Archivo para el junio, 2015

Opinión | Oscurana, lo animal y lo humano

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Por Sandra Sánchez / @phiopsia | Junio, 2015

Volver inoperante la máquina que gobierna nuestra concepción de hombre significaría, por lo tanto, ya no buscar nuevas articulaciones —más eficaces o más auténticas— sino exhibir el vacío central, el hiato que separa —en el hombre— el hombre y el animal, arriesgarse en este vacío…

Agamben

Todo terminó con la historia de Lil Bub, el gato. Ojos grandes, gestos tiernos y bigotudos, boca pequeña, rayas perfectas. En Facebook es figura pública, se presenta en conferencias y el dinero recaudado es donado a un fondo “for special needs pets”.

P. fue quien me habló de Lil Bub. Un tanto asqueado, pero sonriente, describía las semejanzas que encontraba entre la espectacularidad de figuras públicas y la forma en la que muchos humanos tratan a sus animales. Adam Sandler de por medio. Hace poco leí que un editor preguntaba a un crítico si un conversatorio podía suplir a un texto “impreso”, ¡por supuesto que no!, la dinámica de la conversación, su contingencia en opinión, no busca generar absolutos históricos, sino detonar, en quien escucha, pensamientos propios, traer al frente la memoria empolvada, teniendo como referente ningún libro o setecientos setenta y siete.

Fue en el flujo de la conversación divagante con P. que recordé dos cosas, primero la cantidad de contactos que tengo en Fb con gatos y la necesidad recurrente de antropomorfizar a sus mascotas, como si fueran bebés —hasta el momento no he encontrado una fotografía en donde se trate a un gato como a un anciano—. También apareció Deleuze con su suéter morado, respondiendo una entrevista en forma de abecedario, donde la letra “A” lo invitaba a hablar sobre lo animal: “las personas a las que les gustan verdaderamente los perros y los gatos tienen una relación con los perros y los gatos que no es humana […] lo importante es tener una relación animal con el animal, ¿qué es tener una relación animal con el animal? No es hablar con él, en todo caso”.

Normatividad, fotos de gatos y buena voluntad

*

“Bajamos de la sierra al desierto para desmontarlo a pulso.

Durante el día, no corría nada de viento

y durante la noche, la oscuridad más negra de todas.

Entonces poníamos latas con petróleo en cada pata del catre

para ahogar a las alimañas en medio de la nada.

Por eso me gusta el olor a petróleo.”

El texto es una copia de la hoja de sala de la exposición Oscurana, de Alejandra Avilés, en Biquini Wax. Sobre el muro que divide el segundo piso de las escaleras hay una cobija bordada en la que se lee: “San Jorge Bendito amarra a tus animalitos con un cordón bendito”; la frase está cortada en grupos de tres letras, todas en mayúsculas, formando una columna. En las paredes, un cuadro a blanco y negro con la fotografía de dos órganos en el desierto; también las cabezas de jitomates que de tan secas evocan la rigidez de las patas de una alimaña preparada para atacar.  Al fondo, el cuarto lleno de humedad, con las ventanas tapadas y un ligerísimo olor a petróleo.

En el centro de la habitación cuatro frascos transparentes, todos vivos. Iluminados, cálidos y casi cenitales. Medianos, guardan, regularmente, cosas de cocina, del hogar; al frente uno conteniendo a una tarántula, que tiene a lado a una víbora, resguardada por un escorpión, que tiene a lado un ciempiés. Sobre los cuatro frascos una cama sin colchón, sólo su base de madera vieja. Qué tentación acostarse, y escuchar los frascos quebrarse, y caer sobre los que, en la mejor de las suertes, vivirían para atacar.

De los animales, sólo el ciempiés puede provocar la muerte.

*

Existen múltiples teorías que se van renovando con el paso de la historia. Esas teorías hablan sobre las diferencias entre el humano y el animal. Una de las más populares dicta que el hombre es un animal político. Si bien ahora podemos pensar en otros binomios que pueden espejear lo humano, como la economía o la máquina, habría que pensar lo que tiene en común la economía, la máquina y el animal. Entonces vamos a hablar aquí de lo animal como ese ser vivo que se mueve pero que no es humano y de lo humano como ese ser vivo que no se subsume a su definición de diccionario. Lo humano, como palabra y como entidad, se construye a partir de las diferencias, de lo que no es, principalmente de su distancia con lo animal.

Lil Bub reduce la distancia de lo animal y lo humano, buscando homogeneidad. Lil Bub es parte de la familia, es un nombre propio, pero no se necesita leer un solo libro para percatarse que Lil Bub no construye un mundo, al menos no con el lenguaje que utilizamos los humanos para designar, señalar, abrir y habitar. Lil Bub no tiene una historia de la técnica, sin embargo, se violenta su animalidad (cerrada, enigmática, narrable), para imponerle nuestros más grandes anhelos: perfección, sumisión, postura contemplativa, adorno en muro de Fb, imagen que refleja la buena conciencia. Lil Bub te hace más bello.

Si anulamos la distancia, ¿a partir de qué diferencia va a aparecer lo humano?

Está este libro titulado Lo abierto, lo escribió Giorgio Agamben. La historia que cuenta es justo sobre la relación que los humanos han tenido con lo animal, el modo en que se han pautado las diferencias. Aclaro, no con los animales, lo animal no es particular, no se trata de distinguir entre garrapatas y panteras, no es biólogo; más bien le interesan las formas de vida, de la vida de lo humano y de la vida de lo animal. ¿O a poco usted sí tiene bien bien claro qué es lo humano? ¿o a poco usted cree en el buen salvaje y en la violencia como algo que puede erradicarse completamente? Las creencias son también historia.

La historia que cuenta Agamben es larga, pero aquí estamos en un blog, no en la biblioteca, con libro en mano, así que no se vale jugar al Pierre Menard. Por lo tanto, sólo citaré un fragmento, del capítulo 17, “Antropogenesis”, para ver si desde ahí podemos seguir hablando de Oscurana y de las alimañas que viven en la pieza de Alejandra:

1) La antropogénesis es aquello que resulta de la cesura y de la articulación entre lo humano y lo animal. Esta cesura se da ante todo en el interior del hombre.

2) La ontología o filosofía primera no es una inocua disciplina académica, sino la operación en todo sentido fundamental en la que se lleva a cabo la antropogénesis, el devenir humano de lo viviente.

3) El conflicto político decisivo que gobierna todo otro conflicto es, en nuestra cultura, el conflicto entre la animalidad y la humanidad del hombre. La política occidental es, pues, co-originariamente biopolítica.

Antes, en el capítulo anterior, “Animalización” dice que “la única tarea que todavía parece conservar alguna seriedad es el tomar a cargo y realizar la “gestión integral” de la vida biológica, es decir de la propia animalidad del hombre.

*

Abundan los textos apocalípticos sobre el fin de lo humano. Habría que matizar, que generalmente se trata de lo humano como concepto; en la red carpet ha habido hijos Dios, herederos de Prometeo, yo, sujeto kantiano, dasain y demás contenedores que utilizamos para autodefinirnos. El arte contemporáneo tiene la capacidad, como todo arte, de posibilitar otras historias, a partir de su muy específica y singular materialidad. Lo “contemporáneo” del arte actual viene, quizá, del momento de autoconciencia que ejecuta; es decir, de la intención explícita de trabajar sobre una narrativa específica, para darle una vuelta de tuerca. Sí, hay algo que se queda en la experiencia de quien la mira la pieza, pero también hay otro momento, el de relato y construcción de lo común. Ese momento cuestiona a la policía; a la norma que controla la animalidad de los cuerpos. En una de esas, ponemos en duda, si realmente Lil Bub nos hace más bellos.

Fue entonces cuando surgió la primera pregunta, la pregunta por la palabra con la que se anuncia la exposición.

¿De dónde viene la palabra Oscurana? ¿quiénes son los Vencedores del Desierto?

Alejandra: La historia de Sonora nombra a Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Victoriano Huerta como los vencedores del desierto. Los tres mezclaron su carácter empresarial con política, los tres fueron presidentes de la nación y personajes de la Revolución Mexicana, de hecho ellos la llamaban La revolución verde. Por que transformaron el valle del mayo y el valle del Yaqui en campos agrícolas.

Ahí es donde entra la historia de mis abuelos, que bajaron de la sierra al desierto para convertirlo en estos campos agrícolas. Los atraían dándoles tierras, trabajo y ellos las tenían que desmontar a mano. Imagínate tumbar un sahuaro, una pitaya a mano. Entonces vivían en mucha precariedad y el peligro latente de picaduras de animales. Por eso para mi los verdaderos vencedores del desierto son los que lo tumbaron sin maquinaria, no los que lo mandaron tumbar.

La palabra “Oscurana” no se de donde es originaría, pero la usamos mucho en Sonora. Es una palabra vieja para describir el momento de oscuridad más denso. Cuando llegaron al desierto no tenían agua ni luz, entonces la noche era la más noche de todas las noches. Mi tía me dijo que era como una oscuridad de pecho. Yo creo que por que esta relacionada con la planicie y la intemperie, con el espacio que no puedes ver pero de alguna manera lo sientes a partir del cuerpo o los sentidos. En la oscurana las arañas ni cuentan.

La noche la más noche y su fragilidad y la cama… también escuché que los frascos con los animales que están soportando la cama, atrapados, pero acechantes, espejean los botes de petróleo que ponían en Sonora en las patas de la cama para dormir y alejar a las alimañas. Desde esta imagen, dos preguntas. ¿cuánta gente bajó de la Sierra? no es pregunta demográfica con números precisos, sólo que no en encuentro una imagen para concebir el número de personas por cantidad de animales, por espacio, me parece. ¿Fueron varias bajadas de la Sierra? Luego otra cosa, hay una relación con lo animal que lo aleja de la domesticación, que fue lo que más me llamó de la pieza. Una serie de fuerzas. La de lo animal frente a lo humano, la de lo humano frente a la sobrevivencia, la de la historia que borra a los particulares, ¿cómo crees tú que se imbrican esas esferas? ¿Tendría algo que ver con la forma en que resolviste la pieza? Incluso el petróleo y la iluminación?

Alejandra: Voy a cambiarles los focos y te respondo. Los botes de petróleo en las camas/regar con petróleo alrededor de la casa/sacar las camas de la casa todas las noches por el calor/dormir con boas en la cama con fines de protección.

Para mí, retomar la manera en que se duerme, es hablar del habitar el desierto. Me interesa trabajar con la cama por que al dormir es cuando más vulnerables quedamos. Las patas de la cama significan para mí, uno, protección mediante la altura, y dos, cuando el hombre se eleva sobre lo terrenal, como una forma de decirle a la tierra: «Yo ya no te pertenezco, estoy sobre de ti».

Con esto último me alejo de una visión «tarzaniana» en donde nos mimetizamos con la naturaleza, para mí sería importante resaltar la relación conflictiva y la dificultad por sentirnos parte de.

¿Cómo crees tu que se imbrican esas esferas? ¿Tendría algo que ver con la forma en que resolviste la pieza? ¿Incluso el petróleo y la iluminación? Los frascos tienen que ver con un juego de niños. Si te encuentras una alimaña que fuera muy bonita como el ciempiés la hechas en frascos, como que las contienes y las puedes seguir viendo.

Una tía mía murió comiendo Toloache mientras jugaba a las comiditas. Para cuando mi abuela tenía 25 años ya se le habían muerto tres niñas, entonces quedó muy claro que los peligros eran reales. Mi abuela ponía latas de sardina (ya vacías) con petróleo y aún así encontraban víboras enrolladas debajo de la cama. Ojo: Acababan de desmontar por eso todas estas relaciones era mucho más acentuadas y exageradas.

La forma en que resolví la pieza traduce/mezcla varias de estas ideas o anécdotas.

