadas, sino que hay muchas problemáticas alrededor que difícilmente se pueden resolver hablando de modelos generacionales. Hablemos de personalidades, las instituciones están hechas de personas que trabajan en ellas. Desde mi caso como curadora en Laboratorio Arte Alameda, después de que me fui la plaza se perdió, exactamente como lo dice el texto de la PAE respecto a los puestos que se vuelven administrativos”, cerró su argumento Karla y planteó algo interesante al cuestionar: ¿Cuáles son las preguntas que se hace un curador? ¿Con quién trabaja? ¿Cómo dialoga con el artista?

A continuación tomó la palabra Amanda: “Evidentemente también hay un tema de precariedad, por ejemplo, en la curaduría independiente que es mal pagada. Pero hay otro tema más general —y que escapa de la realidad mexicana— que me preocupa, y es la sobreproducción de exposiciones: bienales, trienales, proyectos de espacio público, gallery weekends… no hay fin. Podemos establecer una reflexión a partir de una radiografía de las exposiciones y creo que hay una crisis que nos dice mucho sobre el momento actual, esta especie de sobre-estetización de la vida social en donde todo es curable y tiene una dimensión estética”.

“¿Qué significa hacer una exposición en este ámbito de sobreproducción discursiva? Es importante reflexionar este momento de producción cultural porque, además, la producción y demanda de contenidos culturales está ligada a la idea de industrias culturales, pero también, a la idea de un motor económico. Es decir, las bienales, trienales, etc, se han vuelto motores económicos que parten de este concepto de ciudad-marca, entonces, es interesante pensar nuestro rol en ese ámbito de producción económica y la manera en cómo estamos contribuyendo a ella, aún con nuestra auto y sobre explotación laboral”, terminó así Amanda.

«Me gustaría retomar lo que dices respecto a la sobreproducción», intervino Fabiola. «Efectivamente si se hiciera una radiografía de la curaduría en México a partir de las exposiciones mostraría esta confusión entre todo tipo de proyectos. Por ejemplo, el otro día me invitaron a una serie de entrevistas para Satélite de Violeta Horcasitas, ahí me enteré que entrevistaría a todos los curadores de la Ciudad de México que son alrededor de 70, cifra que me dejó pasmada porque, contrario a lo que dice el texto de Adriana Melchor sobre una precaución por asumirse como curador, creo que en esta sobre-estetización de la vida social todos se llaman curadores. En verdad, ¿qué hacen 70 curadores en una ciudad con una infraestructura institucional fuerte pero a la vez pequeña y limitada? Respecto al espejismo del curador independiente, pienso que en México no es posible porque no existen espacios suficientes y muchas veces los trabajos se hacen para espacios independientes que no ofrecen paga, aquí hay una cuestión de la que no se habla que es la visibilidad que, digamos, es el primer punto de precariedad, porque tener constantemente a los curadores haciendo charlas o publicaciones chiquitas nada más es una constante auto explotación laboral muy fuerte y que creo, es lo que denomina a gran parte de los curadores trabajando en México».

«Por otro lado, también creo que en la generación joven sí está sucediendo un giro. Pienso, por ejemplo, en espacios como Biquini Wax y el programa que ha desarrollado Sandra Sánchez, en el que se concibe la curaduría como un espacio de encuentro que les permite formar puentes con un público diverso, principalmente escolar, pero también, con una comunidad artística en la ciudad. Lo menciono porque de repente las limitaciones son muchas, es difícil, incluso imposible, insertarse en un sistema que tiene a tantos agentes, actores y cosas sucediendo», concluyó Fabiola.

Para agregar, Karla comentó que es también importante definir el tipo de exposiciones a tratar, como lo menciona Víctor en su texto al hablar sobre las colecciones de arte. Justamente en un inicio, una de las funciones del curador, además de generar la relación con el artista es generarla hacia la institución, y en ese sentido México tiene un nivel de precariedad impresionante. «Podemos hablar de muchas labores que se están haciendo desde las instituciones en cuestión de archivo, pero, ¿qué conocemos de las colecciones de arte en México?, ¿qué pasa con ellas?, Amanda, ¿cómo se desarrolla esta cuestión en el MUAC?» Preguntó Karla.

Amanda respondió: «Respecto a la colección del MUAC, en términos de exposiciones, cada dos años se realiza una revisión temática. Es una colección que tiene características muy especificas, pues se compone de colecciones asociadas, es decir, no pertenecen al MUAC sino que hay un contrato en el que además de resguardarlas, el museo tiene la obligación de exhibir sus piezas en determinado tiempo. En este sentido, es una colección particular que empezó con una línea internacional pero que poco a poco ha ido especificando su trabajo hacia el arte mexicano, una acotación bastante ligada a la historia de la UNAM. Entonces, cada curadora de la colección —antes Sol Henaro, ahora Pilar García— tiene líneas específicas en términos de estudio y análisis sobre lo que se debe de adquirir. Pero también hay que decirlo, existen bastantes dificultades para hacer estas adquisiciones porque el mercado del arte, tanto moderno como contemporáneo, tiene precios estratosféricos. Ha habido un esfuerzo muy grande por buscar recursos porque la UNAM no aporta presupuesto para la adquisición de obra». Y continuó: «Por otra parte, no hay, como en otros museos, una sala de exposiciones permanentes y lo que suceden son rotaciones con co-curadores invitados, además es una colección bastante joven, no muy amplia. Otro componente tiene que ver con los archivos, y me da orgullo decir que el MUAC ha sido uno de los espacios visionarios en términos de preservación y estudio sostenido de archivos, aspecto muy desatendido en museos del INBA y en general dentro del sistema estatal y federal, en este sentido, ¿cuál sería la labor del curador frente a la historia de las instituciones, respecto a los archivos pensados no como colecciones artísticas sino como conexiones de orden histórico?» Concluyó su intervención Amanda.

Al respecto, Fabiola comentó esta suerte de desfase que existe desde la institución y la profesionalización del curador, es decir, una falta de conciencia institucional al no ajustar la labor curatorial desde sus distintos perfiles. Hay curadores perfilados a trabajar con los artistas, y que al mismo tiempo se les asigna la responsabilidad de sumergirse, catalogar y darle sentido a un archivo cuando no tienen la especialización. Lo que da como resultado programas públicos y exposiciones insatisfactorias.

«Aquí podemos hacer un efecto dominó, porque también hay una parte de la curaduría que tiene que ver con la comisión de obra. Esta inercia con la que tienes que lidiar, en la que te piden proyectos innovadores, que descubras el hilo negro y que tiene que ver con una negociación, ¿qué hace un museo que no tiene colección? Comisionar obra. Trabajé en esa condición en Arte Alameda, un museo muy perfilado, situación que puede tener dos lados, por uno libertad pero por otro también restricción», apuntó Karla.

En seguida Daniel planteó: «¿Qué piensan de la cuestión autoral de la curaduría y cómo funciona hoy en día dentro de este marco de contrariedad?, es decir, ¿dónde queda la posición del curador y sus intereses en este margen institucional que puede silenciar la práctica?»

Respondió Amanda: «Creo que esto de la voz autorial se ve bastante matizado en la práctica institucional, desde donde ejerzo mi práctica, y muchas veces tu rol no tiene que ver con el desarrollo argumental, sino con la asignación de un proyecto a partir de intereses específicos. Y más allá de esto, hay otra noción a reflexionar que sí implica determinar y delimitar en cierta medida la práctica: ¿Qué significa emitir un discurso desde un museo público?, ¿cuál es la función comunicativa de los textos curatoriales en una institución? Fuera del ámbito institucional es algo que me interesa hacer, pensar en otros dispositivos textuales que puedan articularse en torno a las exposiciones, lograr salir de un discurso muy manido o de ciertas fórmulas. La idea de que los textos no tienen que ver con una voz autoral, sino con una función de comunicación, descripción y entendimiento claro para un público muy amplio y a la vez muy especializado, ¿cómo lo haces?»

