Archivo para el enero, 2016

De la Formación a lo Público

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Por GASTV | Enero, 2016

Fundación BBVA Bancomer y Museo de Arte Carrillo Gil promueven en conjunto el trabajo de artistas jóvenes mexicanos y residentes en el país, De la Formación a lo Público presenta el resultado del programa en su cuarta edición.

Además de culminar en una exposición colectiva, la iniciativa se trata de generar una serie de seminarios, grupos de trabajos y tutorías que aporten al desarrollo artístico de los participantes durante el proceso de producción.

Bajo la curaduría de Mónica Amieva y Willy Kautz, la exhibición irá acompañada de actividades paralelas, como la conferencia magistral con el curador Charles Esche y la presentación del catálogo, coordinado por Erik Beltrán.

Participan Alicia Medina, Omar Vega Macotela, Ulrik López, Noé Martínez, María Sosa, Daniel Monroy, Daniel Aguilar Ruvalcaba, Chantal Peñalosa, Antonio Bravo y Cristóbal Gracia.

De la Formación a lo Público permanecerá en Museo Carrillo Gil hasta el 22 de mayo de 2016, para después itinierar por el interior del país.

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Foto: MACG

Lo que viene en el MALBA

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Por GASTV | Enero, 2016

Como cada año, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires lanzó su calendario de exposiciones que, en el marco de su decimoquinto aniversario, contempla tres exposiciones de gran formato: un proyecto argentino, uno latinoamericano y otro internacional, además de una nueva puesta de la colección permanente.

En marzo, el museo arranca con Perspectiva, exposición antológica de Jorge Macchi (Argentina, 1963) que repasa sus 25 años de producción artística. La exposición del autor galardonado con el premio Braque de escultura, está configurada por videos, pinturas, instalaciones y esculturas realizadas desde 1992 hasta la actualidad.

Una de las muestras más esperadas para junio es Dream Come True, primera retrospectiva de Yoko Ono (Tokio, 1933) bajo la curaduría de Agustín Pérez Rubio y Gunnar B. Kvaran. Conformada por más de 80 trabajos en video, sonido, grabación e instalación producidos desde los años 60 hasta la actualidad.

La última exhibición de gran formato será el recorte de 130 piezas de la Colección Fadel, uno de los acervos de arte brasileños más importantes de fines del siglo XIX a la actualidad. Las piezas son de la autoría de artistas como Maria Martins, Anita Malfatti, Di Cavalcanti y Cicero Dias.

Además, el museo presentará obras de los artistas latinoamericanos Juan Tessi (Perú, 1972), en la que reflexiona sobre la relación de la pintura con el performance; Volupsa Jarpa (Chile, 1971) y Carlos Motta (Colombia, 1978), que abordan temas políticos y sociales ligados a la construcción social de la memoria, la religión y la identidad cultural.

Por último, en el mes de abril se presentará la obra Bailarina de Jeff Koons (EU, 1955), escultura presentada por primera vez para el espacio público. Para octubre, y como parte de la exhibición de la escultora Alicia Penalba, se mostrará un tótem monumental de casi cinco metros de altura.

Foto: Jorge Macchi | MALBA

Libros a la antigua: Impronta Casa Editora

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Por GASTV | Enero, 2016

El libro digital ha desplazado el arte de la linotipia por la inmediatez de las reproducciones en masa. Es la premisa de Impronta Casa Editora, un proyecto que nació en 2014 y que busca retomar al libro como una obra casi artesanal, utilizando para ello la técnica del siglo XIX de los tipos móviles y la linotipia.

El proyecto inició tras el trabajo hecho por Taller Ditoria, La Colección del Semáforo, donde el invento hecho por Ottmar Mergenthaler en el siglo XIX, primaba como técnica.

La idea es retomar no sólo el procedimiento arcaico como un método diferente y contrario al actual, por lo laborioso que suele ser éste, sino reconfigurar la relación del lector con el libro como objeto y apropiarse de un espacio donde la pluralidad es primordial.

El espacio ubicado en Guadalajara es un lugar donde no se encuentra la editorial, Casa Impronta alberga un taller-museo abierto al público —en el que se imparten cursos sobre arte tipográfico y gráfico—, acoge artistas, impresores y aficionados que buscan trabajar en proyectos propios, asimismo, cuenta con una galería de arte y una cafetería.

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Foto: Impronta Casa Editora.

Andrés Jaque presentará proyecto en la plaza de Museo Jumex

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Por GASTV | Enero, 2016

Una pareja recostada en una manta, la toma se da en un ángulo cenital, la cámara se aleja en escala de múltiplos de 10 metros, “Tanto cambia nuestra perspectiva con cada paso, que hasta las estrellas del fondo parecen ahora convergir” anuncia el narrador. Se hace un recorrido de regreso, hasta llegar nuevamente con la pareja, entonces comienza el camino en sentido contrario: la toma traspasa las capas de piel, hasta llegar a una serie de células. 40 potencias de 10×10 metros, es el emblemático filme de Charles y Ray Eames Powers of ten (1977).

En el marco del festival de arquitectura MEXTRÓPOLI 2016 (del 5 al 8 de marzo), Fundación Jumex presentará Superpowers of ten, trabajo de Andrés Jaque / Office for political innovation (España, 1971) en el que se hace una versión alternativa del corto cinematográfico creado por la dupla Eames.

A través de una conferencia, una exposición, un taller y un performance público, el proyecto es un análisis sobre el trabajo de los diseñadores estadounidenses quienes trabajaron la técnica del zoom out y zoom in en este filme.

La muestra, que ha sido exhibida en la Trienal de Arquitectura de Lisboa (2013) y la Bienal de Arquitectura de Chicago (2015) tendrá lugar a partir del 11 de febrero. Por su parte, el performance Superpowers of ten será presentado durante el festival de arquitectura MEXTRÓPOLI y en la plaza del Museo Jumex del 4 al 7 de marzo.

Foto: Fundación Jumex.

Mónica Mayer en el MUAC

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Por GASTV | Enero, 2016

La semana del arte contemporáneo en México se acerca, con ello, los museos y galerías más importantes de la ciudad inauguraran exposiciones y actividades con el objetivo de acercar al público a la escena contemporánea.

En este marco, el Museo Universitario Arte Contemporáneo presentará el próximo 6 de febrero la muestra retrospectiva de la artista mexicana Mónica Mayer, Si tiene dudas…pregunte.

El trabajo, es un proyecto que explora la obra de la autora en distintos momentos de su carrera. El espacio se encuentra configurado por cuatro ejes rectores: una parte introductoria al trabajo de la artista, y tres núcleos en los que se encuentran elementos en video, fotografía, dibujo y objetos tridimensionales que exploran el feminismo desde la perspectiva en la obra de la ex colaboradora del periódico El Universal.

La exposición es una experiencia “retrolectiva”, con la que Mayer intenta guiar al espectador a través de una narrativa establecida pero de la que éste forma parte para su interpretación.

Como parte del trabajo de la también activista, se realizarán diálogos, visitas guiadas, seminarios sobre práctica e historia feminista y talleres con artistas.

En exhibición hasta el 31 de julio de 2016.

Foto: Hysteria.