¿Cuánta gente bajó de la Sierra? ¿Fueron varias bajadas de la Sierra? Fueron muchas familias por eso no me preocupa hacer referencia abierta a la mía. Básicamente se pobló la parte litoral de Sonora que va desde Guaymas, Obregón, Navojoa, Huatabampo hasta Sinaloa.

El desmontar como acto que altera el ecosistema, el destruir para progresar, el migrar para progresar.

Ahora, las cuatro paredes de Biquini Wax, con goteras y lo que sea, pero cuatro paredes al fin, protegen la cama, protegen los frascos, ¿qué protege el arte contemporáneo o de qué se protege?

La instalación no necesita estar protegida creo podría estar situada en el monte también. Las cuatro paredes son importantes por que nos sitúan en lo doméstico. La instalación no necesita estar protegida creo podría estar situada en el monte también. Las cuatro paredes son importantes por que nos sitúan en lo doméstico.

*

La exposición duraba un mes hasta el 30 de junio, pero la vida es canija, hay mucho movimiento, y entre otras situaciones, acabó antes porque el escorpión tuvo crías. Y quizá, así como el arte abre mundo, en su constante construcción, lo humano también se vaya abriendo, cerca del escorpión o de Lil Bub. No.

Pueden visitar el registro aquí y más piezas de Alejandra Avilés acá.

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Foto: Cortesía de la artista y Bikini Wax.

Ai Weiwei: AB Blood Type

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Por GASTV | Junio, 2015

El grupo sanguíneo AB es el más extraño entre los tipos existentes en el mundo. Su compatibilidad es mínima y hallar un donante es casi imposible. Las implicaciones y características exclusivas de este grupo se enfrentan y se ponen en perspectiva cuando se observa la instalación de gran formato del artista y activista chino Ai Weiwei, AB Blood Type, actualmente en exhibición en la galería Magician Space, en Beijing, China.

Los muros de la galería que albergan AB Blood Type se encuentran pintados de amarillo. En el suelo está montada la instalación escultórica, compuesta por módulos de vaciados de acero, cada uno de ellos semejando el crecimiento desmedido del pasto, considerado como una plaga natural que mata la vegetación autóctona de ciertos ecosistemas. El pasto de acero se torna así, tan raro como el grupo sanguíneo AB.

AB Blood Type estará en exhibición en Magician Space hasta el 8 de agosto de 2015.

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Foto: 2 Fred 2 Furious.

Entrevista | Fabiola Menchelli

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Por Andrea García Cuevas / @androclesgc | Junio, 2015

A través de la fotografía, Fabiola Menchelli construye espacios que sólo son posibles en la imagen, por la interacción entre la luz y la sombra. Así, su trabajo reflexiona en torno a la percepción y en las diferente formas cómo vemos y “construimos” la realidad.

Recientemente, Menchelli (México DF, 1983) recibió el Premio de Adquisición de la XVI Bienal de Fotografía Mexicana del Centro de la Imagen 2014. Y actualmente forma parte de la Bienal de Fotografía De la Escultura al Archivo, curada por Magnolia de la Garza, que se presenta en Centro de la Imagen.

En esta entrevista, la artista comparte los principales intereses y motores creativos detrás de su obra.

¿Qué es lo que más te atrae de la fotografía?

Hay muchas cosas que me atraen de la fotografía, es un medio muy generoso que tiene millones de posibilidades para materializar ideas de forma directa. En mi obra tiendo a usar distintos formatos fotográficos dependiendo del proyecto en el que esté trabajando, creo que cada formato tiene su proceso, su propósito y sus consecuencias. Últimamente estoy trabajando con fotografía instantánea, 35mm, digital y uno que otro proceso antiguo.

En tu trabajo no hay un ánimo de registro o un carácter documental, pero tampoco existe una representación en su sentido más obvio. ¿Cómo concibes la imagen que construyes desde la lente?

Mi trabajo no intenta documentar la realidad. Sin embargo, sí se recarga sobre la relación entre fotografía y realidad para materializar las ideas. Los espacios que fotografío no siempre son físicos y hablan acerca de aquello que es solamente visible a través de la fotografía. Muy pocas veces tengo una idea fija que se desarrolla tal cual se pensó en un principio, más bien tiendo a resolver la obra a lo largo del proceso, experimentando con las posibilidades de la idea, el medio, el formato y la imagen.

En Sobre la fotografía (1975), Susan Sontang afirmó que “Las imágenes fotográficas no parecen tanto afirmaciones sobre el mundo cuanto fragmentos que lo constituyen, miniaturas de realidad que cualquiera puede hacer o adquirir.” ¿Es la fotografía una herramienta para afirmar, construir o (de)construir la realidad?

Para mí la idea de construir o (de)construir la realidad tiene que ver con tu propia percepción de la misma. La construcción de la percepción es un trabajo mental que hacemos diariamente, validamos o invalidamos la información que constantemente nos bombardea cada día más en forma de imágenes. Hacemos este trabajo de manera inconsciente. Creo que la fotografía es capaz de hacer ambas cosas, puede afirmar o negar cualquier situación, todo depende del punto de vista, sobre todo del espectador. Al final, la respuesta depende del espectador.

¿Cuáles son las posibilidades que ves en la cámara como una herramienta que permite crear pero también ver (u observar)?

Creo que la pregunta tiene que ver con la fotografía más que con la cámara como herramienta. El uso de la cámara no es la única forma de hacer fotografía.

En algún punto, antes de empezar a trabajar en la serie de Construcciones, me obsesioné con la fisionomía del ojo en relación con varias teorías sobre de la percepción. Mientras el ojo es la parte de nuestro cuerpo que recibe la luz, el cerebro es el que realmente hace la mayor parte del trabajo para que podamos no solamente ver, sino también observar y procesar la información que recibimos. En mi trabajo utilizo la fotografía de la misma forma que —imagino— el cerebro utiliza los datos captados por el ojo, como un archivo para descifrar los fragmentos de información que quedan registrados en la imagen.

Funciona de la misma manera con la cámara, ésta es solamente el aparato que nos permite recibir y manipular hasta cierto punto la luz, pero la imagen que se registra dentro de la cámara es la que define el significado.

En las series Constructions, Hallucinations, e incluso en Color Study, hay un tratamiento muy particular del espacio (no el delimitado por el encuadre del lente o de la fotografía), uno con profundidad y volumen, casi tridimensional. ¿Cómo concibes el espacio desde la fotografía?

La fotografía es una representación bidimensional de la realidad que vivimos. Y, por más planas que veamos las cosas, siempre vamos de la tridimensional a la bidimensional cuando hablamos de imágenes. Para mí, el proceso de creación es muy intuitivo y el pensamiento visual se resuelve de distintas formas dependiendo del proyecto.

En el caso de Hallucinations la serie está inspirada en un libro del mismo título escrito por Olive Sacks. En él, Sacks investiga distintas formas en las que el cerebro distorsiona la realidad, desde enfermedades mentales —como la epilepsia— hasta el uso de alucinógenos para alterar nuestra percepción. Esta idea dio pie al proceso de las imágenes en esta serie: los espacios se crean a partir de múltiples exposiciones y, de esta manera, registran en el negativo un espacio que solamente puede ser creado dentro de la mente. En este caso, dentro de la cámara. Esto tiende a ser una constante en mi trabajo, la imagen que se genera refleja un proceso mental, se construye siempre desde un sólo punto de vista y de dentro hacia afuera.

Por su parte,  Constructions está mas ligada a la arquitectura entendida como espacios que son cognitivamente habitables. Sin embargo, son espacios creados únicamente para la lente de la cámara y construidos a partir de la interacción de la luz y los materiales. Realmente, la intención de esta obra es cuestionar la forma en la que percibimos y el control y la responsabilidad que tenemos a cerca de nuestro propio punto de vista.

La abstracción también es un aspecto importante de tu obra. El concepto es —tradicionalmente— asociado a lo no figurativo, pero en tu trabajo parece tener un vínculo con la geometría. ¿Qué te representa la abstracción?

La abstracción es un tema complejo que tiende a resolverse en una forma visualmente sencilla, aunque el camino no haya sido así. La fotografía abstracta genera cierta tensión desde el medio hacia la imagen. Hace mucho tiempo, la Enciclopedia Británica declaró que la fotografía era incapaz de registrar ideas abstractas, lo que llevó a Mel Bochner a crear su maravillosa pieza Misunderstandings (A Theory of Photography) en 1967. Más tarde, la Enciclopedia se vio obligada a corregir su definición.

Para mí la abstracción es un lenguaje abierto que permite una forma de ver más lenta, un espacio para descansar la mirada y apreciar las imágenes a otro ritmo. La geometría es un arte en sí que le concierne a muchas disciplinas y, por lo tanto, tiende a revelar algo mucho más profundo acerca de la naturaleza humana.

¿Cómo relacionas la fotografía con la arquitectura, la escultura y/o la pintura?

Me interesa cuestionar los límites que definen la fotografía para hablar acerca de la imagen en relación con el mundo. ¿Cómo? Abordando los temas, siempre desde la fotografía, y explorando la relación con otros medios, para encontrar nuevas formas de pensar acerca de lo fotográfico. De ahí parten las interacciones, lo que sucede después es en parte la conversación entre los medios.

En México hay una larga tradición fotográfica que, generalmente, está asociada al carácter documental o incluso periodístico. Tomando en cuenta este referente, ¿qué opinas del panorama de la fotografía contemporánea en México?

No es nada más en México. El pasado juega un papel importante en la actualidad, ya se que se genere obra a partir del respecto y la admiración o, por el contrario, como una reacción frente a ciertas corrientes. Ambos casos pueden proponer nuevos lenguajes.

Desde sus inicios la fotografía ha estado relacionada con la documentación de la realidad, y uno de los géneros más explorados es la fotografía “callejera”. Hoy en día este tipo de fotografía pasa por una crisis por el simple hecho que vivimos una paranoia colectiva, sobre todo en cuanto vemos una cámara fotográfica que apunta en nuestra dirección. La conciencia que tiene la gente con respecto a ser fotografiada es mucho mayor a la de hace algunos años, lo que provoca un cambio en la manera en la que los fotógrafos trabajan en la calle y en general.

Por otro lado, es muy difícil tratar de definir qué es lo que está pasando en la fotografía contemporánea. Cada persona es un mundo y las investigaciones e intereses son tan distintos como cada artista.

¿Crees que actualmente la fotografía carece de espacios de exhibición, difusión y reflexión en México? ¿A qué crees que se deba?

Es una pregunta con muchas respuestas. Por un lado, nunca hay suficientes espacios para el arte contemporáneo y es difícil encontrar plataformas para mostrar y proponer nuevas cosas. Por el otro, espacios públicos o independientes dedicados al arte contemporáneo son sumamente complejos de llevar, la mayoría de las personas que conozco dedicadas a un espacio cultural lo hacen con muchísimo esfuerzo, amor y dedicación. Cada día se aprecian más los espacios dedicados a la cultura.

Otro aspecto es que vivimos en una época en la que el recorte presupuestal es una gran tragedia, y la situación cultural del país es cada vez más austera. Es una maldición que cada que recortan el presupuesto gubernamental —por motivos oscuros— afectan a la cultura y la educación en México de una manera desastrosa, y los espacios que nos quedan apenas logran sostenerse. Me parece indispensable la protección del presupuesto a la educación y a la cultura en este país.

En un momento considerado como la era digital, donde tomar fotografías está al alcance de un celular, o donde observarlas es totalmente cotidiano por medio de Internet, ¿cuál crees que es el papel actual de la fotografía?