«Uno de los textos de antesala propone pensar en otros dispositivos de exhibición o prácticas más experimentales, y en el contexto mexicano existe una colindancia muy marcada entre los espacios independientes y los institucionales. A diferencia de otros lugares en donde hay una clara separación entre ambos en la que se pueden delimitar más claramente las funciones y la relación de los curadores, en México hay un engarzamiento muy extraño entre ambos: artistas que han conformado una escena independiente y que al mismo tiempo participan de los circuitos institucionales. Un tercer entorno sería la proliferación fúngica de galerías que cumplen una función bastante extraña, sin una definición muy clara. También, está el ámbito curatorial de las ferias de arte, por ejemplo, ARCO es una de las ferias que ha marcado énfasis en la curaduría de secciones», concluyó.

A continuación, Fabiola retomó el punto propuesto por Daniel en torno a la práctica autoral y la práctica desligada de una índole personal. «Así como se ha generado esta polarización, un tanto falsa, entre la autonomía en espacios independientes e institución, por ejemplo, Biquini Wax es un caso que me parece no seguiría vivo de no ser por la proyección institucional que han tenido sus fundadores, pasa lo mismo con esta voz autoral en un proyecto institucional. Generalmente, a los curadores se les contrata porque tienen cierto perfil y creo que una buena práctica combina ambas cosas, es decir, no por estar al servicio de una institución quiere decir que tus intereses queden de lado, sino que se empalman con los intereses institucionales y finalmente siempre queda algo de tu propia voz en esos ejercicios. Lo que sí me ha sucedido al entrar a museos es ver caprichos de los curadores, lo que veo mal porque creo que la idea de ser curador institucional es crear un espacio de encuentro para los públicos tan diversos», finalizó.

En este punto se abrió el micrófono a las preguntas del público:

«¿Cuál es su opinión respecto a que este año fueron artistas los curadores, por ejemplo, de la edición 11 de Manifesta con Christian Jankowski y de la Bienal de Berlín a cargo de Colectivo DIS?» Fue la primera pregunta.

«No creo que exista un problema con que un artista asuma la función de curador. A lo que sí me he enfrentado en ocasiones, incluso aquí en México, es que los artistas no quieren firmar como tal, prefieren poner «selección de» o «coordinación de» porque no se disponen a asumir la carga o situación curatorial. Por otro lado, hay una distinción cuando eres curador con una práctica artística, ahí no puedes incluirte o auto invitarte a la exposición que estás curando, no puedes ser ambas. Pero cuando artistas ejercen esa función curatorial pueden plantear otro tipo de preguntas o discursos que también son interesantes a reflexionar»,comentó al respecto Amanda.

«Coincido con Amanda», continuó Daniel. «Al final de cuentas hay un posicionamiento público y un riesgo que se toma en conjunto con los artistas. Hay curadurias de artistas, pero también, de historiadores de la ciencia, como lo han hecho los institutos de la Sociedad Max Planck, que entran en diálogo con el arte contemporáneo y llegan a perspectivas interesantes que tal vez no se contemplarían como curador. Por otro lado, creo que los programas curatoriales sí son fuertemente homogeneizantes en cuanto a educación, tienen un gran peso hacia las cuestiones teóricas, hacia escribir, hacer hipótesis o tesis, y muy pocas veces exploran la distribución espacial u otras maneras de involucrar al espectador más allá de leer el texto curatorial o ver las obras. Soy muy cauteloso respecto a los programas sobre curaduría, que tienen esta distribución global de teoría».

Fabiola tomó la palabra: «A mí me parece fantástico cuando un artista cura una exposición, por ejemplo, una de las exposiciones más innovadoras que recuerdo fue curada por Jeremy Deller, que se centraba en su admiración hacia el artista en cuestión, y desde esa fascinación y amor por la obra, nos transmitía la idea de manera muy sutil. Y los curadores estamos tan enviciados, tan homogeneizados como dice Daniel, que muchas veces toda esa carga afectiva hacia una obra pasa por este filtro y difícilmente llega al espectador. Es interesante cuando alguien ‘de fuera’ hace este ejercicio, que entre y haga una lectura novedosa, con otros puntos desde donde acercarse y atacar la obra».

Karla también dio respuesta: «Para añadir, insistiría en la importancia de que los artistas y curadores firmen, importa asumir tu bagaje, es decir, parte del problema de los programas en curaduria es que están formando toda una disciplina y por eso hay una reticencia a no asumirse como curadores. No hagamos de la curaduria una disciplina, porque entonces se perderían las oportunidades implícitas a partir de las diferencias. Por ejemplo, no es lo mismo un proyecto cultural de alguien que tiene un bagaje de politología que el de un historiador o un abogado, esos bagajes sí importan porque desde ahí se ve la práctica, el objeto, la relación y los emplazamientos de discurso de otra manera, además permite que las prácticas sean diversas y se vean enriquezidas, la apertura es eso, los riesgos se toman y se firman» Finalizó.

Y Amanda agregó: «También, otra especificidad que defiendo de la curaduria es la intuición. Hay un nivel que tiene que ver con el conocimiento del bagaje y el conocimiento de la historia del arte, pero hay otro que tiene que ver con la intuición, de cómo una obra se conecta con otra en el espacio. Para eso no hay un aprendizaje, se da en la práctica, en la lectura y experiencia con cada obra».

«¿A dónde quieren llegar como curadores?, ¿tienen alguna visión u objetivos específicos hacia su práctica?» Preguntó el artista visual Sebastian Romo desde el público.

Al respecto, Daniel comentó que sus intereses como historiador buscan revisar períodos específicos de expresiones artísticas, a través de una serie de exposiciones. Por su parte, Fabiola mencionó un proyecto editorial que ponga en discusión la reinterpretación que se ha hecho del arte de América Latina en la época de las dictaduras.

«Hace falta que un curador también pueda aspirar a una beca del Fonca», agregó Karla.

En seguida otra intervención del público: «¿Cómo están preparados para lo que viene, por ejemplo, el street art o el arte digital en México?»

Karla respondió: «Esta pregunta me hace recordar muchos años de trabajo en torno al arte digital, las artes electrónicas y de nuevos medios. Pensar a qué se están refiriendo estas prácticas, cuál es la relación del arte con la tecnología y cuáles son los parámetros para conservación y colección es un problema mayor. Por ejemplo, una de las instituciones globalmente reconocidas es Ars Electronica, y en mi experiencia trabajando con ellos se abrió una cuestión en la que sigo trabajando y con la que está funcionando mi línea de investigación —más que en la práctica curatorial— y que se refiere a la materialidad del medio, ¿dónde está la materia? Porque podemos hablar de información, de flujos, de arquitecturas líquidas, etc., pero para mí todo eso tiene una materia. Lo que cada vez en lugar de hacerme avanzar me hace retroceder en términos de investigación, porque pienso que la tecnología está ocurriendo a niveles muy rápidos y hace falta parar y entender que existe una materia atrás, creo que la respuesta está ahí, no en buscarle una definición a estas prácticas artísticas sino en buscar dónde está la materia, qué es el medio y qué es la mediación a nivel de teoría de sistemas», finalizó.

Para finalizar, desde el público se levantó una voz: «¿Qué opinión tienen sobre el texto de Víctor Palacios acerca de las problemáticas que plantea sobre la Bienal de Venecia próxima a celebrarse? y, ¿cómo entender la curaduría de arte contemporáneo en México respecto a otros contextos, como los europeos o los gringos?»