Index Art Book Fair en Museo Jumex

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Por GASTV | Enero, 2016

El Museo Jumex presenta la segunda edición de Index Art Book Fair, la primera feria de libros de arte contemporáneo enfocada en presentar la oferta de editoriales independientes de Estados Unidos, México, Sudamérica y Europa. La intención es abrir un espacio para el diálogo y el intercambio en el contexto local. En el marco de la feria se llevarán a cabo exhibiciones, conferencias y talleres que se suman a la discusión de lo más innovador de la publicación de libros de arte en la actualidad.

Index Art Book Fair es un proyecto de Casa Bosques, que se presentó por primera vez en 2014 en el Museo de Arte de Zapopan en el contexto de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Dentro de las editoriales nacionales que se presentan este año destacan Alias, Buró-Buró, Cráter Invertido, Ediciones Hungría, Fuck Zines, Fundación JUMEX Arte Contemporáneo, Gato Negro, kurimanzutto, LIGA y Taller de Ediciones Económicas. Algunas de las editoriales internacionales incluyen a Art Archives (EU), Art and Sciences Projects (EU), Bom Dia Boa tarde Boa Noite (Alemania), Behind the X (Reino Unido), Petunia (Francia) y Gagarin (Bélgica).

Index Art Book Fair se llevará a cabo en el Museo Jumex del 4 al 7 de febrero de 2016 durante la semana del arte en la ciudad de México.

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Foto: laartbookfair.

Rodrigo Hernández en kurimanzutto

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Por GASTV | Enero, 2016

En el marco de la semana del arte en México, la galería kurimanzutto inaugurará el próximo 6 de febrero la muestra individual Todo bosque locamente enamorado de la luna tiene una carretera que lo cruza de un lado a otro del artista Rodrigo Hernández, bajo la curaduría de Chris Sharp.

El trabajo de Hernández está conformado por una serie de dibujos y esculturas, que como es recurrente en su obra, representan formas y situaciones a primera vista autónomas, por su aparente nula relación que al final las conecta para desarrollar un análisis sobre la naturaleza del arte.

En esta ocasión, el artista mexicano toma como referencia las ilustraciones de Miguel Covarrubias en el libro El arte indígena de México y Centroamérica, contrastadas con elementos del vocabulario formal del futurismo.

La obra de Rodrigo Hernández ha sido exhibida en lugares como Kunsthalle Basel, el Museo Universitario del Chopo, Supplement Gallery, Galerie Fons Welters y el Museo de Arte Moderno.

Con esta participación, Chris Sharp presenta su tercera de seis exposiciones curadas para la galería. Que forman parte de un proyecto iniciado por kurimanzutto para apoyar a artistas mexicanos emergentes.

La muestra estará abierta hasta el 19 de marzo de 2016.

Foto: Rodrigo Hernández.

Entrevista | Gabriel Wolfson

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Por Tania Puente | Enero, 2016

De reciente aparición, publicado por Tumbona Ediciones, Be y Pies es un libro compuesto por dos relatos que difícilmente se dejan asir. Su narrativa es escurridiza y astuta, los ritmos a los cuales estamos acostumbrados como lectores son alterados. En Be, la madre del peluquero de Jota, el protagonista, fallece. Este profesor universitario es invitado al velorio y, en su afán por distraer al hombre en duelo, van a comer y conversar a una marisquería. Por su parte, Pies cuenta la historia de los encuentros que tiene Hugo, un joven periodista, con un hombre que —asumimos— se encuentra en prisión. Los fragmentos de ambas historias aparecen y se escabullen en un vaivén recursivo del cual no hay escapatoria. Platicamos con Gabriel Wolfson, su autor.

¿Por qué titular el libro con el nombre de ambos relatos?

Yo no fui en realidad quien le puso título al libro. Tenía por ahí alguna idea, pero era muy mala. Be y Pies fue una sugerencia de los editores, creo que en especial de Vivian Abenshushan, y me pareció atinadísima: me hizo ver que el título que yo tenía era muy malo porque era justo eso, algo que parecía demasiado un título, mientras que Be y Pies no: desconcierta un poco.

¿Qué surge cuando dilatas las tramas narrativas y los múltiples acontecimientos de los relatos? ¿Por qué dilatar las historias?

No sé si se trate realmente de dilatar, porque no veo en los relatos tal cosa como una historia clara que yo hubiera dilatado a propósito metiéndole rollo, palabrería interesante o no interesante que alargara o engordara esa historia. Creo que lo que en ambos relatos se podría llamar la historia, o una historia, es algo que existe porque existen esos soliloquios, esos diálogos, esos cambios de tema o de tiempo, esas dudas o incluso ese no saber. El final de Pies, por ejemplo, ocurre justo ahí, en esa zona del no saber de los personajes: se dice que si hubieran comido juntos Hugo y el Mosco habrían platicado tales y cuales cosas (entre otras, aquello que explica el título del relato), pero que no lo hicieron, sólo se saludaron y cada uno se fue por su lado. Ahí termina la historia, pero termina entonces justo por lo que los personajes no saben de ella.

¿Qué sucede cuando refieres tus personajes en tercera persona y luego, inesperadamente, cambian a una primera persona? ¿Qué tipo de fluctuación es la que se gesta dentro del texto?

Es una manera de entonar, de frasear, que me gusta mucho y me permite ciertas cosas. Hay un narrador, cuyo estatuto es no muy claro, y el narrador refiere ideas o frases de los personajes, pero a veces ocurre entonces que el personaje se adueña de la escena y comienza a hablar y ya no necesitamos al narrador. Para mí es un asunto más bien de fraseo, rítmico, que permite hacer variaciones muy ligeras: repetir no lo mismo pero casi lo mismo, dar vueltas y ver qué pasa con las alteraciones mínimas.

Be transcurre en prospectivas, planes y recuerdos de Jota; es decir, sucede mucho de formas hipotéticas en los pensamientos del personaje y, al mismo tiempo, no sucede nada de forma palpable. ¿Por qué jugar con esa dilución de los planos de realidad y aquellos mentales?

No lo sé, pero en mi lectura del texto hay un cierto plano real, digamos, donde ocurren las cosas, o algunas cosas al menos: es la marisquería, donde Jota y el peluquero están platicando, están comiendo y platicando en este momento. Hay otros fragmentos que es fácil identificar como anteriores, situarlos como antecedentes de ese encuentro (por ejemplo, cuando Jota llega de nuevo a esa peluquería, casi por azar, luego de que esa fue la peluquería de su infancia), y otros que es menos fácil identificar (los referentes a la carnicería, al restaurante y a la peluquería del señor Ruiz), que yo sé que pertenecen al peluquero, son sus descripciones de lugares especiales de la ciudad, pero que quien lea puede asignar a quien quiera. En el fondo el relato es sencillo en su estructura: una conversación, a lo largo de la cual se intercalan fragmentos que la complementan.

¿Por qué es importante para ti hablar de lo que no sucede en ambos relatos?

Eso me gusta mucho, y no lo sé, no sé por qué, pero es justo de lo que hablábamos antes sobre el final de Pies. Y es también, claro, lo que mueve buena parte de Be, la idea de Jota de que Ana y Nur, esas dos chavas que él conoce y que viven y han vivido desde hace muchos años en la misma calle, la misma cuadra incluso, deberían conocerse porque no se conocen ni se han visto nunca. Pero eso no sucede, efectivamente. El relato, creo, pareciera sugerir que ese acontecimiento —que Ana y Nur se conocieran— podría ser interesante, detonador de muchas cosas, pero entonces se aparece don Toño, este empresario nefasto que todo lo ensombrece. Pero no sé por qué me gusta esto.