La fotografía siempre ha sido un medio democrático, y hoy en día se refleja en la manera en la que nos comunicamos como sociedad a través de imágenes. El simple hecho de que una gran parte de la humanidad esté pensando la realidad a través del encuadre de un dispositivo cambia nuestra precepción de la misma y de la forma en la que nos relacionamos con el mundo.

¿Cómo concibes la relación entre la imagen fotográfica y el espectador, sobre todo cuando hay una proliferación de imágenes?  

Hablando de arte contemporáneo, esa relación es personal y se define sólo en función del acercamiento que el espectador tiene con la obra. Como artista, una vez que expones la obra sobre la pared, ésta deja de ser tuya, dejas de tener control sobre su significado y el espectador llega a pensar lo que él quiera a través de su propia experiencia. Muchas veces es mucho más interesante escuchar lo que la gente ve o piensa en relación a la obra, que explicar exactamente qué es lo que se estaba buscando al hacerla.

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Fotografías: Cortesía de la artista y Galería Yautepec.

La cooperación como forma de creación, por Aline Hernández

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Por Aline Hernández / @AlineHnndz | Junio, 2015

I

La relación entre arte y activismo ha sido constantemente cuestionada cuando no negada. ¿Cómo pueden los procesos artísticos participar en resistencias políticas cuando sus condiciones de  producción y visibilidad, precisamente, tienen lugar en espacios que con los brazos abiertos, acogen  las políticas del sistema neoliberal, las alimentan y reproducen, sin que ello les cause ningún tipo de pesadillas? Por las noches, imagino que los grandes dirigentes de las maquinarias se van a dormir exhaustos pero complacidos por sus esfuerzos, logros y trabajo. Tal vez, una sonrisa se cuela cuando el sueño los está envolviendo, una sensación de complacencia al pensar lo mucho que están haciendo por construir una historia para todos. O tal vez, simplemente caen rendidos tras largas jornadas laborales que los hacen no recordar sus sueños. Quién sabe y el hecho es que no lo podemos saber.

II

En una entrevista realizada a Javier Toscano en GASTV, menciona que:

“…arte y activismo son totalmente diferentes. El activismo busca efectos sobre lo real. Muchos de los activistas más impactantes que conozco llegan a transformar sus vidas, están en procesos de reconfiguración en los que la colectividad importa más que el individuo y su ego. Por el contrario, todo el sistema del arte se monta sobre la figura del ego. El del artista, el del curador, el del coleccionista. Sin ego, es decir, sin nombre, un artista no es nadie. ¿Cómo poder siquiera asomarse a tocar la realidad desde ahí?

(1)

De algún modo, lo que denuncia Toscano es un mecanismo que se ha vuelto pan de cada día en muchas prácticas artísticas, una suerte de plusvalía discursiva que poca relación mantiene con la realidad. Sin embargo, no puedo evitar sentir que Toscano aisla al activismo, lo situa en una especie de vitrina donde el nombre aparentemente no importa, donde lo que importa es tocar la realidad. Me pregunto entonces si el Movimiento por la paz, encabezado por Javier Sicilia, hubiera tenido la misma fuerza que tuvo de no ser que efectivamente él es una figura pública. Incluso, pienso en el caso del EZLN, los sin rostro se han vuelto un rostro colectivo, son alguien, se tuvieron que cubrir la cara para que el mundo los viera, y muchos cuando voltean la mirada al zapatismo, ven todavía hoy la figura de Marcos. Si es cuestión de ego, eso lo sabrá cada quien, lo cierto es que la realidad nos ha de algún modo superado, aquellas extravagantes teorías que en los ochentas eran increíbles, son hoy más reales que nunca. Brian Holmes explica que: “Un nuevo periodo de agitación está ya sobre nosotros. Niveles de conflicto están levantándose alrededor del mundo, y el problema de cómo intervenir como un ciudadano del mundo se vuelve cada vez más complejo y abrumador que nunca” [2]. Si seguimos entonces insistiendo en calibrar los campos de acción mediante jerarquías disciplinarias, seguiremos restando poder al potencial que tiene actuar transversalmente.

¿Esta relación entonces que unos cuantos han tratado de sostener y otros de anular, no será parte de esta creciente complejidad a la que nos enfrentamos? Lo cierto es que la postura de Toscano, de algún modo,  busca imponer una sola lectura en este cuadro complejo de relaciones, cuando lo que subyace es bastante más rico e imposible de encasillar. No dudo que sean muchos los artistas que, efectivamente, buscan hacer nombre a costa de echar mano de procesos de resistencia e incidencia en la realidad para su propio beneficio; los casos “predatorios” son muchos y no tengo la intención aquí de analizarlos, sin embargo, son también muchos otros los que han logrado cosechar otros territorios de cooperación, acción y experiencia y nos compete entonces distinguir entre los casos, encontrar los matices que hacen que lo uno no sea lo otro, y si estos casos de cooperación, trascienden los densos muros de los cubos blancos burgueses, llevamos la ventaja.

III

«What we look for in art is

a different way to live,

a fresh chance at coexistance».

Brian Holmes

Viendo videos y cortometrajes del artista y director Oliver Ressler, recordé una obra del activista y artista español Marcelo Expóstio en colaboración con Nuria Vila, Tactical Frivolity + Rhythms of resistance.

Hace tiempo que no volvía a Expósito y mientras la veía, pensaba que la obra precisamente da cuenta de esta complejidad. De algún modo Expósito está documentando una suerte de táctica puesta en marcha por un grupo anarquista en Inglaterra —y digo táctica aludiendo a la distinción que hace Stefano Harney cuando explica que en el campo de la política lo que tiene lugar son más bien estrategias—. Si Expóstio o Vila participaron  o no en el movimiento no queda claro, lo cierto es que tampoco importa mucho. El activista español ha participado en muchos otros movimientos y precisamente, esta participación, hace que su mirada, su forma de análisis y construcción a partir de documentos audiovisuales, fotografías y entrevistas, abra un nuevo territorio, sea condición de posibilidad de nuevas subjetividades y afectividades políticas. La potencia de la obra no reside tanto en el montaje ni en los procesos de edición; su fortaleza no tiene lugar en tanto que echa mano y subvierte a través de formas cinematográficas para construir sentido, sino en las experiencias que está delineando, en las formas de confrontación con el poder que está dando cuenta y en las estrategias que fueron creadas para evidenciar los modos en que el Estado opera violentamente.

La obra narra una serie de acciones emprendidas por el Carnaval Contra el Capitalismo. El grupo antiglobalización, se dio cuenta que la legislación jurídica antiterrorista, había creado una especie de canon de identificación de anarquistas que permitía de algún modo, justificar la violencia que emprendían contra los movimientos en resistencia. A través de revertir el estereotipo, salieron a las calles portando extravagantes disfraces, situación ante la cual la policía no supo cómo reaccionar. Podría decirse que como tal, las represiones no cesaron y muchos de ellos fueron igualmente encarcelados y reprimidos, sin embargo, el utilizar el ridículo y la frivoliudad como táctica, les permitió por un lado, evidenciar las lógicas de categorización a las que el estado apela para justificar sus “castigos ejemplares” y por otro, desarrollar mecanismos mediante los cuales fue posible contrarrestar, al menos temporalmente, el uso de la fuerza. En el 2000,  la reunión  anual del Banco Mundial con el Fondo Monerario Internacional en Praga fue incluso cancelada.

IV

Brian Holmes menciona que “dar sentido a las dinámicas de resistencia y creación a través del espacio del mundo conectado es empezar a formar parte de solidaridades y modos de cooperación que han estado emergiendo sobre el planeta desde finales de los años 90” [4]. Formar parte es involucrarse y las formas de involucrarse son muchas. Si no logramos sobreponernos a la voluntad disciplinarista del neoliberalismo, por determinar los accesos a través de sistemas de control codificados, no dejaremos entonces de reproducir las normas que han sido impuestas. No es arte y activismo, son prácticas extradisciplinarias, y en cuanto tal, debemos de comprenderlas desde esta complejidad. La crítica extradisciplinaria, de acuerdo con Holmes, es un proceso a través del cual el arte u otras formas de hacer, se vuelven valiuosas para el cambio social. Al respecto explica que: “La sociedad neoliberal está densamente regulada, pesadamente sobrecodificada. Desde que los sistemas de control están todos hechos por discilinas con accesos estrictamente calculados  a otras disciplinas, el origen de cualquier lucha en el campo del conocimiento, tiene que ser extradisciplinaria” [5].

V

Tactical Frivolity + Rhythms of resistance opera precisamente en esta conjunción. Ambos, Expósito y Vila están involucrándose en visibilizar la emergencia de un nuevo territorio de acción. Holmes menciona que: “Que un territorio afectivo desaparece sino es elaborado, construido, modulado, diferenciado y prolongado a través de nuevas rupturas y conjunciones. (…) Todo movimiento social, todo giro en la geografía del corazón y revolución en el balance de los sentidos necesita sus estéticas, sus gramáticas, sus ciencias y legalismos. Lo que significa que cada nuevo territorio necesita artistas, técnicas, intelectuales, universidades. Pero el problema e, que los cuerpos expertos que ya existen son fortaleces defendiéndose a sí mismos contra otras fortalezas” [6].

Nos compete entonces salir de la inercia displinarista y de fortalezas si queremos comprender las dimensiones de estas formas de cooperación. Lo que logró hacer un grupo de acción en Londres, está siento examinado por un activista español,  lejos  entonces de estarse “comiendo” o lucrando con sus experiencias, está contribuyendo a la comprensión de formas de resistencia en el espacio público —aunque la noción de público se vuelve cada vez más obsoleto—. No se trata de hacer activismo por el simple hecho de hacer una obra «sobre», sino de contribuir a una red de cooperación donde lo uno no está excento de lo otro.

La pregunta es: ¿cómo podemos sumarnos y generar circuitos de mutua cooperación no excluyentes? —y por excluyente me refiero también a los circuitos de visibilidad—. El que el sistema neoliberal de arte desarticule en muchos sentidos las resistencias no implica que las mate. Están son y existen en muchos otros sitios, canales y vínculos, lo que conviene entonces es procurar no delimitar los espacios de visibilidad ni cooperación pero tampoco caer en actitudes ingenuas. Nos compete como parte de estructuras de cooperación, comprender las reglas y condiciones que estipulan estos “espacios de comodidad” y atrevernos a desafiar estas reglas mediante la creación de nuestras propias leyes.

Si queremos delimitar, diría que tanto para el caso de activistas y sus vinculos con organizaciones no-gubernamentales, que son igual de complejas, como en el caso de artistas, resulta necesario dimensionar los modos en que lo que producimos está implicando una operatividad mercantilista, en una estructura de producción de intercambio ya sea material o inmaterial para entonces poder proceder a redimensionar los modos en que decidimos cooperar y desde dónde lo hacemos, sin permitir que nuestros calendarios respondan a sus leyes. Hemos visto de qué modo en las últimas cuatro décadas, muchos de los grandes movimientos sociales han adquirido su fuerza mediante formas de experimentación. No ha sido la búsqueda por encontrar soluciones definitivas que los ha marcado, sino entrever las oportunidades que tienen desde reunir fuerzas a través de formas de organización. Este kairos es lo que ha marcado la transición hacia un horizonte diferente y la reciente victoria de proyectos como Barcelona en Comú es un ejemplo más de ello.

Reorganizar implica entonces dimensionar la riqueza que tiene el hacer en común. Ir más allá de las instituciones, academia, espacios institucionales o disciplinas. Significa recuperar la posibilidad de intuir y desafiar lo ya dicho mediante nuevas preguntas y problemáticas, empujar los límites. Un ejemplo fue lo ocurrido en Grecia. Las protestas, a diferencia de lo que muchos medios oficiales trataron de hacer parecer, estuvieron integradas por anarquistas, estudiantes, migrantes, trabajadores precarios e individuos que buscaban retomar el control sobre sus vidas. Fueron muchas las raíces que participaron, que emergieron, lo mismo que muchos los medios libres y activistas audiovisuales que tomaron parte en el movimiento.