«Creo que la práctica en México difiere mucho a la que existe en otros lugares, en mi experiencia, actualmente estoy trabajando en un proyecto en Los Ángeles con dos curadoras, una de ellas conoce muy bien el contexto mexicano y eso facilita mucho el trabajo. También, creo que hay un escenario benéfico aquí porque hay intercambio de ideas, existe la posibilidad de platicar con artistas u otros colegas curadores, lo que no parece suceder en otros lugares, como en el caso particular de Estados Unidos en donde no se propicia el diálogo», dijo Daniel.

Al respecto, Fabiola agregó: «Veo que hay cosas convenientes tanto en Estados Unidos como en Europa que claramente no funcionan aquí: la formalidad y claridad en cuanto a las funciones y condiciones de trabajo. Como dice Daniel, en EU existe un sistema jerárquico y cerrado, por su parte, México es muy caótico pero en muchas ocasiones ese caos se disfruta, porque el que no estén muy delineados los roles permite una convivencia e intercambio de ideas que define la escena local».

En cuanto a su experiencia en la Bienal de Venecia, Karla comentó: «Hablando muy seriamente, no sé qué sucederá en cuanto a la Bienal de Venecia, pero cuando tuve la fortuna —o maldición— de curar la bienal pasada puedo hablar de precariedad, maltrato y un desconocimiento absoluto sobre el arte contemporáneo y sobre la responsabilidad que depositan en la gente enrolada (curadores, artistas y equipo). Realmente es trabajar contramarea, sin paga y en donde las cosas salen a destiempo, es el ejemplo perfecto de lo que pasa en México: Todo el tiempo estamos a destiempo. Que no puedan tomar la responsabilidad frente al proyecto se me hace la peor falta de respeto, tal vez por eso las bienales han sido tan trágicas para México».

Daniel intervino: «Creo que todo lo que está pasando es el resultado de una pésima organización y de no tener políticas claras. Por otro lado, también está sucediendo este fenómeno del «curador incómodo», pensemos en distintos casos de este fenómeno en la Bienal, el más claro ha sido el de Cuauhtémoc Medina que de pronto gana un proyecto que al Estado le resulta incómodo y lo rechazan. El «curador incómodo» es entonces el centro de una política cultural de un gobierno que censura, que no admite disidencia y que desprecia el arte contemporáneo en gran medida».

Karla continuó: «Hablando de censura, a nosotros nos quisieron censurar en Venecia en pleno montaje. Es de verdad la locura absoluta, es precario, falta de respeto y ética, tal como me lo dijeron: La cultura en México es rusa», concluyó.

«Digamos que es un presente de infinita precariedad, que se vuelve muy paradójico: El momento en el que se logra la demanda histórica de una Secretaria de Cultura resulta el más desastroso en la cultura y la política cultural, y que ahora es la solución más terrible, burocrática, precaria e inconsciente respecto a las condiciones actuales del país», se pronunció Amanda.

«Es un problema muy grave reflejo de lo que se está viviendo en el país, pero la gestión diaria de la cultura y de los museos no es muy distinta. Este tema de la Bienal se discute mucho porque goza de cierta visibilidad pero también los museos entregan sus programas tarde, y esto en parte porque nunca se sabe el presupuesto que se tendrá, es como el efecto dominó de cosas que van generando que el manejo de tiempos en cuanto a investigación, gestión y conceptualización de un proyecto sea ridículo. Esto sucede a nivel burocrático y en general con toda la planeación cultural del país», finalizó Fabiola.

Foto: GASTV.

Un futuro anterior, de Erick Meyenberg en LAA

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Curada por José Luis Barrios, Un futuro anterior de Erick Meyenberg es el resultado de más de dos años de investigación artístico-curatorial. Un trabajo cuyo eje motor es la literatura y especialmente la indagación estética en la novela de Marcel Proust En busca del tiempo perdido, a través de múltiples medios, tecnologías y recursos poéticos.

Un futuro anterior inaugura este jueves 8 de diciembre a las 18:30 horas en Laboratorio Arte Alameda (Doctor Mora 7, Colonia Centro Histórico).

Foto: Cortesía LAA.

El pasado es un animal grotesco, de María Sosa en Pantalla Blanca

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Pantalla Blanca es un espacio dedicado a la promoción del arte emergente a través de exposiciones físicas en espacios virtuales, se trata de un laboratorio que experimenta con formatos de exhibición.

El pasado es un animal grotesco; en sus ojos podemos ver lo completamente equivocados que estamos, es la primera exhibición de Pantalla Blanca, bajo la curaduría de Juan Caloca y muestra el trabajo individual de la artista María Sosa.

Como propuesta para la parte de realidad virtual, Caloca, propuso una escenificación teatral dentro del mismo espacio de la galería, (todo sucede junto a las piezas de arte ya montadas). En el video vemos a dos visitantes de la exposición charlando sobre temas que van desde el arte contemporáneo y la incomprensión del mismo, sobre el racismo, el clasismo y la misógina normalizados, efectos que tenemos interiorizados y que pocas veces notamos y hacemos parte de nuestro entorno cotidiano.

Pantalla Blanca, como nuevo espacio de exposición, incorpora de manera simultánea dos maneras de exhibición de obra: una, es tradicional y las piezas se presentan de manera física en el espacio; otra, juega con nuevos formatos utilizando la realidad virtual. Este proyecto opera bajo una lógica específica: cada curador invitado además de seleccionar al artista y sus obras, es libre de jugar con la realidad virtual y el espacio. De esta forma cada exhibición será diferente a la anterior y dará oportunidad de crear nuevas maneras de vincular a las obras, los artistas y el espacio. La selección de los curadores depende de ellos mismos, el primer  curador elige al siguiente y así sucesivamente.

Uno de los principales objetivos de Pantalla Blanca es dar visibilidad a nuevos artistas mexicanos que hasta ahora no cuentan con la representación dentro del circuito comercial de galerías.

La ubicación de Pantalla Blanca está ubicada en Paseos del Pedregal 610, en las oficinas de Moisés Cosío, también fundador de Alumnos47.

El pasado es un animal grotesco; en sus ojos podemos ver lo completamente equivocados que estamos se podrá visitar este sábado 3 de diciembre a las 13 horas en Pantalla Blanca.

Ven, seremos, en Casa Vecina

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Ven, seremos es un proyecto musical realizado por Guillermo Martínez Hurtado. La idea de Ven, seremos surgió a partir de las conferencias de “mociones”, seminario organizado por Casa Vecina, que en su cuarta edición abordó el tema “Cómo (sobre) (con) vivir juntxs”, presentando conferencias sobre Derechos Humanos, Los pueblos originarios de México, Feminismo y Espacio Público, temas que sirvieron como detonantes de ideas artísticas para este proyecto y cuya característica común fue la reflexión sobre la convivencia como individuos dentro de una sociedad.

«Al plantearme qué tipo de trabajo sería pertinente abordar en ese contexto, se me ocurrió realizar piezas musicales colaborativas en forma de canción. El deseo de trabajar en conjunto con otras personas estaba latente en mí desde un trabajo que realicé anteriormente y que consistió en la grabación de un disco titulado ‘La intención de la noche’, en el cual abordé obras para guitarra sola de compositores mexicanos, en aquel caso realicé el proceso interpretativo yo solo y al final el trabajo me resultó un tanto tedioso, por eso esta vez quise darme la oportunidad de interactuar y compartir ideas y tareas con otras personas en la creación. De los colaboradores que tendré en este proyecto, Gibrán y Edson fueron propuestos por mí y son amigos con quienes  tenía la intención de crear en conjunto por sentir que tengo con ellos afiniades de orden estético. Ulises y Javier se sumaron al proyecto al responder a una convocatoria lanzada entre los asistentes de “mociones”, en este caso quise hacer la invitación así por experimentar el proceso creativo con gente desconocida además de considerar que sería interesante trabajar con personas provenientes de diferentes disciplinas artísticas», menciona Guillermo.