Hace muchos años recuerdo que escribí un cuento donde el narrador-personaje de pronto decía: “Quiero decirle esto a fulanita”, y entonces venía un párrafo de dos páginas, y luego otra vez el narrador: “Pero no se lo digo, mejor no”. Tiene que ver, al menos en parte, con esta idea de que las historias, los relatos, se construyen con lo que pasa y con lo que los personajes saben o creen, pero también con lo que no pasa y con lo que los personajes no saben; tiene que ver con una idea de que una historia no es una sucesión de acontecimientos, sino el hecho de que una cierta voz ponga o no en relación esos acontecimientos.

Los dos cuentos, a través de su incertidumbre, terminan por arrojarnos epifanías que no podemos esquivar. ¿Acaso la vida es ese cúmulo de fragmentos inconexos de lenguaje? ¿Cómo se da tu búsqueda dentro del lenguaje? ¿Qué encuentras en la recursividad y la reformulación?

Bueno, quizá a veces la vida sí sea ese cúmulo de lenguajes inconexos. Quiero decir, la vida a veces se juega en la posibilidad de hablar o no, y no me refiero, o no sólo, a momentos donde haber dicho tal o cual cosa habría constituido reorientar la vida para acá o para allá, sino a algunos momentos donde el lenguaje parece despegársenos, donde nos hacemos extraños al lenguaje. Hay una extrañeza cotidiana y normalmente desapercibida, pero también una extrañeza mucho más fuerte que por ejemplo asoma en momentos de crisis. Y los dos protagonistas de los relatos están en momentos así, críticos, y sus entornos también (el peluquero, además de la muerte de su madre, asiste a la extinción de su negocio; Hugo está en medio de un trabajo infame y de una ciudad tomada por la propaganda electoral). La recursividad, la repetición, la amplificación, el énfasis, pueden ser síntomas de ese lenguaje despegándose, o también pueden ser formas de aferrarse a él, o de intentar establecer relaciones diferentes, nuevas, con el lenguaje.

Citándote, hay fragmentos como «Los pomos de talco. La palabra pomos» o «O lo acompaño en su dolor, dice el peluquero. O ya está descansando. Ya descansó o ya está descansando. No las entiendo, dice, me dicen esas cosas y yo sé lo que debo hacer, pero creo que lo haría dijeran lo que dijeran», los cuales me llevan a preguntarte ¿qué tanto determina el lenguaje la realidad y viceversa?

En otro librito que acaba de salir, Profesores (Conaculta, colección El Guardagujas), hay un personaje, un viejo profesor de primaria, ya jubilado, con principios de alzheimer, obsesionado con un puñado de frases que memorizó desde hace mucho, una de ellas, ésta: “No sé lo que soy pero sé de lo que huyo”. Ese profesor dice que la frase la dijo muchas veces, incluso en el salón frente a los niños de primaria, pero que nunca había pensado realmente qué quería decir, la ha dicho, la ha «enseñado», la ha escrito en un pizarrón, incluso ha pensado si va con coma o no (“No sé lo que soy, pero sé de lo que huyo”, o sin la coma), pero nunca ha pensado en su contenido semántico. Eso me gusta, me gusta ese profesor.

Sabemos que lenguaje y mundo se determinan, se enciman, se interfieren, no sé qué tanto o quién gane. Pero yo odio particularmente el lenguaje estandarizado de los grandes discursos sociales, sobre todo mediáticos (si no es mediático el lenguaje parece que ya no tiene forma de estandarizarse): el lenguaje despreciativo de Televisa, el lenguaje estúpido del marketing, el lenguaje terrorífico de la lógica empresarial. Entonces me gusta un personaje con este tipo de manías con ciertas frasecitas absurdas.

En ese mismo sentido, ¿qué tanto las historias son sólo sobre el lenguaje?

Yo diría que no. Sólo sobre el lenguaje no. Como historias, son historias básicamente de ciertos personajes y entornos –como ese: una ciudad avasallada por una campaña electoral nefasta, sin salida– y en todo caso de las problemáticas, manías, dificultades o placeres de esos personajes con los lenguajes. Como textos, sí son textos (cosas, mecanismos, en fin) en buena medida sobre el lenguaje.

Cortar pelo como cortar carne como cortar/contar historias. ¿Te concibes como un escritor que actúa como carnicero o como peluquero?

La primera actividad que soñé ser fue carnicero, me embobaba ver, desde los 100 centímetros que mediría entonces, las manos del carnicero sacando filetes de un gran trozo, limpiándolos de pellejos, metiendo cachos al molino para que salieran esos fideos rosas para las albóndigas. Carnicero y también pollero, abren al pollo y con las tijeras lo parten en dos, luego meten los dedos y van zafando la pechuga. Me fascina. Así que me gusta la comparación.

Luego se me ocurre pensar en el único libro de José Emilio Pacheco que realmente me gusta, Morirás lejos. Raúl Dorra escribió sobre la idea de rasgar: todo en ese libro son rasgaduras, incisiones, desde el famoso “chopo ahíto de inscripciones” del parque donde alguien vigila a eme hasta los túneles que se cavan en el gueto de Varsovia hasta, desde luego, la propia escritura: la escritura como incisión. Hay algo en trocear, en mi caso, que no está nada mal, hacer pedazos esa continuidad –que es a la vez esa expectativa–.

¿Hacia qué tipo de lectores apuestas? ¿Qué piensas del aparente desamparo de los lectores que se enfrentan a estos cuentos?

No los veo desamparados de ninguna manera, en todo caso los veo más desamparados si se enfrentan a casi cualquier película gringa actual, salvo que en ese caso uno está acostumbrado al escandalazo y el vértigo de las tomas. Como cualquiera, le apuesto a los lectores a quienes les pueda interesar lo que hago, pero ahí se abren muchas posibilidades: gente que comparta lecturas e intereses, claro, pero también gente que no, y también gente que descubra y me haga ver qué es lo que se supone que hago.

Es evidente que se incluyen citas de referentes literarios en Pies. Confieso que no las reconozco; aventuro que te refieres a Ulises Carrión cuando mencionas a un hombre de los Tuxtlas, Veracruz, y obtuve la de Carlos Pellicer gracias al texto de Alejandro Silva en la revista Registro. ¿Que permanezcan en la oscuridad es parte del juego que se establece con los lectores? ¿Por qué no transparentarlas?

Están en la oscuridad y no, porque se hace explícito que son citas (se dice que “Ulises dice” o que “F. le escribe a su padre”, y además todos esos fragmentos están en cursivas y separados del resto). No es necesario en absoluto saber que en efecto son Ulises Carrión o Pellicer o Kafka o un personaje de Michel Tournier, etcétera, lo necesario en todo caso es reconocer que son citas, fragmentos de discurso ajeno, de otros, y que esos fragmentos de otros también están incorporados al rollo del narrador o de los personajes.

El texto lo escribí así, apropiándome de muchas frasecitas de distintos libros que fui apuntando en una libreta porque me gustaban, y que decidí usar a fuerzas en ese relato que estaba escribiendo, a como diera lugar: buscar el modo de que tal o cual frase fuera usada en algún momento. Pero me gustó eso porque el texto me iba pareciendo un poco costumbrista, digamos, con el riesgo de parecer demasiado transparente o mimético, así que esto era una forma de romper brechtianamente, digamos. Ese era el punto. Clarificar los autores de esas citas introduciría un cierto ambiente letrado que, creo, no le conviene, no le interesa al texto.