VI

Hace poco, un amigo que forma parte de un colectivo de medios libres, me dijo que una de las grandes diferencias que veía con respecto a los periodistas de medios oficiales, es que mientras ellos están protegiéndose detrás de los cuerpos policiacos registrando lo que ocurre, ellos están caminando junto con los manifestantes. La diferencia estriba en el lugar desde el cual nos posicionamos. Otra compañera del mismo colectivo, me explicó también que ellos no acompañan luchas, hacen parte de ellas. Para cooperar hay que bajarse del pedestal, no hablar desde arriba hacia abajo, sino de un tú a tú. Cuando en el video de Vilo y Expóstio vemos cómo durante las manifestaciones la imagen muchas veces se pierde y lo único que alcanzamos a escuchar son los enfrentamientos, es porque sabes que quien estaba ahí, quien sostenia la cámara, era parte de lo que estaba ocurriendo, no estaba fuera del conflicto.

En la obra, somos movimos constantemente por ritmos de samba, retomar los rtimos afrobrasileños tenía que ver con una forma de provocar nuevos ritmos en las manifestaciones  e incluso en relación con la policía. Kate, una de las participantes explica que “en el momento en que una ruptura ocurre la masa se vuelve loca. Por eso pienso que hay algo realmente poderoso en esos momentos, y en relación a esos cambios en el ritmo”. Las relaciones corporales son parte esencial de la construcción de subjetividades políticas. La resistencia ocurre en el momento mismo en que permitimos el cambio, ahí donde hallamos nuevos marcos para luchar y lo que crea el conjunto, tanto el movimiento del Carnaval como la obra de Expósito y Vila, es una red colectiva que responde a necesidades diferentes, y sin embargo, juntos, intervienen en la arena política, todos ponen en cuerpo para transformarse.

Con esto quiero decir que si bien las relaciones entre arte y activismo son por demás bastante complejas, una crítica valiosa se daría desde un formar parte de esta complejidad. Alimentar los canales de cooperación significa poner en marcha experimentos que nos vinculen unos con otros y detener los esfuerzos de polarización que tanta fuerza han restado y si tal y como Holmes insiste “tenemos que crear argumentos tan fuertes para que puedan mezclarse con los sentimientos, para con ello poder volver a dar forma a la realidad.” [7], la potencia estética puede representar un importante motor para esta nueva forma al converger con otras fuerzas. Ello no resta importancia al cuestionar las formas en que las disciplinas convergen y generan potencias extradisciplinarias para alimentar su participación en el mercado. La participación como una fuerza capitalizable, no es extradisciplinaria, es simplemente estratégica pero eso no exime a que estas fuerzas puedan converger, crear nuevas subjetividades. No significa entonces prolongar la fantasía de un contra-poder, sino articularnos, tomando en cuenta la extrema fragilidad del terreno sobre el cual estamos parados.

Foto: Red Conceptualismo del Sur.

Referencias:

1. Entrevista a Javier Toscano por Pamela Ballesteros, GASTV.

2. Holmes, Brian, Geocritique, disponible en línea aquí

3. Podríamos pensar desde el Sanatorium de Pedro Reyes hasta la propia Teresa Margolles, ambos, claro, de formas diferentes. Los ejemplos podrían continuar pero mi intención en este texto se orienta precisamente a analizar los casos contrarios.

4. Holmes, Biran, Geocritique, disponible en línea aquí.

5. Holmes, Brian, “Escape the overcode: Activist Art in the control society”, disponible en línea aquí.

6. Ibíd.

7. Holmes, Biran, “Geocritique”, disponible en línea aquí.

Foto: Brian Holmes files.

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Aline Hernández (México, 1988), es curadora y escritora independiente. Ha publicado diversos cuentos como Demencia parafílica, Le Merlebleu Azuré y La Ventana, entre otros, en medios como Revista Cartucho y el periódico El Espectador. Asimismo ha participado en proyectos colaborativos como Pan para todos y Chicatanas. Su trabajo escrito explora temas como el neoliberalismo y el arte, crítica de arte, procesos de resistencia y comunitarios.

Instalación de Populous en el Festival Mundial de Arquitectura

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Por GASTV | Junio, 2015

El estudio londinense Populous ha desarrollado una instalación inspirada en la House of Cards de Charles y Ray Eames, para la exhibición inaugural del World Architecture Festival (WAF). Construido a partir de paneles grandes en forma de “W”, la instalación de siete metros de altura forma la pieza central de una exposición que pretende mostrar lo mejor de la arquitectura mundial.

Este año, 350 proyectos han sido preseleccionado de algunas de las mejores arquitectos y diseñadores del mundo. Según los organizadores, «Populous han creado una identidad física para el WAF, una experiencia de branding que se pueden empacar, enviar y volver a montar en diversos lugares a nivel mundial”. Aaron Richardson, de Populous, se involucró con el WAF Londres porque era una oportunidad perfecta para mostrar la búsqueda de formas innovadoras de conectar personas y marcas en lugares poco comunes.

El propósito era entregar una respuesta imaginativa a un espacio y presupuesto complicado. El uso de materiales industriales marcaron el entorno arquitectónico donde se lleva a cabo el festival: un antiguo bunker de pruebas de construcción.

Foto: Archdaily.

Floraform: colección de joyería impresa en 3D

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Por GASTV | Junio, 2015

Floraform es un proyecto de diseño generativo del estudio con sede en Massachusetts, Nervous System. La combinación de la ciencia, la simulación, y la impresión 3D, logró una colección de accesorios con diseños artesanales computacionalmente intrincados.

Cada pieza surge de una simulación de crecimiento diferencial -la biomecánica que permite que las hojas y las flores crezcan. El programa puede transformar superficies simples en formas flexuosas que llenan el espacio con curvas, pliegues y volantes. A través de mecanismos desarrollados, Nervous System es capaz de controlar, manipular y modelar el proceso de principio a fin.

Floraform tiene 24 piezas de joyería únicas. La línea explora cómo el uso de diferentes geometrías se puede utilizar para crear drásticamente diferentes resultados finales. Las piezas se imprimen mediante sinterización selectiva por láser, con opciones de ser impresas en plata o en cera moldeada.

Foto: Designboom.

Hotel Carlota del arquitecto Javier Sánchez

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Por GASTV | Junio, 2015

Hotel Carlota es el resultado de la recuperación de un espacio olvidado en una de las zonas con más actividad de la ciudad. La visión del arquitecto Javier Sánchez se logró un espacio cuidadosamente planificado y diseñado. El hotel alberga una amalgama de conceptos, diseños y obras de arte, ubicado en el barrio de la colonia Cuauhtémoc en la ciudad de México.

El interior fue diseñado por Sánchez, junto con Jorge Madahuaren, e Ignacio Cadena de Cadena + Asociados Concept Design. Su esquema presenta un equilibrio entre diseño original y contemporáneo, manteniendo algunos elementos de la estructura original, en el que se encuentra como elemento principal el concreto que se mantiene vivo en todas las zonas, como la tienda, la galería y la biblioteca.

Ignacio Cadena también se encargó de crear una experiencia única para los invitados y huéspedes a través de elementos ingeniosamente fusionados entre la arquitectura y el diseño interior. El mobiliario de madera es una colección creada por del estudio mexicano La Metropolitana que ofrece un ambiente informal y urbano que muestra un México moderno, expresivo y dinámico.

Foto: Hotel Carlota.

Vache à lait, dispensador de leche, de 5.5 Design Studio

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Por GASTV | Junio, 2015

La agroindustria ha tenido una influencia masiva en la formación del paladar moderno, su naturaleza ha redefinido y afectado la capacidad de los consumidores para apreciar sabores naturales inalterados. The Milk Factory es un laboratorio culinario creativo formado para lograr cambios productivos e innovadores dentro de la industria láctea. Dirigido por el CNIEL, la fábrica interdisciplinaria invitó a diez diseñadores a discutir “¿qué es lo que viene en la producción de leche?”

Vache à lait, de 5.5 Design Studio, tiene como objetivo mejorar los sistemas de producción de leche y ayudar a los consumidores a redescubrir su verdadero sabor. Los procedimientos modernos han causado un desprendimiento de masas y la falta de conocimientos que rodea el trabajo agrícola. Vache à lait espera volver a conectar a los consumidores con este trabajo y darles la oportunidad de probar la leche no pasteurizada por primera vez en sus vidas.

El proyecto se compone de dos productos: la «vaca doméstica» que dispensa la leche todos los días, y el «cristal de leche», ahí los clientes podrán exprimir las tetillas sintéticas en la taza reutilizable.

Todas las mañanas, la unidad se abastecía de producto, simplificando el proceso de compra mediante la eliminación de los intermediarios. La gente consigue el mismo día leche fresca a un precio razonable a partir de una fuente que conocen personalmente, y los vendedores aprovechar los beneficios de vender directamente recibiendo la paga de inmediato. Este sistema contribuye no sólo al desarrollo del consumo sustentable, sino también para el apoyo y la promoción de prácticas ecológicas.

Foto: Designboom.

La geopolítica del hazlo-tú-mismo, por Brian Holmes

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Por Brian Holmes | Traducción de Mario Morales | Junio 2015

Lo que nos interesa en la imagen no es su función como una representación de la realidad, sino su potencial dinámico, su capacidad de provocar y construir proyecciones, interacciones, marcos narrativos… dispositivos para la construcción de la realidad.

Franco Berardi “Bifo”, Limmagine dispositivo

El arte de vanguardia en el siglo veinte comenzó con el problema de su propia superación – ya sea en el modo destructivo, dadaísta, que pretendía destrozar todo el repertorio de formas heredadas y disolver las estructuras mismas del ego burgués, o en el modo expansivo, constructivista, que pretendía infundir la arquitectura, el diseño y los nacientes medios de comunicación con una nueva dinámica de finalidad social y una inteligencia multifacética del diálogo político. Aunque ambas posiciones estaban comprometidas con un exceso incontenible de los géneros tradicionales de la pintura y la escultura, todavía aparecían como opuestos polares, y continuaron en desacuerdos ideológicos entre sí a lo largo de la primera mitad del siglo, a pesar de las zonas de transacción enigmática o secreta (Schwitters, Van Doesburg …). Pero después de la guerra, la extraordinariamente amplia red de artistas revolucionarios que se unió alrededor de 1960 en la Internacional Situacionista (IS) trajo un nuevo giro decisivo a la oposición dadá/constructivista. Con su técnica de «apropiación» de imágenes comerciales (détournement), con sus cartografías de la deriva urbana (dérive) y, sobre todo, con su aspiración de crear los «juegos superiores» de «situaciones construidas», la IS trató de proyectar una práctica subversiva del arte en el campo de la recepción potencialmente activa constituida por la vida cotidiana en las sociedades de consumo.

La trayectoria de agitación del grupo se vio ensombrecida por el análisis político de la sociedad del espectáculo, una obra que deliberadamente trató de maximizar el antagonismo entre la estética radical de la vida cotidiana y las ilusiones difundidas cada día por las profesionalizadas comunicaciones de capital intensivo de los medios masivos. La IS fue a pique en esta lógica antagónica, lo que llevó a la exclusión sucesiva de la mayoría de sus miembros. Pero con la noción de la cartografía subversiva y la práctica de «situaciones construidas» fue como si algo nuevo hubiera sido lanzado al mundo. Sin tener que atribuir orígenes exclusivos o elaborar genealogías falsas, es fácil ver que, desde finales de los 60, el viejo camino hacia la auto-superación del arte había encontrado un nuevo campo de posibilidad en la conflictiva y ambigua relación entre los hijos e hijas educados de las antiguas clases trabajadoras y los productos en proliferación de la industria de la conciencia. El hecho estadístico de que un gran número de personas formadas como artistas son introducidas en el servicio de esta industria, combinado con la fácil disponibilidad de un «lenguaje fluido» de détournement que les permite salir de ella cuando lo elijan, ha estado a la raíz de oleadas sucesivas de agitación social-y-estética que tienden simultáneamente a disolver la noción misma de una «vanguardia» y a reabrir la ambición de construir una democracia real. Y así, la pregunta en boca de todos es: ¿cómo puedo participar?