La presentación de Ven, seremos será el próximo jueves 8 de diciembre a las 19 horas en Casa Vecina.

Imagen: Casa Vecina.

Tectónico, de Carlos García Noriega Bueno en la GAM

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Tectónicos es una serie Carlos García Noriega Bueno que sintetiza un fenómeno clave de la Ciudad de México, estos aspectos sociales, geográficos, emocionales y personales se ven reflejados en la obra de este artista. Noriega Bueno explora los brotes de energía, choque, movimiento y desprendimiento; el complicado y hermoso equilibrio de los elementos. Los contrastes y la inestabilidad que nos mantienen vivos y alertas. La destrucción y por consecuencia el espíritu de renacer y crear.

El artista atribuye el origen de su arte a la liberación de energía que experimentó durante su adolescencia, derivados de una herida neurológica. Su recorrido a través de su condición física y temporal le permitió acceder a un nuevo sistema de percepción de la realidad, el cual marcó su método de apreciación y lo inspiró en la creación de sus piezas, en las que hace un homenaje a las conexiones neuronales. El estado lúcido y agudo de los viajes astrales durante sus sueños epilépticos, se convirtieron en las herramientas para construir un puente entre sus dos mundos paralelos: La caótica perfección del equilibrio neuronal y el perfecto caos de la ciudad en la que habita.

Esta muestra se presenta en la Galería de Arte Mexicano ubicada en Gob. Rafael Rebollar 43.
San Miguel Chapultepec hasta el 10 de enero del siguiente año.

Foto: GAM.

INDOCUMENTADOS

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Por GASTV | Noviembre, 2016

INDOCUMENTADOS es un colectivo de proyectos culturales mexicanos y latinoamericanos de arte y diseño. Desde el Royal Palm Hotel, INDOCUMENTADOS pretende convertirse en la embajada de la cultura mexicana y latinoamericana durante Miami Art Week.

Este colectivo contempla «Salón Emergente», un espacio cuyo principal objetivo es descubrir, exhibir e impulsar el arte emergente en México. Con una exposición y venta de artistas con carreras ascendentes, este proyecto invita a los jóvenes coleccionistas a descubrir nuevos talentos e invertir en piezas asequibles que van desde $100 a $ 2,000 dólares. Este año participan los artistas Álvaro Ugarte, Álvaro Verduzco, Aureliano Alejos, Bruno Viruete, Humberto Ramírez, Juan Manuel Salas, Karian Amaya, Napoleón Aguilera, Ramiro Ávila, Ricardo Luévanos, Rodrigo González, Sebastián Vizcaíno, Ursula Hernández y Zazil Barba.

Por otra parte se encuentra Anónimo, se trata una subasta de arte contemporáneo sin fines de lucro, donde la ocultación de la autoría se mantiene hasta que la pieza se vende al mejor postor. El precio de partida único para todas las piezas es de $ 3,000 USD. Los artistas que participarán son Adrián S. Bará, Aldo Chaparro, Alejandro Almanza, Alessandro Moroder, Cecilia Hurtado, Cynthia Gutiérrez, Eduardo Basualdo, Eduardo Sarabia, Emanuel Tovar, Fernando Marroquín, Francisco Ugarte, Gonzalo Lebrija, Ignacio Uriarte, Javier M. Rodríguez, Jorge Méndez Blake, José de Sancristobal, Luis Rodrigo Medina, Mario García Torres, Mario Navarro, Melanie Smith, Miler Lagos, Nicolás Franco, Ohne Titel, Pablo Dávila, Paula Matos Gil, Pedro Matos, Pedro Reyes, Polliana Dalla Barba, Ricardo Guzmán y Theo Michael.

Asimismo, el proyecto INDOCUMENTADOS también se ocupa del diseño contemporáneo con propuestas de Adico, Albergue Transitorio, Bitácora, Forma, Julia y Renata, Laddu, Liza Echeverri, Mosicuss, Paula Mendoza, Pay´s, Sangre de mi Sangre, Sophie Simone, Suki Cohen y Third Eye.

Conoce el programa completo de INDOCUMENTADOS.

Marieta Chirulescu y ektor garcia en kurimanzutto

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Por GASTV | Noviembre, 2016

kurimanzutto presenta Pale Fire, la segunda exposición individual de Marieta Chirulescu en la galería. Su trabajo captura las irregularidades técnicas y los errores de registro que a veces ocurren durante procesos digitales y análogos de producción de imágenes. A partir de éstos, produce piezas que cuestionan y especulan sobre la naturaleza inherente de la pintura. En su proceso creativo desglosa, borra, re-copia, re-lee, investiga, descarta y re-descubre imágenes, incluso aquellas que parecerían no representar «nada». Hojas de papel en blanco escaneadas, con dobleces, rasguños y marcas sutiles —trazos de su existencia física— son la fuente de muchas de sus pinturas.

Las exploraciones de Chirulescu dirigen nuestra atención hacia el acto de ver en el mundo actual. La exposición provee un espacio de contemplación, un espacio que permite, en palabras del escritor y poeta francés Georges Perec, “descubrir lo que nunca has visto, lo que no esperabas, lo que no imaginabas. (…) Ni lo grandioso ni lo impresionante, sino lo contrario, lo familiar re-descubierto.”

Por otro lado, kriziz la exhibición de ektor garcia es organizada por Chris Sharp. El trabajo del artista mexicano-americano, ektor garcia sintetiza un interés por la cultura queer y las artesanías tradicionales con fuertes raíces mexicanas. Reconocido principalmente como escultor, su obra tiende a ser tan intrincada y sus montajes tan elaborados que es difícil establecer en dónde empieza y en dónde termina cada pieza. Sus ambientes evocan un altar hecho en casa, o una colección de objetos rituales o fetiches, creados con una amalgama de técnicas muy variadas que incluye un trabajo de talabartería, cerámica, costura, soldadura y bordado.

Ambas exposiciones permanecerán abiertas al público hasta el 17 de diciembre. Asimismo el sábado 3 de diciembre a las 13 horas, kurimanzutto organiza recorridos comentados por las dos exposiciones.

Foto: Cortesía kurimanzutto.

Entrevista | Edgar Orlaineta

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Por Andrea García Cuevas / @androclesgc | Noviembre, 2015

La muestra History is taking flight and passes forever de Edgar Orlaineta  que actualmente se presenta en la galería Proyectos Monclova, toma su nombre de un fragmento escrito por Isamu Noguchi en una carta dirigida a Man Ray en la cual le compartía su tristeza y frustración al estar preso en un campo de concentración en Poston, Arizona. Orlaineta rinde homenaje a diferentes personas quienes, así como Isamu Noguchi,  Ruth Asawa, George Nakashima, Tura Satana, Ray Komai, Miné Okubo, Larry Shinoda, Yoneguma y Kiyoka Takahashi, entre otros. A continuación una charla con el artista.

En la mayoría de tus proyectos, como en La historia, ella misma y yo que se presentó en el Museo del Chopo, o actualmente en History is Taking Flight and Passes Forever, abordas diferentes momentos históricos. Más allá de una investigación que antecede al proceso artístico, ¿cómo te acercas a la Historia desde tu posición como artista? 