¿En qué lugar transcurre Pies? ¿Qué tipo de cárcel es en la que está ese hombre?

Yo pensaba en la cárcel normal, es decir en el CERESO de Puebla. Quien me contó lo que fue el origen de esta historia se refería al CERESO, y yo intenté narrar todo eso de manera realista (realista desde la perspectiva del personaje). Salvo que sí decidí no decir nunca la palabra “cárcel”. Pero según yo eso iba a resultar muy claro desde el principio, y salió que no. La verdad, como efecto azaroso, me gusta mucho: ocurre que el texto ha sido leído con un componente de mínimo misterio, de enrarecimiento, que yo no había ni vislumbrado. Mucho mejor.

En Pies, la mujer dice: «¿Puede una idea convertirlo a uno en forajido, en prófugo, en yo qué sé?»; ¿puede ser ésa también otra de las líneas sobre las que se construyen los relatos?, ¿el lector se convierte en forajido al no acceder del todo a una comprensión clara de estos relatos? Y, ¿el ser forajido en este caso abona al placer de llevar a cabo su lectura?

Ya no recuerdo en qué contexto se dice originalmente esa frase. El personaje que la dice, Yakov, de una novela llamada El reparador, está preso, casualmente. Digo esto porque la frase me gustó cuando la leí, mucho antes de escribir el relato. Me recordaba mucho a Piglia, esa idea de Valéry que cita en Respiración artificial de que El discurso del método es la primera novela moderna porque narra las aventuras no de un personaje sino de una idea. Pero luego creo que está contenida en esa frase la posibilidad del delirio: la manía por una idea que se apropia del cuerpo de alguien. En Pies, sin embargo, la frase es usada cínicamente, por la esposa del defraudador preso. En fin, pero volviendo al punto: cuando uno siente que accede del todo a un relato, creo que ese relato se le cae, pierde todo el chiste. En la mayoría de los casos, uno no accede quizá ni a la mitad de lo que lee, y sin embargo (o justo por eso) uno lo disfruta.

Foto: Cortesía Tumbona Ediciones.

Colectivo Los Carpinteros en el MuAC

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Por GASTV | Enero, 2016

El Museo Universitario Arte Contemporáneo (MuAC) presenta una exposición dedicada al colectivo cubano Los Carpinteros, integrado actualmente por Marco Castillo (Cuba, 1971) y Dagoberto Rodríguez (Cuba, 1969). A través de soportes como el dibujo, la acuarela, la escultura, videos e instalaciones, el colectivo cuestiona la funcionalidad de los objetos y su relación con ideologías diversas y posturas políticas.

Sus obras —a menudo cargadas de gran sentido del humor— cuestionan los mecanismos de control ejercidos por los discursos oficiales, además de despertar el sentido crítico del espectador. Para el colectivo es fundamental la resignificación del sentido de los objetos cotidianos, a través de la alteración de los elementos que los constituyen. Los Carpinteros comienzan a trabajar en 1992 en un contexto marcado por la caída de la Unión Soviética, que impactó en la falta de suministro de insumos a la isla, con ello, los artistas aprovechan todo tipo de material para producir su obra.

La exhibición de Los Carpinteros, curada por Gonzalo Ortega, se presenta en el Museo Universitario Arte Contemporáneo del 17 de marzo al 4 de septiembre 2016.

Foto: Los Carpinteros.

Opinión | Una seria invitación a Material Art Fair

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Por Emmanuel Boldo / @emanuelboldo | Enero, 2016

A un par de semanas de la tercera edición de Material Art Fair, debo de reconocer cierto hartazgo por las ferias de arte, editoriales, moda o lo que sea. Tal vez se trata de una justificación para utilizar con libertad el término fair-tigue, neologismo acuñado por la periodista Georgina Adam en el The Art Newspaper, para describir su fastidio por la creciente cantidad de ferias de arte. Las ferias funcionan como plataformas de vinculación para los actores de la industria artística, un ecosistema ficticio que proporciona acceso a una determinada selección de obras en un espacio físico, lo que resulta conveniente útil para la comercialización, ¡ah! también para el intercambio de ideas.

Material Art Fair, Ciudad de México, es un concepto que produce en el visitante un extraño atractivo ante la posibilidad de observar arte contemporáneo, sin la necesidad de pulsar el timbre de una galería para después sortear el escrutinio del personal de recepción y, por fin, admirar las piezas de aquellos que se han propuesto dinamitar las bases académicas para construir nuevas experiencias estéticas. Una especie de modelo democrático que obliga a la jerarquía artística a compartir el espacio con cualquiera que decida pagar un boleto de entrada sin importar su grado de compromiso. Personalmente estoy convencido que Material Art Fair representa la actualidad del arte y permite vislumbrar el futuro de las tendencias, tal es el caso de las piezas de Ramiro Chaves presentadas hace un año en el booth de la galería The White Lodge, y actualmente exhibidas en el Museo del Chopo, bajo el título Lxs Brutxs.

Este año Material Art Fair reúne la visión curatorial de más de 60 galerías, espacios sin fines de lucro y proyectos artísticos emergentes dedicados a provocar, explorar y dialogar acerca del presente del arte. Destacan la galería Joségarcía (Ciudad de México), que en 2015 presentó By Boat (Farewell) bajo la curaduría de Adam Carr, con piezas de On Kawara y Jonathan Monk; la galeria Alter Space (San Francisco), con la participación confirmada de la artista visual Koak y con piezas editoriales como End the Times; la plataforma multidisciplinaria Proyectos Ultravioleta desde Guatemala y la galería Smart Objects de Los Angeles, dedicada a la intervención de espacios.

A pesar del escepticismo y de los detractores que aseguran sentirse estafados y vivir en la peor etapa de la historia, la realidad es que las ferias de arte contemporáneo —nos gusten o no— son el presente de la industria.

Foto: Colores y Sabores de Hernaín Bravo | Instagram Material Art Fair.

Satélite 02

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Por GASTV | Enero, 2016

Satélite se trata de una iniciativa curatorial que busca reflexionar sobre el espacio de reflexión y la institución del museo. Bajo esta premisa, durante el año estará interviniendo de manera «parasitaria» diferentes museos de la ciudad de México; la primera parada fue el Museo del Chopo con la pieza El gran camino es llano pero la gente ama los senderos de N. Samara Guzmán Fernández. 

El segundo ejercicio de Satélite es Tocani de Balam Bartolomé, acción que parte del planteamiento —gráfico y simbólico— de las escalas de valores que se establecen al realizar el mapa de algún territorio. Esta cartografía que propone la aprehensión del mundo en términos simbólicos, culturales y geopolíticos.

Con ello, Tocani tiene la intención de conectar el espacio físico a partir de una relación metafórica, tomando como partida el CCU Tlatelolco, construcción que se erige sobre ruinas históricas, en términos formales y figurados.

La cita es el 23 de enero en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Aquí se puede seguir la ruta de las siguientes intervenciones.

Foto: Satélite.