«Éste es un acorde. Éste es otro. Ahora forma una banda.» (1) La invitación punk de la música hazlo-tú-mismo (D.I.Y., por sus siglas en inglés) brinda un entendimiento instantáneo sobre la revolución cultural que se extendió a través de Gran Bretaña a finales de la década de 1970. La impredecible mezcla de hilaridad, transgresión y violencia de clase en la ejecución del punk se acerca mucho a la definición de la IS de una situación: «Un momento de la vida concreta y deliberadamente construido por la organización colectiva de un ambiente unitario y un juego de acontecimientos» La relación entre el punk y el situacionismo fue ampliamente percibida en el momento. Pero también había algo más en juego, que era nuevo en comparación con las tácticas disruptivas de la década de 1960. Esto debido a que la invitación D.I.Y. tenía otro lado, que decía: «Ahora inicia un sello discográfico.” La proliferación de bandas de garage se correspondía con una efusión de grabaciones independientes, hechas y distribuidas de forma autónoma. De esta manera, el movimiento punk marcó un intento generalizado en la apropiación de los medios, que en una sociedad dominada por la industria de la conciencia es equivalente a la apropiación de los medios de producció(2). Hay un esfuerzo constructivo trabajando aquí: un deseo de responder, con medios técnicos, a las técnicas de las compañías discográficas para la programación del deseo. En otras palabras, se trataba de un intento de la sociedad para construir situaciones subversivas en las escalas permitidas por la comunicación moderna.

Algo fundamental cambia cuando los conceptos artísticos empiezan a utilizarse en un contexto de apropiación masiva potencial, con una difuminación de las distinciones de clase. Un territorio del arte aparece dentro de crecientes círculos «underground«, donde la estética de la práctica cotidiana se considera un asunto político. Es precisamente esta transformación la que debe ser entendida, y teorizada en beneficio de una práctica post-vanguardia. Ésta podría ser rastreada a través de la franja radical del movimiento tecno en la década de 1980, con sus viniles de etiqueta blanca producidos bajo diferentes nombres cada vez, su creciente empleo de la sofisticada tecnología informática, sus sistemas de sonido nómadas utilizados para montar conciertos en cualquier locación deseada. Podría ser explorada en las ramas del mail art, con el desarrollo de fanzines, la Huelga de Arte y los movimientos plagiaristas, el proyecto Luther Blissett, la invención de la radio –o la deriva urbana por teléfonos-asistidos (3). Podría ser captada en el video-arte de comunidad orientada, proyectos de televisión alternativa y las teorías iniciales de los “tactical media«. Pero en lugar de engancharse en una arqueología de estos acontecimientos, brinquemos directamente a su último período de fructificación, a finales de 1990, cuando un reavivado sentido de antagonismo una vez más impulsó a productores estéticos junto con muchos otros grupos en un enfrentamiento político abierto con las normas sociales y las autoridades.

Esta vez, toda la gama de medios disponibles para la apropiación podría ser aprehendida dentro de una máquina de distribución de alcance mundial: la internet. Las prácticas específicas del hackeo informático, y el modelo general que proponían de intervención amateur en sistemas complejos, dieron confianza a una generación que no había experimentado personalmente las derrotas y callejones sin salida de la década de 1960. Sobre la base de esta posibilidad constructiva, una ambición surgió para mapear el orden represivo y coercitivo de las corporaciones e instituciones transnacionales. Su corolario sería un intento de perturbar ese orden a través de la construcción de los carnavales subversivos en una escala global. Prácticas estéticas colectivas, proliferando en redes sociales fuera de las esferas institucionales del arte, serían uno de los principales vectores de este doble deseo de comprender y transformar el nuevo mapa del mundo. Un deseo radicalmente democrático que se podría resumir en una aparentemente imposible frase: la geopolítica del hazlo-tú-mismo.

J18, o el Centro Financiero más cerca de usted

¿Alguien sabe cómo fue hecho?(4) La esencia de los eventos creados cooperativamente es desafiar las narrativas individuales. Pero se puede decir que el 18 de junio de 1999, alrededor del mediodía, cerca de diez mil personas desbordaron de las líneas del metro en la estación de Liverpool Street en la City de Londres. La mayoría llegaron usando una máscara de carnaval, en colores rojo, verde, negro u oro –o tal vez eran unas pocas docenas de máscaras, para pasar unos a otros. En medio del caos de voces resonantes y tambores retumbantes, era posible leer estos textos en la parte posterior de la máscara:

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Aquellos en la autoridad temen a la máscara porque su poder reside en parte en la identificación, etiquetación y catalogación: en saber quién eres. Pero un Carnaval necesita máscaras, miles de máscaras… La máscara libera lo que tenemos en común, nos permite actuar juntos… Durante los últimos años, el poder del dinero ha presentado una nueva máscara sobre su rostro criminal. Sin tener en cuenta las fronteras, sin dar importancia a la raza o colores, el poder del dinero humilla dignidades, insulta honestidades y asesina esperanzas.

A la señal, sigue tu color / Que empiece el Carnaval … (5)

Se suponía que la música venía de bocinas transportadas en mochilas. Pero nadie podía oírla por encima del estruendo. Eran cuatro grupos divididos como fuera, no exactamente de acuerdo al color; uno se salió del camino y terminó en el Puente de Londres, para celebrar una fiesta propia. Los otros tomaron cursos separados por el laberinto medieval del distrito financiero más grande de Europa, convergiendo hacia un punto que había sido anunciado sólo de boca en boca y mantenido en secreto para todos excepto unos pocos: el London International Financial Futures & Options Exchange, o edificio LIFFE, el más grande mercado de derivados en Europa –el cerebro pulsante, computarizado, hiper-competitivo, de la bestia. El truco consistía en desfilar anárquicamente a través de las sinuosas calles, moviéndose al compás de las bandas de samba, invitando a los empresarios y empleados de banco que pasaban a que se quitaran las corbatas o los tacones y se unieran a la fiesta; mientras, algunos grupos más pequeños corrieron por delante para escabullirse trepidantemente dentro de callejones y esperar ese preciso momento cuando un número de coches inexplicablemente se detendría y comenzara a bloquear un tramo de la calle Thames baja. El sistema de sonido, por supuesto, ya estaba allí. Mientras los manifestantes ahuyentaron fuera del área a los automovilistas rezagados, los grupos más grandes comenzaron a entretejerse, elevando títeres al ritmo de la música y ondeando en el aire banderas de Recuperar las calles en rojo, negro, y verde. El Carnaval había comenzado, dentro de la «Square Mile» del prestigioso distrito financiero de Londres –y la policía, tomada en su totalidad por sorpresa, no podía hacer nada al respecto.

Las pancartas subieron: «nuestra resistencia es tan global como capital,” «la tierra es un tesoro común para todos,” “la revolución es la única opción.» Los carteles del grupo francés de artes gráficas Ne Pas Plier fueron pegados directamente sobre las paredes de los bancos, denunciando «dinero del mundo», proclamando “resistencia-existencia,» o retratando a la tierra como una hamburguesa gigante esperando ser consumida. El sitio también había sido elegido por su ecología subterránea: un largo arroyo enterrado corre por debajo de la calle Dowgate Hill y la Cousin Lane, justo en frente del edificio LIFFE. Una pared de bloques de cemento y hormigón fue construida en frente de la entrada a la central, mientras que una boca de incendios fue abierta en la calle, proyectando en el aire un chorro de agua de treinta metros y simbólicamente liberando el río enterrado desde las sedimentaciones del capital. En un centro histórico de la disciplina burguesa, las inhibiciones se volvieron muy difíciles de encontrar. Este fue un nuevo tipo de participación política: un evento frenético, en el sentido dionisíaco de la palabra.

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La cualidad de este tipo de levantamientos urbanos es espontánea, impredecible, porque todo depende de la expresión de cooperación de una multitud de grupos e individuos. Aún así estos eventos pueden ser alimentados, cobrados por adelantado, con recursos lógicos e imaginarios. Los seis meses anteriores al J18 estuvieron sobrecargados con un infinitamente cuidadoso e interminable proceso caótico de reuniones cara-a-cara, comunicaciones de pasillo, producción de corta-y-pega y tempranas aventuras de activistas en las redes electrónicas. Un folleto informativo sobre las operaciones financieras de la City fue preparado bajo el título “Saldando cuentas en la Square Mile.» Incluía un mapa mostrando todas las diferentes categorías de las instituciones bancarias y comerciales, así como explicaciones detalladas de lo que realmente hacen los financieros. Carteles, stickers, panfletos y artículos fueron distribuidos local e internacionalmente, incluyendo 50,000 volantes de oro metálico con una cita del situacionista Raoul Vaneigem diciendo «trabajar para el deleite y la festividad auténtica es apenas distinguible de la preparación para la insurrección general.» Un periódico paródico fue distribuido masivamente, de forma gratuita, bajo el título Evadiendo estándares; la portada mostraba un empresario aturdido en medio de montones de papel triturado, con un titular que decía «colapso del mercado global.» Pero lo más importante, una llamada había sido enviada alrededor del mundo, instando a la gente a intervenir en sus centros financieros locales el 18 de junio, el día de apertura de la cumbre del G8, misma que se celebró ese año en Colonia. Incluso un trailer de película fue acoplado también, con imágenes de protestas anteriores en todo el mundo y una voz cavernosa de película de terror al final pronunciando «18 de junio: Llegando a un centro financiero cerca de usted.”

Este evento estuvo imbuido con la historia del movimiento social británico Recuperar las calles (RLC), junto con otros grupos tales como el Greenpeace de Londres (una organización eco-anarquista local). RLC es una “des-organización.» Salió del movimiento anti-carreteras de principios de los 90, luchando en contra de los programas de autopistas de peaje del gobierno de Thatcher. Sus miembros empleaban técnicas de acción directa, excavando túneles bajo sitios en construcción, atándose a la maquinaria, poniendo sus cuerpos sobre el camino. 1994 había visto una campaña de verano contra el enlace de la autopista M11, la cual implicó la ocupación ilegal del barrio residencial condenado de Claremont Road y literalmente la habitación de las calles, construcción de andamios, redes aéreas y puestos de control en los techos para prolongar la resistencia final contra las bolas de demolición y la policía. Pero ése fue también el año de la Ley de justicia penal, la cual dio a las autoridades enormes poderes represivos por la fuerza contra las fiestas tecno en campo abierto y los jóvenes melómanos politizados. Después de eso, los ravers y los manifestantes anti-carreteras decidieron que ellos no esperarían más a que el Estado tomara la iniciativa. Tomando inspiración de un texto de 1973 del filósofo francés André Gorz, «La ideología social del automóvil,» (6) decidieron recuperar las calles en medio de Londres y hacer fiestas en el corazón del dominio del automóvil.