La historia me interesa en la medida que es imperfecta, me interesa llenar huecos y dar voz a otra lectura o punto de vista. La Historia es de quien la escribe y siempre es importante dudar de ella. Me interesa, como decía Nietzsche, “el cómo las cosas se vuelven lo que son”. Y me gusta cuestionar los paradigmas y las contradicciones que en ella existen. Nietzsche también decía sobre la Historia que “si no la olvidamos sería imposible vivir”.

En este sentido, ¿dirías que tus piezas traducen, reinterpretan a dan forma a estos momentos históricos? 

En algunos casos, desentierro historias que en su momento fueron muy relevantes y que son olvidadas porque dejan de ser útiles. Otra veces, a través de la escultura, le doy nueva vida a historias que develo y que nunca se han hecho públicas. Creo en la subjetividad de esta empresa, no en una visión absoluta y única. Asumo la transformación y el olvido, o la deformación de una historia o un objeto-escultura. Duchamp le daba 10 años de vida a su obra, porque todo cambia y la historia suma y resta a los motivos.

Tu práctica también ha coqueteado con la arqueología, como en el caso de Solar-Do-Nothing. Aunque cada proyecto es diferente, ¿cuáles son tus intereses para guiar un proceso artístico que, en tu caso, no sólo se define como una “metodología” para llegar a un resultado final (la obra), sino como un movimiento que forma parte de la pieza misma o incluso de tu concepción del arte? 

Sigo mi instinto y me doy la libertad necesaria para plantear lo que a mí me interesa. Creo más en dar vida a algo que en justificar su existencia, aunque haya fallas y errores en ello. La definición de las cosas no me interesa, tratar de definir una obra a partir del lenguaje histórico de la escultura sería limitarla. Yo trato de expandir ese lenguaje para poder hacer lo que me interesa. Por eso, investigación y objetos fabricados van de la mano. No como ready-mades, sino como objetos significantes que conviven en un mismo espacio.

En History is Taking Flight and Passes Forever partes de un suceso pasado en tanto Historia como tal. Sin embargo, sugieres una relevancia actual con respecto a temas como el racismo, la inmigración y los derechos humanos. A diferencia de muchos artistas mexicanos, que se acercan a problemáticas actuales desde un ejercicio o discurso más “directo”, tu trabajo sugiere lecturas más sutiles. ¿Cómo definirías tu acercamiento a estas realidades? 

En mi trabajo hay un aspecto formal relacionado con lo artesanal, lo hecho a mano y el oficio, que para mí tiene mucha importancia. En la actualidad, en la medida en que el contacto con el mundo es directo y real, el tiempo de manufactura y de convivencia con los objetos es prolongado y hace que la producción sea integral en el desarrollo de la obra. Todo esto tiene una dimensión social, económica, ecológica y política que para mí es relevante.

Creo en la diversidad y no si un tipo de aproximación es más válida que otra. Me interesa un tipo de acercamiento al público donde también se exige algo de él, en lugar de entregar el mensaje directamente sin sutilezas ni formas dirigidas o didácticas. Al final, simplemente es un tipo de lenguaje que corre en paralelo a una estrategia escultórica.

Te has acercado al trabajo de Ray Charles Eames, Joan Miró o Alexander Calder, nombres clave para el diseño y el arte moderno. En este proyecto, miras hacia personajes que si bien incidieron en la cultura de Estados Unidos, forman parte de una historia que generalmente no es visibilizada desde Occidente. ¿Qué te atrajo de acercarte a la historia de estos japonenses-americanos? 

La obra de Isamu Noguchi ha constituido un referente importante en mi trabajo. Es a través de él que llego a los “internment camps” para japoneses-americanos, un evento histórico desconocido por muchos y que, sin embargo, afectó profundamente el desarrollo de una sociedad en particular, y en general de la cultura norteamericana, aunque no sea visible.

Para sorpresa, descubrí que muchas personalidades que me interesan habían estado en estos campos: George Nakashima, Larry Shinoda, Tura Satana, Ruth Asawa o Ray Komai, carpintero, diseñador de coches, actriz y bailarina exótica, escultora y diseñador de telas y mobiliario, respectivamente.

El proyecto no es una empresa anacrónica. Por desgracia, es lo contrario. El racismo, la xenofobia o el abuso a los derechos humanos actualmente son problemas aún más graves que en aquellos días, por eso me interesó traer al presente ese momento de la historial. Y al mismo tiempo, hacer un homenaje a distintas personas que lo vivieron.

¿Acercarse al arte y particularmente al diseño moderno desde el presente implica repensar el pasado, apropiarse de él o incidir en la narrativa del hoy? 

La intención es incidir en el presente. Los proyectos que desarrollo no son nostálgicos, no creo que el pasado sea mejor en todos los casos, simplemente se puede analizar más fácilmente que un presente o un pasado cercano. El diseño es una motivo/herramienta que me permite y me da pie a hacer muchos cuestionamientos, ya que a partir de ellos podemos analizar las fuerzas ideológicas y económicas, por un lado, y al consumidor (la gente común), por el otro.

Si bien puede ser un lugar común abordar la relación del arte y el diseño moderno en tu trabajo,¿qué te atrae de estas disciplinas en ese período en específico? 

El diseño moderno o modernista del siglo pasado, especialmente durante los 50, estuvo directamente ligado a un optimismo económico y consumista que hizo de este una arma de dos filos. Por un lado, se generaron diseños eficientes, originales y bellos que nos hacían creer que la vida sería mucho más cómoda y bella; y ,por el otro, se abusa de la producción, explotando y contaminando la tierra, se abusa del obrero y se crea un sistema capitalista normalizado que en realidad no funciona democráticamente.

En realidad, la promesa del diseño nunca llegó, o llegó con máscara.

Finalmente, quisiera cerrar con la carta de Noguchi a Ray a partir de la cual surge el título de la muestra. ¿Qué te dejó la carta en el aspecto que, de alguna forma, definió el sentido de la muestra? 

Creo que la carta transmite un sentimiento de derrota, de imposibilidad, donde la Historia arrasa con nosotros, pasa por encima sin que podamos hacer nada. Sin embargo, el espíritu del artista continúa pese a sentirse alienado con la historia misma. Asume esa realidad, que es otra y al mismo tiempo es la misma.

Diseño de Exposiciones y Producción de Arte, taller impartido por Sebastian Romo

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Del 5 al 9 de diciembre Colectiva Siete en colaboración con Atelier Romo presentan el taller teórico práctico «Diseño de exposiciones y producción de arte» que será impartido por Sebastian Romo.

Este taller propone revisar estrategias expositivas, de diseño, conceptualizaciación y gestión de exposiciones. Simultáneamente se llevarán acabo una serie de ejercicios prácticos para la producción de obra. Al finalizar el curso éste se cerrará con el montaje de una exposición de los integrantes del taller en Colectiva Siete (Río Hudson 360, Col. del Valle San Pedro Garza García en Monterey).

Atelier Romo es una plataforma educativa sin fines de lucro que utiliza distintas disciplinas para propiciar la experiencia como verdadero catalizador del aprendizaje. Actúa en contra de la apatía y falta de oportunidades que suelen nublar el panorama para los jóvenes creadores en México. Pone manos a la obra para que los alumnos aprendan a ser sus propios administradores. Motiva la autogestión para convertir los círculos viciosos en círculos virtuosos.

Colectiva Siete es un proyecto de Lorena Carrillo con el propósito de impulsar la fotografía contemporánea de Monterrey, abogando por construir una sólida plataforma que permita compartir conceptos, historias y experiencias a través de narrativas visuales.