Taller de los viernes en kurimanzutto

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Por GASTV | Enero, 2016

Explorar la creatividad de manera autónoma, a través del diálogo e intercambio fuera de la estructura académica establecida, fue el motor que reunió a Abraham Cruzvillegas, Damián Ortega, Dr. Lakra, Gabriel Kuri y Gabriel Orozco en el Taller de los viernes (1987-1992).

Más que un colectivo o un grupo de trabajo, se trataba de «un conducto para transmitir y recibir información, para formar y deformar su ‘devenir artístico'».

Este escenario se recrea en XYLAÑYNU bajo la curaduría de Guillerno Santamarina, exposición que revisita el pensamiento de los cinco años de actividad de Taller de los viernes. Para la ocasión, Santamarina reúne trabajos recientes de cada uno de los integrantes.

XYLAÑYNU se inaugura el 6 de febrero en kurimanzutto.

Foto: Foro UIC.

Entrevista | Humberto Moro

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Por Pamela Ballesteros / @apoteosis_  | Enero, 2016

En su decimotercera edición Zona Maco se integra —como cada año— por cinco secciones, entre ellas Nuevas Propuestas. Área destinada a exhibir galerías y espacios independientes nacionales e internacionales, que presentan obra de artistas jóvenes así como de otros más consolidados que no han tenido presencia previa en México.

En este contexto, la curaduría de la sección está a cargo de Humberto Moro (Guadalajara, 1982), artista de formación que se ha desempeñado como coordinador de la colección Jumex y como curador independiente. Tras colaboraciones anteriores en Zona Maco, en esta edición Moro concreta su participación y nos platica sobre su selección de galerías y su concepción de espacio independiente.

Para comenzar me gustaría saber ¿a qué respondió la selección de participantes para Nuevas Propuestas? ¿qué conceptos hilan la curaduría de este año?

Este año funcionó diferente porque usualmente se tiene una serie de parámetros para seleccionar a las galerías participantes, parámetros que tienen que ver por ejemplo con la edad de los artistas o la permanencia de las galerías. Ahora quise dejar esto un poco de lado para pensar en otro tipo de mediaciones, como el encuentro que sucede entre los coleccionistas y el público con las obras presentes en la feria. Entonces la selección partió de ello, de galerías que presentan obra ex profeso o de artistas que no habían sido expuestos anteriormente y que de alguna forma su obra representa una novedad en la feria.

En realidad no tiene un concepto porque no es una exposición como tal. Por ejemplo el área de Solo Projects en Zona Maco Sur, que presenta el trabajo individual de artistas, sí puede tener un concepto mucho más desarrollado. Por su parte, Nuevas Propuestas es una sección mixta en donde hay galerías que aplicaron y otra parte de ellas que fueron invitadas directamente.

A partir de esta selección ¿qué discurso buscas enunciar?

Para mí es muy importante el tema de la creación de nuevos coleccionistas, me parece que el coleccionismo en México es una cosa que ha crecido muy lentamente en comparación a la oferta de artistas y galerías que existe. Así que una de mis principales intenciones para este año es cultivar el coleccionismo, invitar a gente joven a que se atreva a incursionar en esta actividad.

Para ello, hay toda una serie de estrategias como ofrecer rangos diversos de precios en la feria. La sección Nuevas Propuestas representa lo mejor que está pasando en México en tema de artistas y galerías, al mismo tiempo que presenta una selección de los más representativo que pasa en el exterior.

Con ello, ¿qué diálogo resulta de emplazar escenas que provienen de contextos disímiles? ¿qué contrastes existen?

Es una pregunta muy importante, por ejemplo de los 22 proyectos seleccionados hay siete mexicanos, lo que expone a éstos ante artistas, curadores y galeristas visitantes. Se desarrollan proyectos y se establecen relaciones, transacciones que resultan en intercambios personales y de ideas muy importantes que no se pueden medir en términos comerciales.

En particular de la ciudad de México, entre un basto circuito de espacios independientes, elegiste Casa Maauad…

Esto respondió a una iniciativa directamente de la administración de la feria, no fue decisión propiamente mía. Me parece maravilloso integrar un espacio que ha tenido un trabajo consistente en los últimos años y que la feria represente una plataforma para su desarrollo.

Continuando con el tema de espacios independientes, hace unos años estuviste a cargo de HUMO Live Art en Guadalajara, es decir, conoces bien la dinámica de gestionar un espacio propio. Con esta experiencia ¿qué opinas del circuito y la actividad artística que sucede actualmente en la ciudad de México?

Me parece que los espacios independientes juegan un papel increíble y fundamental en el desarrollo de artistas, gestores y del público. El problema en México es que hay muy pocos recursos económicos con los cuales estos espacios puedan subsistir. La mayoría de ellos son sufragados por la gente que los dirige o que los crea, mantenerlos vivos se convierte en una tarea muy difícil, generalmente todos los espacios independientes nacen teniendo una fecha de caducidad implícita.

En mi experiencia, te puedo decir que el espacio que hice en Guadalajara y que se mantuvo a lo largo de cuatro años, fue una temporada en la que aprendí mucho y en la que conocí a muchas personas con las que continúo trabajando. El tema de la escala también es importante, porque los espacios independientes afectan directamente a un círculo pequeño en donde sucede un intercambio de aprendizaje que repercute en la sociedad en general.

En México creo que hay pocos espacios independientes en la ciudad, estaría bueno ver más, existen varios muy interesantes como Casa Maauad o como Biquini Wax. Entonces sería muy bueno que tal vez el sector privado o el mismo gobierno pudieran brindar más facilidades para que se desarrolle una escena más fuerte.

¿En qué medida suceden o se replican estas dinámicas en Nueva York, ciudad en la que actualmente radicas?

Acá la cosa es muy diferente porque el sistema económico —sobretodo en el tema de impuestos— está construido de manera que facilita que una empresa apoye a un espacio independiente, es un poco como la ley de fomento al cine mexicano en México, pero aquí existe para todas las empresas culturales. Entonces es muy fácil que una iniciativa sin fines le lucro pueda obtener recursos, hay espacios legendarios como Participant Inc, que tiene más de diez años operando, es pequeñito pero sus exposiciones están a nivel de cualquier museo.

¿En qué panorama ubicas a la escena artística de México frente a la escena global del arte?

No creo que como tal se pueda dar una posición, lo que sí puedo decir es que durante las últimas dos décadas ha habido muchísima atención en México porque muchos artistas han salido al exterior, han sabido operar en un circuito más extendido, lo que implica representar al país. Es un fenómeno producto de los artistas y cada vez más de las galerías.

Regreso a Zona Maco, el año anterior la selección para Nuevas Propuestas tuvo que ver con la producción joven en América Latina. En esta ocasión conviven, por ejemplo, el espacio Diablo Rosso de Panamá y YAM de San Miguel de Allende. En este sentido ¿qué opinas del la relación e intercambio entre las escenas independientes en Latinoamérica?

Esta edición no está tan enfocada en Latinoamérica, diría que hay un poco más de intercambio con el norte, y no sólo geográficamente hablando, sino el norte global. Por mencionar algunas, están presentes tres galerías de España, cuatro de Estados Unidos, dos de Alemania, así como de Bélgica e Inglaterra. Sin embargo, muchas de ellas están trabajando directamente con artistas latinoamericanos, incluso mexicanos, lo que creo que resulta en un panorama esperanzador.