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La primera protesta RLC se celebró en la primavera de 1995 en Camden Town, donde cientos de manifestantes surgieron fuera de una estación de metro en el momento de una pelea escenificada entre dos automovilistas que chocaron. Espectadores atónitos vieron cómo los dos conductores sacaron cada uno mazos y comenzaron a destruir sus propios vehículos. Mientras tanto, la calle fue ocupada y la fiesta comenzó. Posteriormente fueron inventadas técnicas para hacer «tripiés» con tubos de andamios comunes: el tráfico puede ser fácilmente bloqueado por un solo manifestante colgado encima de la calle, al cual la policía no pudo bajar sin riesgo de lesiones graves. Noticias de las inventivas se difundieron contagiosamente alrededor de Gran Bretaña, y una nueva forma de protesta popular nació. Eventos posteriores lograron la ocupación de todo un tramo de la carretera, o una fiesta en la calle donde la arena se extendió por encima del asfalto para que los niños jugaran en ella, invirtiendo el famoso eslogan de Mayo del 68 en Francia, sous les pavés, la plage («debajo de los adoquines, la playa»). La obra del crítico ruso Mikhail Bahktin sobre el potencial político del carnaval encontró un nuevo hogar fuera de la teoría literaria. A partir de aquí, era sólo un salto más de la imaginación al concepto de la fiesta callejera global –primero realizado en 1998, en unos treinta países, dentro del contexto más amplio de los «días de acción global» contra el neoliberalismo.

El RLC de Lóndres fue parte de la AGP, Acción Global de los Pueblos, una red altermundialista popular que surgió en 1997. Detrás de ella estaba la política poética de los zapatistas y la figura carismática del Subcomandante Marcos. Pero delante de ella estaba la invención de un movimiento social a nivel mundial, atravesando la división global del trabajo y penetrando las pantallas opacas de los medios corporativos. Basándose en el éxito de los Encuentros zapatistas y la primera protesta mundial en 1998, los activistas trataron de difundir su mensaje «por todos los medios necesarios.» Para el 18 de junio, en Londres, video-artistas colaboraron con un prematuro laboratorio de producción autónoma llamado Backspace, justo al otro lado el río Támesis desde el edificio LIFFE. Cintas fueron liberadas al espacio durante el evento, editadas rudimentariamente para el streaming en la red; a continuación, fueron enviadas directamente a distancia a través del poste para evitar cualquier posible decomiso (7). Aún más importante, un grupo de hackers en Sydney, Australia, había hecho un programa informático especial para la actualización en vivo de la página web dedicada a su evento J18 local. Seis meses después, este “Software activo» se usaría en la ciudad estadounidense de Seattle, como la base del proyecto Indymedia –un instrumento multifacético de información política y el diálogo para el siglo XXI (8).

Como en Seattle, ocurrieron enfrentamientos con la policía. Mientras la multitud se retiraba por la calle Thames hacia la Trafalgar Square, una nube de humo se elevó por encima de la catedral de St. Paul, como para significar que este carnaval iba en serio. Al día siguiente el Financial Times llevaba el titular: «Los anti-capitalistas sitiaron la City de Londres.» Las palabras marcaron una ruptura en el lenguaje triunfal de la prensa de los 90, misma que había eliminado la noción de anti-capitalismo de su vocabulario. Pero el verdadero evento mediático se desarrolló en Internet. El sitio web de RLC mostró un mapa de la Tierra, con enlaces reportando acciones en cuarenta y cuatro países y regiones diferentes. El concepto de la fiesta callejera mundial se había cumplido a niveles hasta ahora desconocidos de análisis político y sofisticación táctica. Una nueva cartografía de la práctica ética-estética había sido inventada, encarnada y expresada en todo el mundo (9).

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Circuitos de la producción biopolítica

 J18 no era una obra de arte. Fue un evento, una situación construida colectivamente. Abrió un territorio de experiencia a sus participantes –una «zona temporalmente autónoma,” en palabras del inmensamente popular escritor anarquista Hakim Bey. Con respecto a los mundos virtuales de arte y literatura, pero también de la teoría política, tales eventos pueden ser concebidos como actualizaciones: lo que ofrecen es un espacio-tiempo para la realización de posibilidades latentes. Éste es su mensaje: «otro mundo es posible,” el lema del Foro Social Mundial. Pero lo que también es un alivio ver es cómo las recientes movilizaciones políticas ayudan a hacer otro mundo posible para el proceso artístico, fuera de los circuitos constituidos de producción y distribución.

Un lugar para empezar es el internet. Listas de correo electrónico y sitios web han abierto un nuevo tipo de esfera pública transnacional, donde las actividades artísticas pueden ser discutidas como parte de una más grande y libre conversación sobre la evolución de la sociedad (10). Tales discusiones proporcionan un terreno fundamental para la evaluación de las propuestas artísticas, fuera del sistema de galería-revista-museo. Ejemplos clásicos son la lista de correos transnacional de Nettime, el sitio web con sede en Nueva York llamado The Thing, el antiguo Public Netbase en Viena, Ljudmila en Ljubljana, etc. Su emergencia, a mediados de los 90, dio el enfoque intelectual y un mayor sentido del agenciamiento a la unión de la práctica artística y el activismo político, bajo el nombre de “tactical media”.

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El concepto de tactical media se trabajó en las conferencias Next 5 minutes que tuvieron lugar en Amsterdam de 1993 a 2002, en intervalos de tres años (11). David García y Geert Lovink lo resumieron en 1997: «Los tactical media son lo que ocurre cuando los medios baratos de ‘hágalo usted mismo,’ hechos posibles por la revolución en el consumo de electrónicos y formas de distribución expandidas (desde el acceso púbico de cable hasta el Internet), son explotados por grupos e individuos que se sienten agraviados por, o excluidos de, la cultura en su conjunto» (12). La noción clave proviene de Michel de Certeau, quien describió el consumo como «un conjunto de tácticas por las cuales el débil hace uso del fuerte.» (13) En juego está la posibilidad de la producción autónoma de la imagen y la información en una era dominada por enormes estructuras de capital intensivo y redes severamente disciplinadas. Pero De Certeau hablaba de las culturas premodernas, orales, cuyas prácticas íntimas no registradas podían aparecer como una vía de escape del capitalismo hiper-racionalizado; mientras que las tácticas en cuestión son las de los trabajadores del conocimiento en la economía postindustrial, mucho más cerca de lo que Toni Negri y sus “compañeros de viaje” llamarían las “multitudes.» Con sus cámaras DV, sitios web y técnicas de medios en streaming, los nuevos activistas practican una «estética de la caza furtiva, del truco, de la lectura, el habla, el paseo, las compras, el deseo…. la astucia del cazador, maniobras, situaciones polimórficas, descubrimientos alegres, tan poéticas como bélicas.” Éste fue el espíritu de Next 5 Minutes 3​​, en la primavera de 1999, justo cuando el movimiento altermundialista estaba a punto de irrumpir a plena vista pública.

La confianza del activismo de los tactical media representa un giro radical al pesimismo extremo frente a los medios de La sociedad del espectáculo de Debord, que describe la colonización de todas las relaciones sociales y, de hecho, de la propia mente humana por las producciones de la industria de la publicidad. La teoría de la «subsunción real» del trabajo de Negri, o, en otras palabras, la penetración total de la vida cotidiana por la lógica y los procesos del capital, aparece al principio hacer eco de tal pesimismo –pero, de hecho, lo invierte. El libro Imperio desarrolla la teoría de la subsunción real a través de una reflexión sobre el concepto de biopoder de Michel Foucault, el cual define como «una forma de poder que regula la vida social desde su interior, siguiéndola, interpretándola, absorbiéndola y rearticulándola.” El biopoder es «una función vital, integral que cada individuo apoya y reactiva volutariamente.” Pero esta internalización de la función de control tiene el efecto de ofrecer las herramientas del patrón para todos los sujetos sociales, y, por lo tanto, hace posible la reversión del biopoder en biopolítica:

La sociedad civil queda absorbida en el Estado [capitalista], pero la consecuencia de ello es una explosión de los elementos que anteriormente coordinaba y mediaba la sociedad civil. Las resistencias ya no son más marginales, sino que pasan a constituir fuerzas activas que operan en el centro de una sociedad que se despliega en redes: los rasgos individuales se singularizan en mil mesetas. Por consiguiente, lo que Foucault construyó implícitamente (y Deleuze y Guattari pusieron explícitamente) es la paradoja de un poder que, mientras unifica e incorpora en sí mismo todos los elementos de la vida social (y, por lo tanto, pierde la capacidad de mediar efectivamente entre las diferentes fuerzas sociales), revela al mismo tiempo un nuevo contexto, un nuevo ámbito de máxima pluralidad e incontenible singularización: un entorno del acontecimiento (14).

La emergencia de los tactical media marca el umbral en el que los mecanismos de incitación y control altamente individualizados de la sociedad contemporánea comienzan a desmoronarse ante la mera posibilidad de hacer las propias imágenes, con todas las sofisticadas técnicas ofrecidas por la propia integración en la economía contemporánea de alta tecnología. Esa posibilidad se vuelve urgente bajo el efecto de la colonización capitalista de todo –desde los entornos naturales de los pueblos lejanos hasta el interior de la propia psique. Ésta es la coyuntura en la que los «trabajadores inmateriales» del próspero Norte empiezan a sentir algo en común con la gente más drásticamente explotada y dominada del Sur, a pesar de todas las evidentes diferencias en sus situaciones. «Cuando la auto-explotación adquiere una función central en el proceso de valorización, la producción de la subjetividad se vuelve un terreno de conflicto central», remarca André Gorz en un número de la revista Multitudes:

Las relaciones sociales que han sido retiradas de las garras del valor, del individualismo y el mercado competitivo, hacen que éste último aparezca, por el contrario, en su dimensión política como extensiones del poder del capital. Un frente de resistencia total se abre. Necesariamente se desborda el dominio de la producción de conocimiento hacia nuevas formas de vivir, de consumir, de apropiarse colectivamente apropiación del espacio público y la cultura cotidiana. Recuperar las calles es una de sus expresiones más exitosas (15).

La reversión del biopoder en biopolítica coloca a los tactical media –y todas las formas de arte post-vanguardia– en un círculo de las luchas más amplio, donde lo que se distribuye son los medios de empoderamiento, es decir, los medios de auto-creación. Los carnavales subversivos del cambio de siglo encarnaban esta producción de una nueva subjetividad política, en riña con el poder político, pero también capaz de apartarse temporalmente de ella para celebrar una transformación social prefigurada en el “aquí y ahora” de las calles ocupadas.

Con el ciclo de luchas que tuvieron lugar de 1999 a 2003 un nuevo territorio de experiencia ganó consistencia. Densamente entretejido con análisis políticos, pero también con imágenes estéticas y afectos, este territorio móvil cambió su condición de ciudad en ciudad en una gira alrededor del mundo culminando con las protestas masivas del 15 de febrero de 2003, mismas que llegaron a escala planetaria pero no detuvieron la guerra. Aprovechando los sentimientos de tristeza y depresión que siguieron a este inmenso clamor por la paz, políticos y sociólogos rápidamente proclamaron la muerte del movimiento, debido a que su deseo más profundo es controlar todo lo vivo. Pero la calle ya no es más la misma, las luchas siempre regresan desde sus períodos de latencia y lo que llamamos «arte» es ahora más libre, más proteico, más resistente, a raíz de aquellos años tumultuosos. Cuando usted piensa hoy en aquello, el 18 de junio, y todo lo que siguió, se ve como una manera irreverente pero sorprendentemente constructiva de anunciar la llegada del siglo veintiuno.

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*Agradezco por confiarme la traducción de su texto a Brian Holmes, quien ante la petición de traducirlo mostró entusiasmo y simplemente dijo: “¡Hazlo tú mismo!”. Ésta es una versión susceptible de ser mejorada de acuerdo a comentarios que pudieran hacer los lectores o el mismo Brian. El texto en inglés, Do-It-Yourself Geopolitics, se puede encontrar en su versión original aquí.

1. De la portada del fanzine punk Sniffin Glue (1976-77), reeditado en la antología editada por Mark Perry, Sniffin Glue: The Essential Punk Accessory (London: Sanctuary Publishing, 2000).