Llega retrospectiva de Stanley Kubrick en la Cineteca Nacional

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Tras presentarse en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, la exposición Stanley Kubrick, organizada por el Deutsches Filmmuseum Frankfurt am Main, en colaboración con Christiane Kubrick y Jan Harlan, llegará a partir de diciembre a la Cineteca Nacional.

Se trata de la retrospectiva de uno de los iconos de la historia del cine internacional que muestra de manera cronológica su carrera cinematográfica, desde sus primeras fotografías, hasta su último filme, Ojos bien cerrados (1999).

La exhibición se compone de mil objetos, entre fotografías, modelos, pósters, guiones, cámaras, maquetas, objetos y diseños de vestuario y producción, que repasan la carrera de Kubrick, pionero en efectos especiales y avances tecnológicos en cámaras de cine. Asimismo, se exhibirá cada una de sus películas: guiones, borradores, cuadernos, correspondencia, documentos de investigación de preproducción, cientos de fotografías, vestuarios y accesorios, así como objetos únicos como el hijo de las estrellas y el traje de mono de 2001: Odisea del espacio (1968). La muestra contiene documentación extraída del Stanley Kubrick Archive, incluyendo documentos inéditos que ilustran sus métodos de trabajo como cineasta.

 

Ser Sensible, en la Quiñonera

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Por GASTV | Noviembre, 2016

Ser Sensible es un proyecto organizado por Néstor Quiñones. Éste plantea una exposición y un encuentro, mismos que pretenden ser el resultado de un diagnóstico colectivo sobre una sensibilidad contemporánea en torno a diversas oportunidades y problemáticas culturales de la Ciudad de México.

¿De qué sirve «ser sensible» siendo un agente cultural? ¿Será quizás sólo un conducto para la creatividad? Los fundamentos teóricos del proyecto buscan alejarse de la idea gastada del «artista sensible que crea».

El proyecto responde a la necesidad de un concilio y una reunión entre agentes culturales, que parten del cuestionamiento de prácticas que se diluyen ante las inercias sistémicas de los movimientos locales y globales, y ante la ausencia de memoria donde finalmente el arte se convierte en una válvula de escape impulsada por la impotencia y la indiferencia. El segundo paso a abordar teóricamente en el marco de la exposición, es la manera en la que la sensibilidad es proyectada en la práctica, en el objeto, o en el artista.

La exposición toma como punto de partida el uso y rendimiento de la sensibilidad en su forma visual, sonora y sensorial. La muestra busca explorar la idea de una sensibilidad útil, o una sensibilidad inútil —en el caso de su rechazo como un acto de complicidad—. Los artistas que conforman esta muestra son Eduardo Abaroa, Franco Aceves, Carlos Amorales, Javier Arango Garfias, Javier Arean, Bikini Wax Colectivo, Federico Contreras, Cráter Invertido Colectivo, Demian Flores, Jose Miguel Gonzales Casanova, Gabriela Gutiérrez, Lucia Hinojosa, Morelos León Celis, Alfadir Luna, Julián Madero, Cesar Martínez, Noe Martínez, Santiago Merino, David Miranda, Taniel Morales, Neri-Vela Colectivo, Obrera Centro Colectivo, Ojo x Ojo Colectivo, Yoshua Okon/ Santiago Sierra, Antonio Ortiz Griton, Daniel Pérez Coronel, Héctor Quiñones, Horacio Quiroz, Francisco Rivera Viesca, Xochitl Schroeding, Joaquín Segura, TLC Colectivo, Alejandra Venegas, Boris Viskin, Alfonso Zarate.

Desde 1984 La Quiñonera ha operado como un espacio independiente, arraigada en la capacidad de transformación y sin afiliación institucional o comercial. Se ha mantenido atenta a las agitaciones sociales que provocan fenómenos culturales, por lo que se ha dedicado a gestar proyectos de toda índole, desde movimientos sociales y oportunidades comunitarias de trabajo social.

La exposición se inaugurará el 26 de noviembre en La Quiñonera (Santa Cruz 111, Pueblo de la Candelaria, Coyoacán) a partir de las 16 horas y permanecerá abierta hasta finales de febrero de 2017. El encuentro de mesas de discusión y talleres se realizará en febrero de 2017.

Foto: Cultura Colectiva.

INCOMPLT, de Étienne Chambaud en LABOR

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Por GASTV | Noviembre, 2016

La galería LABOR presenta INCOMPLT, la tercera exposición individual de Étienne Chambaud, que consiste en la proyección de su última película en un solo canal.

Millones de mariposas monarca se reúnen cada invierno en las montañas boscosas de Michoacán —antiguo centro sagrado de culturas locales y que actualmente funciona como un parque nacional—. En los límites del bosque, figuras de hielo con formas de barras y círculos (ceros y unos en lenguaje binario) fueron intencionalmente apiladas, que se funden, rompen, o amalgaman gradualmente.

INCOMPLT documenta la coexistencia del fenómeno migratorio de las mariposas junto con el código indescifrable, impuesto de manera simbólica por el artista. La banda sonora de la película combina sonidos grabados en el sitio, con su transcripción en una orquestación instrumental compuesta por Kit Vaughan Soden (compositor e investigador reside en Montreal, QC, Canadá) y la ayuda de un software de análisis de espectro de sonido.

INCOMPLT es una película sobre el apparatus cinematográfico y el apparatus del parque natural; trata de la coexistencia de diferentes estratos espaciales y de información dentro del espacio de la pantalla. En este sentido, la pieza presenta una realidad multiestable de fenómenos, formas y condiciones que cohabitan, suscitando una percepción igualmente multiestable. INCOMPLT es parte de un proyecto fílmico de investigación titulado La Nuit Sauve (“La Noche Salvaje”), un documental experimental sobre la naturaleza y el espacio negativo o nocturno entrelazado por las categorías de lo humano, lo no-humano y lo inhumano.

Decimoséptima edición del Corredor Cultural Roma Condesa

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Por GASTV | Noviembre, 2016

El Corredor Cultural Roma Condesa celebra su decimoséptima edición que, por cuarta vez en su historia, se invita a diseñadores o estudios de diseño emergentes a presentar piezas o colecciones más recientes en las habitaciones del piso tres del Hotel Condesadf, a través de la propuesta Hotel Diseño. Durante dos días, los despachos AD HOC, DUCO Lab, LANZA Atelier, Nom Studio, Mecate Studio y Mutable intervienen el espacio, a partir de su propio espíritu y visión. Los asistentes al Corredor podrán apreciar estas propuestas, las cuales serán evaluadas por un jurado especializado y el ganador será premiado por Arca para desarrollar un proyecto que se presentará en el Abierto Mexicano de Diseño y en Tag CDMX 2017.

El sábado de las 15 a las 22 horas se llevará a cabo el Editatón Wikipedia en Centro Horizontal, centro cultural inaugurado este mismo año. Se trata de un maratón de investigación, redacción y edición colectiva de entradas de Wikipedia, que tiene como finalidad generar información abierta al público sobre los edificios considerados patrimonio de la zona Roma-Condesa.

Japón hace presencia en esta edición del Corredor a través de varias actividades como el ciclo de cine gratuito en 16 mm, organizado en el Cine Tonalá, donde se proyectarán cintas del año 1968, de los directores Toshio Matsumoto, Shohei Imamura y Yoshishige Yoshida.

El fotógrafo Nobuyoshi Araki presenta, dentro del proyecto Sonora 128 conformado por un espectacular publicitario, una nueva pieza en película positiva de color, enfocada en el tema del paraíso. Esta imagen forma parte de la serie en proceso, qARADISE, que representa orgías fantásticas de vegetación tropical, habitadas por objetos personales como muñecas, monstruos y juguetes de plástico.