Entre ellas está DUVE de Berlín, que exhibe a Débora Delmar; Art 3 gallery de Brooklyn, que exhibe a Alexis de Chaunac; y D+T Project Gallery de Bélgica que presenta el trabajo de Federico Martínez Montoya. Lo que es un síntoma de que hay artistas mexicanos y latinoamericanos que están estableciendo relaciones significativas con galerías de Europa.

Más allá de la lógica de mercado a la que responde una feria como Zona Maco ¿qué rol tiene la sección de Nuevas Propuestas? ¿qué tanto resulta una plataforma de validación para los artistas?

Creo que no se puede dislocar el hecho de que la feria es un espacio especializado, en el que la relación primaria es entre un proveedor de servicios que es la galería, y un consumidor que es el coleccionista. Obviamente el bien con el que se está comerciando, que es el arte, es un bien que trasciende el comercio.

Claro que lo es, pero no considero que la feria sea exclusivamente un espacio de validación del artista, me parece que, como lo comentamos antes, hay otro tipo de intercambios que no son comerciales y son mucho más trascendentes. El estar en una feria y el estar en un organismo comercial claramente tiene implicaciones de validación en el sistema del arte global, eso no es algo que se pueda evitar, pero tampoco creo que sea algo que se tenga que satanizar.

Foto: Pete Mauney | Cortesía Zona Maco.

Opinión | Si el museo es una escuela, el Museo Jumex no lo es

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Por Tania Puente y Jerónimo Rosales | Enero, 2016 

El museo es una escuela: el artista aprende a comunicarse; el público aprende a hacer conexiones.

Luis Camnitzer [1]

Una mujer rubia, con vestido de noche y joyas decorando sus extremidades, platica con sus contertulios en una fiesta de la alta sociedad: «Pero hay algo que es muy extraño y paradójico», dice ella —palabras más, palabras menos—, «por un lado, existe un abismo de raza y de clase. Todo mundo está instalado perfectamente en una jerarquía social que es ‘inamovible’ y al mismo tiempo hay una curiosidad por el otro, un deseo por conocer al otro, y las dos cosas son absolutamente reales. Es un momento interesante en el país, porque algo se quebró y permitió una dislocación que no sabemos adónde conducirá. No tendrá un gran final, eso ya lo sabemos. No será un final feliz ni triste». [2]

Esta escena forma parte de una película proyectada en el segundo piso del Museo Jumex. Sin embargo, lo que sucede fuera de la pantalla, en el mundo no ficticio, es todavía más interesante. Una mujer joven, bella y rubia entra a la sala encabezando una peculiar comitiva: tras ella camina su marido, también joven y bello (aunque no rubio), y siguiéndolos de cerca, dando gritos y con los brazos extendidos, corre a trompicones un niño pequeño que no ha de pasar los 2 años de edad. La criatura también es rubia, de una piel casi tan blanca como las paredes del museo. A cierta distancia del grupo y ocultándose entre las sombras de la sala, se arrastra, cual fantasma, una señorita joven y morena. Viene uniformada con un traje de dos piezas de color azul cielo con motivos blancos en las solapas y las mangas. Carga una gran pañalera Marc by Marc Jacobs de la que sobresale un biberón enorme. Esta mujer morena uniformada es la nana que va detrás del niño rubio. Ella lo cuida para que los papás paseen más a gusto. No cabe duda que, efectivamente, «existe un abismo de raza y clase».

Si el museo es una escuela, esta escuela es como el Instituto Cumbres: está echando la casa por la ventana para recomponer su imagen pública

Bajo un mismo sol: Arte de América Latina hoy es la más reciente exposición del Museo Jumex. Fue presentada por primera vez en junio de 2014 en el Museo Guggenheim de Nueva York. La curaduría estuvo a cargo del mexicano Pablo León de la Barra, quien funge como curador Guggenheim de Arte Latinoamericano dentro del programa UBS MAP Global Art Initiative, que a su vez deriva de la compañía internacional de servicios financieros UBS.

La muestra se compone de 48 obras producidas por 40 artistas de 14 países de Latinoamérica. A partir de esta selección, éstas fueron adquiridas para engrosar las filas de la colección del Guggenheim, una estrategia de legitimación que en repetidas veces ha probado su efectividad dentro de la historia del arte. Su siguiente parada será la South London Gallery, en Inglaterra, en junio de 2016. No sobra preguntarse cuáles fueron los criterios para definir el recorrido geográfico donde se presentaría la muestra.

Durante semanas, la ciudad de México se tapizó de publicidad promoviendo Bajo un mismo sol: no hay parabús defeño que no se haya visto ocupado por la imagen omnipresente del sol con la que el Jumex ha anunciado la exposición. El énfasis en la promoción es un triste recordatorio de que el año pasado el Museo Jumex vio su imagen pública muy golpeada tras la cancelación de la retrospectiva de Hermann Nitsch, evento que atrajo numerosas y merecidas críticas.

Si el museo es una escuela, esta escuela victimiza a su alumnado

En el catálogo que acompaña Bajo un mismo sol, el iluso curador escribe su cartita a los Reyes Magos: tras reconocer que las manifestaciones artísticas de América Latina han sido ignoradas por el eje expositivo europeo-estadounidense, el curador escribe que «aunque hoy en día la situación ha cambiado, en muchas ocasiones persisten actitudes ignorantes y paternalistas. Con excesiva frecuencia, el arte de las periferias ha sido presentado como exótico [y], aun cuando estas producciones artísticas se incorporan a la historia ‘oficial’, muchas veces su significado es neutralizado». [3] En el decir está el hacer: al escribir estas palabras, León de la Barra insinúa que esta exposición busca revertir todos los males que el arte latinoamericano ha padecido. A saber: el desprecio de europeos y estadounidenses por igual, el paternalismo y la ignorancia, la mirada exotizante y la neutralización del significado subversivo de algunas de estas manifestaciones. En el mejor de los casos, León de la Barra olvida que todos estos padecimientos son intrínsecos a la relación desigual que hay entre centros de poder cultural y periferias subalternas.

Bajo un mismo sol es un ejercicio expositivo conciliador que, en su afán de visibilizar la diversidad de expresiones artísticas producidas por creadores latinoamericanos, se vuelve una serie de contradicciones que refuerza esa indeseable mirada vertical enunciada desde los epicentros artísticos anglosajones y europeos.

Si el museo es una escuela, esta escuela basa sus lecciones sobre América Latina en libros de texto estadounidenses

Tropezando constantemente con sus propias palabras, León de la Barra escribe en el catálogo de la exhibición que «el nombre y la idea de América como continente son una invención europea» [4]  y recuerda que la idea de «Latinoamérica» es también una ocurrencia francesa.[5] Estas aseveraciones cobran un divertidísimo cariz cuando consideramos que Bajo un mismo sol es una muestra patrocinada, supervisada y organizada por la Fundación Guggenheim, institución estadounidense. De esta manera, el canon del arte latinoamericano que esta exposición busca promover es, también, una invención externa que se enuncia desde una posición de poder. Parece ser que, por muy autocrítico que sea el primer mundo, inventar a América Latina desde cualquier perspectiva sigue siendo uno de sus pasatiempos favoritos.