2. Sobre políticas de apropiación punk, ver Dan Graham, “El punk como propaganda”, en Rock: mi religión, México: Alias, 2008.

3. Para Huelga de arte y los movimientos plagiaristas, ver los libros y sitios de Stewart Home, particularmente Neoism, Plagiarism & Praxis (Edinburgh and San Francisco: AK Press, 1995) y Mind Invaders (London: Serpent’s Tail, 1997). Para el proyecto Luther Blissett, ver o una novela escrita colectivamente como Q (Arrow, 2004).

4. Lo escrito aquí es principalmente basado en la participación en el evento, conversaciones retrospectivas (especialmente con John Jordan), los sitios web rts.gn.apc.org y www.agp.org, las fotos de Alan Lodge, y un magnífico texto titulado “Friday June 18th 1999” en la revista eco-anarquista Do or Die 8 (London, 1999), disponible aquí.

5. El texto completo de la máscara puede ser encontrado en Do or Die, op. cit.; es en parte copiado de la “Primera declaración de La Realidad” del Subcomandante Marcos, disponible aquí.

6. El texto de Gorz puede ser encontrado en el sitio web de RLC, disponible aquí.

7. Al menos un texto es distribuido, J18 (First Global Protest against Capitalism), disponible aquí. Un número creciente de documentos puede ahora se encontrado en internet.

8. Ver www.active.org.au y el diagrama donde uno de los programadores trazó una cadena de cooperación en la invención y uso del software, disponible aquí.

9. Para mucho más sobre el aspecto de acción directa del movimiento altermundista, ver el libro ilustrado We Are Everywhere (London:Verso, 2003).

10. Ver www.nettime.org y el libro ReadMe: Ascii Culture and the Revenge of Knowledge (New York: Autonomedia, 1999).

11. Ver www.next5minutes.org.

12. David Garcia y Geert Lovink, “The ABC of Tactical Media,” citado de www.active.org.au/doc/roots.pdf.

13. Cf. Michel de Certeau, La invención de lo cotidiano, I Artes de hacer (México: Universidad Iberoamericana, 2007).

14. Ésta y las dos citas precedentes son de Michael Hardt y Antonio Negri, Imperio (Barcelona: Paidós, 2005), pp. 44-46.

15. Entrevista de Yann Moulier Boutang y Carlo Vercellone con André Gorz, (“Economie de la connaissance, exploitation des savoirs,” en Multitudes 15 (Winter 2004), pp. 208-9.

Fotos: Cortesía del traductor.

Mario Morales es Maestro en Creatividad para el Diseño, por parte de la Escuela de Diseño del INBA. Ha impartido clases de Historia del arte e Historia del diseño, entre otras, a nivel licenciatura en la carrera de Diseño Gráfico; así como algunos seminarios en línea en 17, Instituto de Estudios Críticos. Fue asistente de la artista visual Minerva Cuevas. Algunos de sus artículos publicados son: “En busca de la magia contemporánea”, Revista de Filosofía Reflexiones Marginales, no. 25; “El sabotaje cultural en las elecciones de 2012 en México”, Revista Tramas, Subjetividad y procesos sociales, no. 40. Actualmente es profesor asociado en la Carrera de Diseño de la Comunicación Gráfica en la UAM-X.

 

Gimnasio Adaptado: Espacio para personas con discapacidad

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Por GASTV | Junio, 2015

Los arquitectos mexicanos Federico Campos y Oscar Chávez, del estudio Urbánika, diseñaron el Gimnasio Adaptado en el estado de Chihuahua para ser usado por personas con discapacidad.

El lugar integra a todos los usuarios a través de diferentes disciplinas deportivas, sociales y actividades culturales. Como la mayoría de los gimnasios, el esquema se organiza alrededor de un patio central. La superficie multiusos incorpora la infraestructura para practicar deportes como el basquetbol, voleibol, boccia, goalball, y rugby en silla de ruedas.

Además tiene una sala de pesas al aire libre separada por medio de pequeños tabiques, que no elimina la experiencia visual y auditiva del gimnasio más grande. Una zona más pequeña está designado para diversas clases como la danza, zumba, y el karate, así como para reuniones sociales.

Una serie de rampas de acceso para discapacitados son el principal medio de pasar de una zona a otra, considerado por Urbánika como una especie de “paseo arquitectónico lúdico”. Las gradas se forman para permitir la accesibilidad a múltiples niveles y diversos puntos de vista, dando la libertad para moverse en silla de ruedas dentro del gimnasio.

Foto: Designboom.

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Cultivator: Impresora de carne en 3D

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Por GASTV | Junio, 2015

Estudiantes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Schwäbisch Hall en Alemania han creado un prototipo conceptual para una impresora 3D que la gente podría utilizar para hacer carne en sus propios hogares.

Cultivator, de Sarah Mautsch y Aarón Abentheuer, es una máquina prototipo de código abierto destinada a abrir el debate sobre el futuro de la bioimpresión, una tecnología que ya se está desarrollando para la recreación de los órganos humanos en la medicina experimental. El modelo que proponen está hecho de vidrio acrílico y poliestireno, ha sido diseñado basado en el desarrollo de esta tecnología.

El dispositivo podría ser programado con las preferencias del usuario y las necesidades dietéticas para crear la carne a medida, impresa a partir de células musculares y de la piel, para satisfacer sus necesidades. Una herramienta llamada Adapt Nutritional Values, que los diseñadores comparan con la herramienta “varita mágica” en Photoshop, permitiría a los usuarios ajustar cualidades como contenido de grasa sin comprometer el sabor o la textura de la carne. Sin embargo, el resultado serían formas arbitrarias no relacionadas con partes de animales.

Este es un proyecto de diseño especulativo, por lo que el dispositivo en sí no está listo para la producción, pero es un intento para considerar y explorar el futuro de la comida sintética.

Foto: 3DPrinter.

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Nuevo mercado público en Portland por Snøhetta

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Por GASTV | Junio, 2015

Snøhetta anunció los detalles de su próximo proyecto: el primer mercado público en Portland en más de 70 años. Inspirado en el nombre de un famoso chef local que ayudó a iniciar el movimiento de los alimentos frescos en los Estados Unidos, el James Beard Public Market será un escaparate de la mejor cocina de Oregon en un centro cívico que revitaliza el centro de Portland.

Situado en el río Willamette, cerca de la ubicación del mercado público original, el diseño propone dos grandes movimientos de alineación de las rampas del puente Morrison y la introducción de un paso peatonal a través de la carretera a lo largo del borde occidental del mercado con el fin de aumentar el área total del sitio edificable, y hacer un espacio accesible y seguro para los peatones desde los cuatro lados .

El nuevo James Beard Public Market se levantará en forma de ala en cada lado del puente, que actúa como una puerta de entrada al centro de Portland, creando un icono reconocible en el centro de la ciudad. Los locales comerciales están dispuestos a lo largo de un camino que conecta las principales entradas a la calle peatonal.

El mercado contará con más de 60 vendedores permanentes, 30 mesas disponibles de día, restaurantes de servicio completo, una cocina para clases y para eventos.

Foto: Archdaily.

 

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Tijeras Vector, del diseñador Tamás Fekete

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Por GASTV | Junio, 2015

Las tijeras Vector, diseñadas por el húngaro Tamás Fekete, además de tener las propiedades de unas tijeras ordinarias puede cortar líneas rectas perfectas.

Hechas para personas diestras, el mango superior forma un ángulo recto que puede ajustarse al borde de la mesa y por lo tanto estabiliza las cuchillas en una línea recta. El lado inferior y las cuchillas se colocan a 90°, lo que permite que el usuario pulse el objeto de manera firme contra la mesa. Utilizando la superficie de la cuadratura del papel, simplemente desplazas las tijeras a lo largo del borde de la longitud del corte.

El espesor de las asas hace que sea posible el uso de las tijeras con la punta de los dedos, que es esencial cuando el tablero de la mesa es muy grueso. La herramienta no está restringida a usarse únicamente en una mesa. Vector se puede utilizar para cualquier cosa que se pueda hacer con un par de tijeras regulares, incluyendo cortar curvas. La longitud de los cortes no se limitan como es el caso de los rodillos o las guillotinas de papel, y no requiere más espacio que el de unas tijeras convencionales.

Foto: Behance.

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Retrospectiva de Richard Long en en Bristol, Reino Unido

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Por GASTV | Junio, 2015

Con sede en Bristol, Reino Unido, la galería Arnolfini presenta la exposición Time and space del artista inglés Richard Long. Se trata de una retrospectiva que retoma la relación personal que el artista mantiene con los lugares donde ha vivido, a través de un lenguaje propio que ha desarrollado a lo largo de su carrera.

Time and space es una exposición multidisciplinaria que hace uso de la escultura, dibujo, texto y fotografía para representar los paisajes e investigaciones entorno a Bristol, localidad donde Richard Long comenzó su carrera artística. Long consiguió fama internacional durante la década de los setenta con esculturas hechas como resultado de sus caminatas épicas, que lo llevaron a través de las zonas rurales y remotas de Gran Bretaña, o por lugares tan distantes como las llanuras de Canadá, Mongolia y Bolivia.

Trabaja con materiales autóctonos, como la piedra, la madera y el barro, recogidos en sus numerosos paseos a lo largo del mundo. La piedra es uno de los primeros materiales utilizados por el hombre para las herramientas y por lo tanto, uno de sus materiales preferidos. Casi cuarenta años después su obra continua la dialéctica entre el trabajo libre y efímero en cualquier parte del mundo.

La muestra permanecerá abierta al público hasta noviembre.

Foto: Richard Long.

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Opinión | Mathias Goeritz: la serpiente que no retornó

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Por Alejandro Gómez Escorcia / @stalkkkkkker | Junio, 2015

Actualmente se presenta la exposición El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional en el Palacio de Cultura Banamex. El nombre de la muestra sugiere que hubo un reptil sin extremidades que estuvo, se fue y regresó. Obviamente, el animal referido es más bien una de las piezas más enigmáticas del artista de origen alemán, conocida como La serpiente de El Eco o Ataque (1953). ¿Adónde se fue esta pieza? ¿Cuál es su residencia original? ¿Por qué volvió?

Si bien esta escultura ha tenido muchas vidas, en el Museo Experimental El Eco, en el jardín escultórico del Museo de Arte Moderno o en recreaciones que han ocupado exposiciones temporales, no es posible decir que alguna vez haya partido o retornado a donde sea, o que haya sido desaparecida y aparecida de nuevo. ¿Por qué entonces el título sugiere que la obra ha vuelto a algún punto de partida?

Pareciera que una de las ambiciones de la curaduría de Francisco Reyes Palma en la muestra es reinstalar y reinscribir esta pieza fundamental de la arquitectura emocional de Goeritz en el espacio de exhibición museístico, es decir, separar de su contexto un objeto cultural para privilegiar otro momento de visibilidad.

Para esta ocasión, La serpiente se reprodujo con un 15% menos de su tamaño original y se montó de tal manera que no se puede transitar, se colocó sobre una base blanca que la distancia de los visitantes, pese a que fue planteada por Goeritz como una escultura con funciones performativas para el espectador.

En el número 22 de la revista Curare, Reyes Palma escribió “toda exposición es un despliegue de tecnologías para jerarquizar la visión”. ¿A qué “visión” se le dio prioridad en esta exhibición?

Otro detalle que salta a la vista en la muestra es la museografía, a cargo de Cándida Fernández de Calderón. Se nota que hubo una intención de traducir dos ideas de Goeritz acerca del espacio en esta tarea: la escala como medida “emocional” y la luminosidad, sin embargo se quedaron en eso, en una intención.