Dentro de las propuestas artísticas, el peruano Aldo Chaparro, conocido por sus esculturas en acero inoxidable, presenta Latin American High Class Taste, una muestra que exhibe sus obras más recientes, y durante la cual su estudio estará abierto al público. El espacio público también cobra importancia en esta edición del Corredor con la Ruta de murales de Constructo, en la que cinco artistas realizan obra a gran escala en distintos puntos, a lo largo del recorrido propuesto por las colonias de la Roma y la Condesa.

Finalmente la delegación Cuauhtémoc, junto con la Cafebrería El Péndulo, lleva a todos los vecinos de las treinta y tres colonias las bicilibrerías, las cuales recorren los parques, las plazas y los mercados de la demarcación, permitiendo a los paseantes intercambiar un libro por otro, en una suerte de cambalache.

PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo, en el Museo del Chopo

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Por GASTV | Noviembre, 2016

El Museo Universitario del Chopo presenta la exposición PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo, la cual revela los rastros que ha dejado el punk en la producción artística contemporánea; incluye trabajos precursores de este movimiento, así como obra de artistas que fueron activistas de esa subcultura.

La muestra fue presentada en el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de la Comunidad de Madrid; ARTIUM de Vitoria–Gasteiz; y Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA). En el Museo Universitario del Chopo se exhibe una versión de la muestra que incluye al contexto mexicano, y que reúne pinturas, instalaciones, fotografías, videos, rastros documentales y piezas únicas, en un recorrido que aborda temáticas como el ruido, la negación, el nihilismo, la violencia, la sexualidad, entre otras.

Frente al parcial fracaso del movimiento hippie, el espíritu contracultural de finales de los setenta impulsó el nacimiento de una nueva escena de resistencia social y desobediencia civil que se manifestó principalmente en las ciudades de Londres y Nueva York. El punk encontró en la música, la gráfica y las artes visuales sus principales medios de expresión para manifestar su descontento con las crisis sociales, políticas y económicas. Se trata de un momento por demás estudiado pero no agotado. Así, más que un recorrido histórico, la exposición PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo tendrá como objetivo “recorrer su influencia en el arte actual”. La curaduría propone reunir una serie de obras de artistas contemporáneos distantes entre sí, pero unidos por los rastros del punk: la negación, la oposición, la destrucción, el hazlo tú mismo, la alienación, el nihilismo, la crítica al sistema económico, etc.

«Punk se convierte en un adjetivo que califica una forma de entender el mundo y de enfrentarse al contexto sociopolítico y a los convencionalismos, como lo hace gran parte del arte contemporáneo, de marcado espíritu crítico y cuestionador», señala David G. Torres, curador de la muestra.

Algunos de los artistas participantes son: Tere Recarens, Martin Arnold, Johan Grimonprez, Federico Solmi, Dan Graham, T.R Uthco/Ant Farm, María Pratts, Iztiar Okariz, Chiara Fumai, Raisa Maudit, Fabienne Audéoud, Eduardo Balanza, TRES, Raymond Pettibon, Die Tödliche Doris, Mabel Palacín, Christian Marclay, Guerrilla Girls, Brice Dellsperger, Jordi Colomer, Pepo Salazar, Juan Pérez Agirregoikoa, Jota Izquierdo, Israel Martínez, Aida Ruilova, Antonio Ortega, Luis Felipe Ortega, Daniel Guzmán, Jimmie Durham, Mike Kelley y Tony Oursler, João Louro, Paul McCarthy, João Onofre, Santiago Sierra, Yoshua Okon y Miguel Calderón, Nan Goldin, Enrique Ježik, Guillermo Santamarina, VALIE EXPORT, Kendell Geers, Laureana Toledo, Sarah Minter, Semefo, DR. LAKRA, y Gardar Eide Einarsson.

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Foto: Cortesía Museo del Chopo.

«Escena del arte contemporáneo en Colombia» por Daniel Montero

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Por GASTV | Noviembre, 2016

En el marco de la exposición epiPHONÍA de José Alejandro Restrepo, la Sala de Arte Público Siqueiros propone una conferencia impartida por Daniel Montero el próximo 30 de noviembre a las 19 horas bajo el titulo «Escena del arte contemporáneo en Colombia».

«El arte colombiano se ha transformado mucho, no solo el campo en general sino también las prácticas. En el primer sentido, tal vez lo que más me llama la atención es una reconfiguración general del campo a partir de varios eventos que han surgido o que se han transformado como la feria de arte ARTBO en Bogotá o el MDE en Medellín, el replanteamiento del Salón Nacional de Artistas e incluso el premio Luis Caballero. De esa manera han comenzado a aparecer nuevas formas de relación no solo a un nivel interinstitucional sino también interurbano y por supuesto internacional. Eso ha coincidido con diferentes momentos de apertura que ha vivido el país en los últimos años. Además se han abierto nuevos espacios independientes y galerías que han servido, no solo para que nuevos artistas expongan y muestren su trabajo sino para activar, así sea medianamente, el mercado del arte local», mencionó el investigador colombiano como preámbulo a su ponencia.

epiPHONÍA de José Alejandro Restrepo, forma parte de su estudio sobre los sistemas de comunicación —telefonía celular— y consta de una instalación de quince videos acompañada de una cacofonía que intenta revelar un estado caótico de incomunicación. El artista es pionero del videoarte colombiano, investiga procesos socioculturales que surgen de las mezclas de culturas y costumbres en momentos de choques post-coloniales, a través del análisis de las nuevas tecnologías.

Foto: SAPS.

Muestra de Cine Callejero

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Por GASTV | Noviembre, 2016

La Muestra de Cine Callejero es un proyecto de fomento artístico y desarrollo comunitario que promueve e impulsa la creatividad, además del diálogo entre jóvenes de la Ciudad de México interesados en las artes visuales por medio de talleres de creación de cortometrajes. El proyecto trabaja bajo el concepto de cine urbano, de cine de personajes salidos de los barrios, historias contadas desde, por y para la comunidad.

La Muestra de Cine Callejero se integra de cortometrajes creados por jóvenes de colonias de la Ciudad de México, que son el resultado de sus análisis y reflexiones respecto a la forma de entender la idea de identidad, comunidad y cotidianidad de sus entornos; dentro de sus barrios para transmitirlo a través del lenguaje cinematográfico. La exhibición y proyección de estos cortometrajes se realizará en espacios públicos de las colonias intervenidas, generando un circuito intercolonial de cine público y una oferta alternativa de consumo cultural en la ciudad.

A partir del 23 de noviembre y hasta el 15 de diciembre se despliega la cartelera de esta Muestra de Cine Callejero en 23 sedes de la Ciudad de México, de forma gratuita a través de cinco cortometrajes realizados en talleres de formación cinematográfica en diferentes barrios como Buenavista, Guerrero, Juárez, Merced y Tlatelolco.

Horarios y sedes.

Y se hizo la Secretaría de Cultura: balance somero a un año, por Brenda J. Caro Cocotle

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Por Brenda J. Caro Cocotle | Noviembre, 2016 

De la propuesta, pasamos al decreto; y del decreto a un largo ir y venir entre un reglamento y una ley, en el que el primero fue finalmente publicado este 3 de noviembre, y la segunda sigue en el tintero. Se está a menos de un mes de que se cumpla un año de que nos amanecimos con una Secretaría de Cultura, 91 semanas de operación de una “nueva” instancia de la administración pública que tendrá que vérselas con un recorte presupuestal de 21% respecto al recibido el año anterior: Secretaría de Cultura habemus.