En palabras de León de la Barra, además de incorporar la obra de artistas y regiones previamente excluidos por los cánones, Bajo un mismo sol y la Guggenheim UBS MAP Global Art Initiative tiene el noble objetivo de posicionar «la obra de arte y el museo como cajas de herramientas, como amplificadores con el poder de cambiar las maneras en que vemos y nos relacionamos con el resto del mundo». [6] ¡Oh, salve, Fundación Guggenheim! Gracias por redimir el arte contemporáneo latinoamericano y perdonar su ostracismo.

Bajo un mismo sol es una fotografía de nosotros mismos tomada por un explorador estadounidense de apellido Guggenheim que, nada tonto, se ha hecho acompañar de un intérprete nativo llamado León de la Barra. El intérprete, que se llena la boca de palabras como «progreso», «liberación» y «reivindicación», nos tiende la fotografía para que nos reconozcamos a nosotros mismos, como si de antemano no supiéramos quiénes somos. Su presencia funciona como un puente entre nosotros y el explorador, y suaviza la tensión y rispidez que pudiera surgir entre ambas partes.

Si el museo es una escuela, esta escuela basa sus lecciones en dictados, monografías y planillas escolares

La pieza que Luis Camnitzer instaló en la fachada del museo, y que hemos reproducido en el epígrafe de este texto, sugiere que el museo es una escuela. Si así fuera, las cédulas de Bajo un mismo sol funcionan como monografías doctrinarias: en un lado la fotografía de la obra, al reverso la explicación unívoca de la misma. En vez de brindar una explicación sobre el origen de las piezas, o el contexto sociopolítico y cultural de sus condiciones de producción, nos da respuestas fáciles y unidireccionales, plagadas de name-dropping, con miras de sustentar, a través de referencias a otros artistas, las producciones más recientes —para evitar que pierdan su dirección histórica u olviden sus orígenes.

Para ejemplificar, queremos exponer una breve revisión del arte latinoamericano según las cédulas: Plage Parallele [7], una pieza que consiste en dos toallas blancas colocadas sobre el piso, evoca «la posibilidad de sitios y estados ‘paralelos’ que contienen una cierta atmósfera que se encuentra sólo en los trópicos y que González-Foerster ha llamado ‘Modernidad Tropical’». Walk [8], una acción por demás poética, queda justificada porque «entre sus predecesores se encuentran la dérive de los situacionistas, las exploraciones inconscientes del París de los surrealistas o los paseos de Francis Alÿs en la Ciudad de México». La obra Ouro Velho, [9] por su parte, pareciera funcionar sólo porque «reinterpreta el enfoque y la estética del neoconcretismo —específicamente como manifestación en la obra de artistas brasileños como Hélio Oiticica». Las referencias abundan en lo que pareciera un afán por encubrir la mediocridad de algunas obras haciendo referencias a artistas, movimientos y conceptos que el lector no iniciado difícilmente conocerá.

Si el museo es una escuela, esta escuela no se basa en Paulo Freire, sino en Paulo Coelho: creer en el mito

León de la Barra cierra su texto del catálogo poniendo en alto el nombre de su exposición. Da gusto ver que hay agentes culturales que creen en su trabajo, pero pecar de optimismo excesivo es un gran desatino. El curador escribe que en Bajo el mismo sol «el espectador participa activamente en la obra expuesta […] en un entendimiento de liberación y progreso, más allá de los cismas económicos, políticos y sociales del pasado»[10]. ¡Liberación y progreso! Una vez más, un falso profeta aparece ante el público esgrimiendo el viejo argumento de que el colonialismo cultural funcionará a favor de los colonizados.

Pero eso no es todo. La supuestamente inextricable «participación activa» del espectador en la obra expuesta se queda en nada. ¿De qué manera la mamá joven, rubia y bella que fue a pasear al museo con su pequeño hijo —y su respectiva nana— participó en la obra? Salvo que aquella aparición fuera un performance no anunciado en el programa, resulta ilusorio pensar que el público se ha identificado tanto con las piezas expuestas que «participa activamente» en ellas. O tal vez valdría la pena preguntarle al curador: ¿Cómo es que el público participa activamente en las piezas? ¿Cómo se genera el mentado «entendimiento de liberación y progreso»?, y, a estas alturas, ¿alguien cree en el mito «progreso»?

Si el museo es una escuela, esta escuela tiene reglas claras del tipo «no corro, no grito, no empujo y no me subo a las bases de las piezas»

En su afán por recuperarse de los furiosos golpes recibidos el año pasado, el Museo Jumex ha echado mano del star system local para articular Bajo un mismo sol. La museografía estuvo a cargo de la joven arquitecta mexicana Frida Escobedo, cuya propuesta consistió en intervenir el espacio museográfico con tarimas y desniveles. Esta «geografía interior» obliga a los visitantes a caminar a través de las irregularidades, con la intención de que en su tránsito resuene la inestabilidad del contexto latino. Sin embargo, en ocasiones los desniveles son tan sutiles que, como bien señaló Edgar Hernández en su crítica a la exhibición «es común que el visitante termine sobre la base de las piezas»[11], provocando la reacción de los guardias que, presurosos, se acercan al visitante para decirle que no se puede «subir a la base».

La exhibición presenta piezas creadas durante un periodo de poco más de 40 años de actividad artística (1970-2015). Sin novedad, se trata de los mismos artistas pioneros que han definido el arte latinoamericano. La curaduría, en vez de aventurar una selección sincrónica (con todos los riesgos que eso implica) de las producciones actuales, ha optado por los viejos lobos de mar. Hay, incluso, apuestas seguras representadas con piezas mediocres, como la pintura de Gabriel Orozco, Piñanona 1 (2013)[12]. Hay también obras efectivas que hemos visto hasta el cansancio de las cuales Ya veremos cómo todo reverbera (2012) de Carlos Amorales es un ejemplo destacable. La marcha curatorial está dictada, pues, por el interés comercial y el aumento de la plusvalía de las flamantes adquisiciones.

Si el museo es una escuela, esta escuela no es un Montessori (conclusión)

En la pieza de Tania Bruguera, Tatlin’s Whisper #6 (Havana Version) (2009), la artista montó un podio para que, en el contexto de la Bienal de La Habana, la gente pudiera acercarse y decir aquello que suele callar. Una persona tomó el estrado y pronunció en repetidas ocasiones una interesante reflexión: «¿Qué es más importante, hablar o hacer?». En el contexto de Bajo el mismo sol, ¿qué es más importante, problematizar o legitimar?, ¿comparar o imponer?, ¿educar o dictar? ¿hablar o hacer? Las preguntas son claramente retóricas, pues ha quedado claro que Bajo el mismo sol es una exposición que, si bien esgrime algunos argumentos sensatos para construirse sobre ellos, termina cometiendo los errores que critica sin asumir, en ningún momento, las contradicciones inherentes a su proyecto. En este sentido, y recuperando una idea de Walter Mignolo que León de la Barra retoma en el catálogo de la muestra: Bajo el mismo sol «no es una ruptura con el colonialismo sino la perpetuación de sus desigualdades»[13].

 

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1.Luis Camnitzer, A Museum is a School (El museo es una escuela), 2009/2015, instalación específica de sitio y postal.

2. Tamar Guimarāes, Canoas, 2010, video a color, con audio transferencia de formato 16mm, 13’30’’.

3. Pablo León de la Barra, Bajo un mismo sol: Arte de América Latina hoy, Fundación Jumex Arte Contemporáneo, México, 2015, p. 11.