Los muros que enmarcan la reproducción de La serpiente —que también funcionan en su reverso como soportes de otras obras— dibujan un par de tímidas pendientes que poco se relacionan con la influencia expresionista que el artista quiso poner en juego con su producción en muchas ocasiones. Asimismo, las paredes y bloques con hoja de oro que se presentan como parte del montaje, son tristes reminiscencias al carácter “sublime” y religioso que Goeritz buscó con sus Mensajes dorados, y devienen en elementos decorativos excesivos que poco aportan a la construcción del sentido de las obras exhibidas.

Todos estos detalles provocan una serie de preguntas, ¿Cómo exhibir un legado arquitectónico en un espacio museal? ¿De qué manera se traduce a una exposición una serie de producciones artísticas destinadas al espacio público?

Es en la incertidumbre de estas cuestiones donde tienen cabida los documentos, las maquetas, los bocetos y obras que se muestran. Sólo a través de estos dispositivos se consigue el objetivo de poner en evidencia —aunque sea en un nivel de experiencia menor al que presuponía la arquitectura emocional— la sensibilidad que Goeritz estableció en distintos circuitos artísticos durante más de tres décadas desde México.

La exposición, con aproximadamente 500 piezas dispuestas en 27 núcleos temáticos, permite conocer el fecundo cuerpo de obra del artista alemán en diferentes facetas creativas: sus pinturas realizadas en España durante los años cuarenta, las cuales firmaba como Magó, su participación en diversas agrupaciones, sus vínculos con las neovanguardias, y por supuesto su valiosa contribución a la reconfiguración del arte para espacios públicos en la ciudad de México.

También vale la pena mencionar que están disponibles los documentos y fotografías que el artista le vendió simbólicamente al INBA y que resguardó y archivó Reyes Palma, entre los cuales se encuentra por ejemplo su acta de matrimonio con Marianne Gast, sellada por el consulado nazi en España.

Tener reunida tal cantidad de objetos posibilita diversas lecturas de la obra de Mathias Goeritz, que evitan que se estanque el pensamiento alrededor de este creador. De la misma manera, la exposición puede funcionar como un referente que de pie a revalorar sus obras que aún habitan en nuestros espacios comunes.

La serpiente no retorna, está ahí mutando, no sólo en maquetas y réplicas, sino en la transformación del arte en espacios públicos y la arquitectura que marcó la escena cultural de la segunda mitad del siglo XX.

Se puede escuchar una conversación de Reyes Palma con los visitantes del Museo Reina Sofía acerca de Mathias Goeritz aquí.

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Foto: Fomento Cultural Banamex.

Entrevista | Jorge Méndez Blake

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Por Pamela Ballesteros / @apoteosis | Junio, 2015

El trabajo de Jorge Méndez Blake (México, 1974) es la posibilidad de construir escenarios a partir del lenguaje literario y del arquitectónico. De este modo el libro pasa de ser un contenedor de historias, a convertirse en objeto-materia que da forma a instalaciones artísticas. En las piezas de Méndez Blake, las narraciones se trasladan de un contexto retórico para plasmarse en diversos soportes físicos, como un ejercicio mnemotécnico. El artista también ha llevado a cabo acciones con las cuales revaloriza los centros de conocimiento, como el museo y la biblioteca. A propósito de su reciente exhibición Traslaciones topográficas de la Biblioteca Nacional en el MuAC, aquí una entrevista con el artista.

¿En qué momento descubriste que el arte sería para ti el punto de cruce entre dos prácticas distintas, la arquitectura y la literatura?

Encontré en el arte el lugar en donde podía integrar estas dos disciplinas, que tienden por si solas a ser autónomas. Jamás me sentí como arquitecto o como escritor, sin embargo me siento muy cómodo en un punto entre las dos. Al descubrir esto me quedó claro que mi lugar era en el mundo del arte, quizas hace unos 17 o 18 años.

Actualmente presentas Traslaciones topográficas de la Biblioteca Nacional en el MuAC, muestra que expone el conecte territorial entre la Biblioteca Nacional y el museo. En general tu producción va por dos rumbos: la exploración y registro de historias literarias; y la reconstrucción de espacios físicos. ¿Qué ejercicio disfrutas más?

Me interesan ambas cosas, y sobre todo cuando se combina un acto literario con un escenario arquitectónico. Por ejemplo, me atrae mucho la casa donde vivió y escribió Emily Dickinson.

Una de las piezas que integran la exhibición es El gran poema inexacto del siglo XX, pensada para condensar parte de la poesía del siglo pasado utilizando como herramienta libros de autores mexicanos. ¿Qué instrumentos tomarías y a qué autores recurrirías para construir el poema del presente?

Como decía el crítico español Josep Quetglas, «en lo vivo solo hay presente: lo demás es literatura». El poema siempre se escribe en el presente, pero sus fuentes son históricas. Considero que no debemos clasificar el tiempo en la tradicional pasado-presente-futuro, sino pensar en la continuidad histórica del presente. En este sentido, me cuesta trabajo pensar en este «poema del presente» y considero que «El gran poema inexacto del siglo XX» es ya un poema del presente.

Las bibliotecas públicas pensadas como contenedores de conocimiento y como elementos clave en tu trabajo. Existen 408 bibliotecas públicas emplazadas en una ciudad que cada vez atiende menos los formatos tradicionales, y que vive bajo una saturación de medios digitales. ¿Cuál consideras que es el papel de las bibliotecas actualmente, cuáles son sus posibilidades?

La biblioteca necesita transformarse y convivir más con su comunidad. Si la institución se estanca y no aprovecha los nuevos medios se alejará cada vez más del usuario. Necesitan convertirse en centros de «intensidad cultural», sitios en donde se concentren las manifestaciones culturales de una ciudad. Biblioteca-museo, biblioteca-cine, biblioteca-teatro. Pero también nuevas tipologías, como biblioteca-parque, biblioteca-alberca, biblioteca-laberinto… las posibilidades son muchas.

Observo un fenómeno de transformación de estos espacios (las bibliotecas públicas). Están surgiendo nuevos formatos autónomos que acercan la lectura bajo otras dinámicas, buscan cambiar la idea de la biblioteca como un espacio pasivo. ¿Qué opinas?

Es fundamental transformar la idea de la lectura como una actividad pasiva y verla como una actividad dinámica, poderosa, como una actividad primordial para activar la sociedad y crear sociedades independientes. Que se cambie la idea de que la lectura es pasatiempo.

¿Sucede algo similar en Guadalajara?

No sé, Guadalajara se vuelve lectora una semana al año durante la feria del libro, después no estoy tan seguro.

Por otro lado se encuentran los museos, especialmente los museos públicos que actualmente están reformulando sus estrategias de interacción con el público, que operan a pesar de las limitaciones presupuestales. ¿Cómo observas este circuito en la ciudad de México?

Los museos tienen cada vez menos presupuesto, pero esto no es sólo en México sino en el mundo, es raro trabajar con presupuestos ilimitados. Cada vez hay más limitaciones y restricciones económicas. Como artista debes trabajar con lo que tienes a la mano y estar seguro que el público no justificará lo bueno o malo de una obra con base al dinero.

¿Estos contextos podrían detonar algo en tu siguiente producción?

Seguramente sí.

Foto: Jorge Méndez Blake, La habitación del escritor. 

Opinión | Floraform

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Por Fabritzia Peredo | Junio, 2015

“Existe una línea muy fina entre el Arte y el Diseño, pero debe quedar bastante claro que ninguno de los dos podrá nunca ser la otra cosa o convertirse en tal al mismo tiempo”. Este es un extracto de un pequeño ensayo, escrito por Julio Flores, el cual expone las diferencias y relaciones entre estas disciplinas, concluyendo que las necesidades actuales apuntan a una combinación entre ellas. Supongo que el concepto se vuelve más evidente, por ejemplo, en el diseño de joyería ya que si bien contempla una función, su estética es un elemento neurálgico sumamente vinculado al arte o a la escultura. Y si queremos ser aún más específicos, no hay mejor ejemplo que la joyería confeccionada por Nervous System.

Fundado en 2007 por Jessica Rosenkrantz y Jesse Louis-Rosenberg,  Nervous System es un estudio de diseño establecido en Massachusetts. Junto a un pequeño equipo de colaboradores, Jessica y Jesse diseñan sistemas de producción digitales que oscilan entre la ciencia, el arte y la tecnología, inspirados comúnmente en formas geométricas naturales poco convencionales. Los resultados son sorprendentes: desde carcasas para teléfonos con texturas fascinantes hasta el sofisticado vestido generado en impresión 4D, mismo que fue adquirido por el MoMA el año pasado para su colección permanente. Incluso ofrecen a sus consumidores la oportunidad de diseñar e imprimir sus propias piezas de joyería a través de una plataforma creada por ellos mismos, lo que garantiza la reducción al mínimo de desperdicio del material y una experiencia de producción muy satisfactoria.

Haciendo honor a su constante innovación, han lanzado su nueva colección Floraform, línea de joyería fabricada a partir de un algoritmo que simula el crecimiento natural de plantas y flores. Tras años de estudio sobre los tropismos –fenómenos biológicos que indican el crecimiento o cambio direccional de un organismo frente a un estímulo ambiental– el dúo convirtió este modelo en un ambiente digital que explora diversos patrones diferenciales de crecimiento. Como las estructuras se expanden más rápido a lo largo de sus bordes, las pulseras, collares, anillos y aretes toman formas caprichosas con curvas, ondulaciones y pliegues. Por su parte, la impresión en 3D se hace capa por capa bajo la técnica de sinterizado selectivo por láser, lo que proporciona una densidad muy similar a la que ofrecen los métodos tradicionales de manufactura.

La colección está conformada por 24 piezas fabricadas en nylon y plata, inspiradas en flores, medusas y la combinación de ambas, disponibles en la tienda en línea de Nervous System.

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Foto: Nervous System.

Thomas Hirschhorn

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Por GASTV | Junio, 2015

El Museo de Arte de Nuoro (MAN) en Italia, presenta 3 «Easycollage» y 6 «Collage-Truth»  del artista suizo Thomas Hirschhorn, proyecto curado por Lorenzo Giusti que exhibe una serie de collages en gran formato y otros de menor tamaño, creados entre 2012 y 2015, en los cuales la fotografía de moda convive junto con la  fotografía de guerra, de este modo, al presentar en una sola imagen cuerpos destrozados por la inclemencia de la violencia bélica y cuerpos idealizados por la publicidad y la mercadotecnia, el artista pretende invertir el proceso de habituación y sobre-estímulo propiciado por su difusión en los medios de comunicación masiva.

Este proyecto sigue el camino del artista explorado en años recientes, donde usa el collage como instrumento de análisis crítico. Hirschhorn pretende crear consciencia en el espectador sobre sus experiencias visuales, ofrecer claves para reconocer la importancia del pensamiento crítico al recibir mensajes de los medios de comunicación, para así comprender la realidad geopolítica y social del mundo contemporáneo.

Thomas Hirschhorn estudió en la Schule für Gestaltung (Zürich) y se mudó a París en 1983, donde ha vivido desde entonces. Su trabajo se ha presentado en múltiples museos, galerías y exhibiciones entre las que se encuentran la Bienal de Venecia, dOCMENTA, la Bienal de Sao Paulo, Carnegie International, Pittsburg, El Pabellón Suizo en la edición 54 de la Bienal de Venecia, La Trienal del  Palais de Tokyo, París, la Bienal de Shanghai, la Galería Gladstone, Nueva York, Manifesta 10 en San Petersburgo, entre otras.

3″Easycollage» y 6 «Collage-Truth,», curada por Lorenzo Giusti se presenta del 10 de julio al 18 de octubre de 2015 en el Museo de Arte de Nuoro (MAN), Italia.

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Foto: Arte.it