Para la mayoría de creadores, gestores, investigadores y trabajadores del área, la Secretaría parece no tener plan, ni proyecto o rumbo, y es el resultado de una “falta” de política pública gubernamental en materia de arte y cultura. Con un poco más de atención es posible observar que: a) sí hay un planteamiento; b) este último tiene un eje muy preciso y c) el asunto es delicado, ya que no se reduce sólo a un repliegue del aparato estatal y a una privatización del sector, sino a un escenario más complejo cuyo centro es la producción del  valor del arte.

Uno de los aspectos que más ha sido motivo de discusión es la ruptura del binomio educación/cultura, base del modelo vasconcelista que predominó, al menos nominalmente, en el centro de la política cultural gubernamental por más de 70 años. El foco de atención, no obstante, debiera estar en el discurso que ha comenzado a articularse, el cual descansa en una retórica que convierte al arte y la cultura en activos a partir de su excepcionalidad, de manera que la creatividad y las “ideas” adquieren un valor económico, comercial y financiero en tanto se “transforman” en bienes y servicios, y por tanto objeto y sujeto de especulación; bajo una lógica corporativista y de regulación transnacional, mientras se pondera la efectividad de la cultura para solventar las desigualdades y problemas sociales derivados la política económica y el desmantelamiento del estado de bienestar en tanto “motor de desarrollo” (paliativo). Así, pareciera que los destinos de la Secretaría oscilarán entre la economía naranja y el arte como recurso; entre el blockbuster y los proyectos que pueden ser susceptibles de ser presumidos ante el BID, la OCDE o los informes de la UNESCO.

Llama la atención que la nueva estructura de la dependencia por un lado conserva la misma integración y flujo de operación existente en el CONACULTA e incluso tiende a la centralización y concentración de áreas, y  por el otro,  propone que instancias tales como el IMCINE, los Estudios Churubusco, el INALI, el Centro de Capacitación Cinematográfica, el CECUT y Canal 22, sean consideradas paraestatales. ¿Paraestatales como lo eran CFE y PEMEX y que ahora son denominadas Empresas Productivas del Estado? ¿Cuál es el sentido de la modificación en la nomenclatura? ¿Es el INALI equiparable a una industria cultural como el cine?

El cambio discursivo impacta también en otros niveles. Uno es lo que se entiende como administración pública de la cultura: cómo entiende la Secretaría su papel de “promoción y difusión”, de “acceso y dotación de infraestructura”, de “apoyo y fomento”. La discusión se ha centrado sobre todo en la permanencia o desaparición del subsidio estatal a través de becas, convocatorias, coinversiones, donativos; un pleito entre “becas sí o becas no”, sin prestar atención a la forma en cómo dicho subsidio se desdibuja hacia otras esquemas de financiamiento cercanos al microcrédito, el emprendedurismo o estímulos a la inversión. ¿Qué implica ello para las propuestas artísticas que no caben dentro de la “industria creativa”? ¿Volvemos todo “pueblos mágicos”? ¿Cómo hacer un contrapeso a los puntos flacos del eficine, efiteatro –y ahora el efiarte–, que obliga a los creadores a lanzarse a la caza de inversores , bajo una promesa de ser beneficiado, lo que tal vez no suceda? ¿La solución es asumir que hay que verse como empresa de sí mismo?

El otro cambio significativo concierne a la esfera laboral. Se comienza a “normalizar” a formas de contratación que fueron articuladas como soluciones temporales a la falta de viabilidad de plazas de estructura o cambio en los organigramas. Del profesional del sector se pasa ahora a la figura de “prestador de servicios”, usualmente contratado por proyecto: proveedor intelectual a la espera, outsourcing cognitivo. Paralelamente, se han multiplicado los sindicatos al interior de las dependencias (descontando los ya existentes en el INAH y el INBA) sin que haya claridad respecto a cuál de todos, en su momento, será reconocido como interlocutor válido, ni ante quiénes. Las autoridades de la Secretaría no han dicho nada al respecto. (Y mi cabecilla, mal pensada, considera que el silencio no es gratuito sino estrategia).

Además del desplazamiento discursivo, a este primer año de gestión de la Secretaría lo ha signado la poca transparencia en procesos que son capitales en términos de definición de una política cultural pública. En concreto, me refiero al  reglamento interno de la dependencia y a la Ley General de Cultura. Si bien es cierto se trata de regímenes regulatorios de distinto orden, y que por lo mismo, la competencia respecto a su definición es particular para cada caso e involucra actores específicos en uno y otro; hay un grado de discrecionalidad grave. ¿No debería haberse articulado mecanismos de diálogo abierto con los trabajadores de las distintas instancias dependientes de la Secretaría, quienes serán los que se vean regulados por el reglamento? ¿No deberían darse a conocer de forma pública los nombres de los asesores en materia de cultura, tanto de senadores como de diputados? ¿Quiénes son los que están dictando la ley? ¿A qué intereses representan? ¿Quién los eligió? ¿Bajo que criterios? ¿Por qué no son abiertas las sesiones de discusión, las de trabajo fuerte, en vez de articular una serie de foros en los que se reunió a un conjunto de invitados, sin justificación explícita de la selección, a dar una opinión y muchas gracias? ¿De verdad basta para asegurar la participación ciudadana una dirección de correo electrónico donde pueda dejar su sugerencia?

La opacidad tiene otras implicaciones. Si bien la entrada en funciones de la Secretaría no haya sido considerado asunto de interés para un sector de la población —esa población a la que supuestamente se busca “extender y garantizar el acceso a la cultura” y “recomponer el tejido social en su entorno”—, dado que no encontró una vinculación directa o se asumió como sujeto de derechos culturales, si lo ha sido para los denominados profesionales del sector.  Y pareciera que buscamos equilibrar los vacíos de información ya sea con medidas paliativas para mantener un “balance” (aunque eso agrave las circunstancias que precipitan el desajuste), ya sea adoptando una suerte de desapego maniqueo: “El Estado no somos nosotros”. Pero si el Estado no somos nosotros, entonces, ¿nos excluimos como ciudadanos?

La entrada en funcionamiento de la Secretaria ha revelado mucho de la manera en que creadores, académicos, gestores y demás nos consideramos, no partícipes, no actores, no responsables de una política cultural. ¿Cómo nos posicionamos entonces? ¿Qué es posible hacer? ¿Cómo nos asumimos en tanto parte de la problemática?

Y esta falta de reconocimiento es preocupante…

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Brenda J. Caro Cocotle es Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas y Maestra en Museos. Es Doctora en Estudios en Museos por la University of Leicester, Leicester, Inglaterra.

*El contenido publicado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

Hoy: Encuentro-charla entre workers de las letras en el Museo del Eco

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Por GASTV | Noviembre, 2016

En el marco de la muestra RRITMA de Víctor del Moralcuarta y última entrega del programa de exposiciones Sala Mont del  Museo Experimental El Eco, a partir de las 18:30 horas habrá un encuentro entre diseñadores tipográficos, diseñadores editoriales, artistas visuales y poetas visuales. Entre los invitados destacan el Taller de Poesía Visual Prosperidad, Grupo de Innovación Tipográfica CENTRO, Juan Arturo García y Ricardo Pohlenz.

Esta charla-encuentro —como lo denomina Tamara Ibarra, coordinadora de esta actividad—, propone un evento íntimo que busca reunir a diferentes agentes creativos para interpretar un texto que se ha expandido en el espacio arquitectónico.

RRITMA es parte de un proyecto más amplio: Land_scape, que aborda dos territorios y sus múltiples cruces: el paisaje y el lenguaje escrito o hablado. «Me interesa la arquitectura de las letras, su ingeniería más que su significado, su fonética más que su retórica. Buscar otros soportes para el texto, entiendo a éste desde su devenir gráfico, escultórico, incluso pictórico», menciona el artista.

Foto: Museo Universitario del Chopo.