4. Ibid, p. 5.

5. «El término fue utilizado por primera vez alrededor de 1830 por el pensador francés Michel Chevalier para diferenciar a América Latina de la América angloparlante. Posteriormente, Napoleón III lo adoptó en oposición a los intereses británicos y estadounidenses en el continente». Ibid, p. 5-7.

6. Ibid, p. 35.

7. Dominique González-Foerster, Plage Parallele, 1999/2015, dos toallas blancas.

8. Wilfredo Prieto, Walk, carretilla, tierra, planta e impresión de inyección de tinta.

9. Adriano Costa, Straight from the House of Trophies—Ouro Velho, 2013, pintura sobre tela y plástico.

10. Pablo León de la Barra, op. cit., p. 32.

11. Edgar Hernández, Bajo un mismo sol, Excélsior, se puede leer aquí.

12. La cédula-monografía al pie dice lo siguiente de esta obra: «las fronteras entre lo racional y lo orgánico quedan disueltas». ¡Perfecto! ¡Ya tocaba que alguien disolviera esas fronteras!

13. Originalmente: «la modernidad no es una ruptura con el colonialismo sino la perpetuación de sus desigualdades», Pablo León de la Barra, op. cit., p. 23.

Imagen: El Universal.

Y se me vinieron muchas imágenes, en el MUAC

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Por GASTV | Enero, 2016

Teatro Ojo, Helena Chávez Mac Gregor y Cuauhtémoc Medina en colaboración con Campus Expandido y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, presentan «Y se me vinieron muchas imágenes», un foro de investigación que se inscribe dentro del contexto del proyecto Draft, una iniciativa de la Zurich University of the Arts (ZHdK). Nueve equipos en ciudades como Bombay, Cairo, Ciudad del Cabo, Hamburgo, Hong Kong, Shanghái, San Petersburgo, Zúrich y Ciudad de México se cuestionan sobre las condiciones del espacio público y las posibilidades de intervención del arte contemporáneo.

El título “Y se me vinieron muchas imágenes”, hace referencia a una de las frases que Marissa Mendoza utilizó para dar cuenta del momento en que encontró la imagen del rostro desollado de su esposo Julio César Mondragón en Facebook, tras los hechos ocurridos en Iguala en septiembre de 2014. La frase se utiliza como anclaje para reflexionar sobre los sucesos de los últimos años en un espacio público marcado por la violencia. A través de la recopilación de imágenes, videos y audios que han circulado de manera pública en medios de comunicación y redes sociales, el foro propone generar un archivo de momentos clave en la historia reciente que permitan pensar críticamente el presente.

Participan: Carlos Amorales y Buró Fantasma, Ileana Diéguez, Dolores González Saravia, Gabriela Jáuregui, Ana María Martínez de la Escalera, Antonio Marvel, Federico Navarrete, Elia Baltazar, José Luis Barrios, José Antonio Cordero, Cráter Invertido, Manuel Hernández, Israel Martínez, Nadia Lartigue, Juan Francisco Maldonado y Esthel Vogrig.

El foro se lleva a cabo en el Auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MuAC) los días 21 y 22 de enero.

Libros digitales: Malaletra

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Por GASTV | Enero, 2016

El mundo digital forma parte de la vida cotidiana de casi todos, sin embargo, en cuestión editorial aún falta mucho por hacer. Malaletra es una propuesta que busca promover el material independiente a través de la pantalla.

La idea de este proyecto inició como un blog dedicado al mundo editorial, el diseño y la tecnología digital. Malaletra es el resultado del trabajo de Álvaro Jasso y Cristian Ordoñez por promover textos independientes y publicaciones, principalmente en español, para transportarlos al formato e-book.

El portal, además de estar dividido por temáticas, involucra en su repertorio secciones que lo perfilan como un principal productor del libro electrónico en América Latina, por ejemplo: Mini malaletra busca simular la versión rústica, a través de pequeños formatos donde el lector conoce parte de las obras que componen el catálogo de la editorial, y de esta manera, hacer una invitación para que se compre la versión completa; por su parte, Hilo es un espacio dedicado a los autores sobre arte contemporáneo, creando una amplia y diversa colección de material para los lectores del tema.

A través de diseños sencillos pero con contenido valioso, la propuesta digital ofrece un vasto catálogo donde distintas disciplinas como la dramaturgia, el teatro y el arte contemporáneo convergen.

Imagen: Instagram Malaletra Libros.

Galería Progreso, un nuevo espacio auntónomo

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Por GASTV | Enero, 2016

Galería Progreso abre sus puertas en la calle de la cual toma su nombre, en la colonia Escandón. Se trata de un proyecto autónomo de Aldo Iram Juárez (México, 1988) para la difusión de propuestas artísticas. Lo que antes era una pequeño local de quince metros cuadrados, hoy ha sido transformado en galería de arte, estudio fotográfico, laboratorio de material analógico, consultoría de portafolios fotográficos, salón de clases, librería y boutique.

La exposición inaugural es La Feria del Progreso de Aldo Iram Juárez. Título que hace referencia al libro homónimo de Gabriel Zaid, y explora las consecuencias del ideal de progreso con imágenes de destrucción a través de una instalación que reúne obra fotográfica, una guirnalda de fiesta y snapshots del avatar que Iram Juárez utiliza en el videojuego Grand Theft Auto V.

Entre los artistas que representa se encuentran José Luis Cuevas, Fernando Brito, Manuel H. Márquez, Aglaé Cortés, Arturo García Trinidad, Alessandro Bo, Eric Albarrán y Luis Óscar Ríos. La Feria del Progreso estará en exhibición hasta el 19 de febrero de 2016.

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Foto: Galería Progreso.

Terremoto en publicación trimestral

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Por GASTV | Enero, 2016

Después de ser exclusivamente un sitio web desde septiembre de 2013, Terremoto, arte contemporáneo en las Américas, se convierte en una publicación impresa trimestral. El primer número ya se encuentra en circulación y aborda el tema de Investigadores Salvajes. Incluye artículos escritos por Juan Canela, Lola Malavasi, Mohammad Salemy, Rivet, Lucas Ospina y Fabiola Iza, sobre el rol del museo y los estudiantes, la configuración de los sistemas de investigación en el arte y la relación entre arte, política y pintura.

Desde que la curadora francesa Dorothée Dupuis fundó el sitio Terremoto, arte contemporáneo en las Américas, el proyecto se ha dedicado a dar cobertura de la producción artística que sucede en la zona que comprende desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina. El proyecto da el salto hacia el papel ya que Dupuis considera que es importante que el trabajo de investigación crítica se encuentre en papel para garantizar su perpetuidad.

Dupuis concibe en estos términos su proyecto: “espero con esto contribuir a construir poco a poco un archivo importante sobre arte americano en la década de 2010. Creo que el tema de la memoria es particularmente crucial en Latinoamérica, donde hay tantas cosas que fueron olvidadas u ocultadas a propósito, y no quiero que pase eso con el trabajo que nuestra generación está haciendo. Ojalá el público del futuro nos pueda consultar”.

La versión en papel de Terremoto se distribuye de forma gratuita en las galerías Arróniz, Casa Maauad, Diagrama, Yautepec, Lodos, LABOR, Proyectos Monclova, kurimanzutto y en los museos El Chopo y El Eco, entre otros espacios.

Foto: GASTV